Dar el "sí" en el Caribe
Olvídese de las fiestas con 200 invitados, los centros de eventos y la comida. La moda hoy es agarrar un avión y casarse en los "all inclusive" de la costa maya mexicana.
Esta semana, el país entero se conmovió con la historia de María Inés Contreras, la chilena que, tras hacerse una pequeña herida en una pierna, durante una excursión en bote en Cancún, sufrió una grave complicación de salud que derivó primer en la amputación de su extremidad y luego en la muerte.
María Inés estaba en Cancún con una razón: sus dos hijos habían decidido casarse con sus parejas y hacerlo en el paradisiaco y turístico balneario mexicano.
Es una tendencia que tiene cada vez mayor demanda entre los chilenos que pueden costear el viaje al Caribe mexicano para pasar sus vacaciones allí y aprovechar de casarse en sus blancas playas.
Hace pocos días, el periodista Juan Pablo Queraltó y Francisca Sfeir se casaron en las playas paradisiacas de Cancún. Estuvimos presentes en la íntima ceremonia y aprovechamos de darnos una vuelta por los resorts de Playa del Carmen y la Riviera Maya para conocer las opciones que los chilenos están eligiendo a la hora de decir "sí, acepto" en el Caribe.
Bodas con estilo
En un muelle, con el sonido de las leves olas del mar transparente azotando contra la madera; en la arena blanca, con la puesta de sol de fondo; bajo las palmeras, a la luz de la luna; o en un lujoso centro de eventos de un resort con vista panorámica al mar caribeño. Sin ninguna persona, o con 180 invitados. Bodas simbólicas, religiosas, legales, renovación de votos y celebración de aniversarios. Muchas son las alternativas que han ido en aumento en los últimos dos años por la alta demanda de las parejas chilenas.
Lo cierto es que volar al Caribe puede resultar, proporcionalmente, más barato que visitar muchos destinos turísticos dentro del país, y celebrar una boda allá ahorra dolores de cabeza y dinero. Así lo explican Natalia Navarro y Diego Rodríguez, "los antinovios", como se describen ellos.
La pareja, residente de Quilpué, se casó hace dos semanas en República Dominicana y lo celebraron con una memorable ceremonia a cargo de la organización de viajesybodas.cl, al igual que las "bodas de algodón" de Queraltó y Sfeir.
Luego de ocho años de relación, Natalia caminó hacia al altar con su padre por el muelle, entre la brisa marina. "Es una sensación espectacular y la infraestructura impresionante, te da la sensación de que nada puede salir mal, que está todo súper bien calculado", recuerda.
"La ceremonia fue en el muelle y en la arena nos estaban esperando músicos tocando salsa mientras nosotros bailábamos, nos sacábamos fotos y compartíamos con nuestros invitados. Después pasamos a la recepción en la misma playa iluminados con luces que colgaban de las palmeras", añaden.
Por horas celebró la pareja junto a los 25 invitados de su círculo más cercano, muy distinto a lo que vivieron el 11 de mayo recién pasado cuando se casaron por el civil con más de 100 personas presenciando la unión. "Fue ideal porque esta vez no queríamos hacer algo grande, no nos gusta ese estilo. En el Caribe fue mucho más tranquilo", dice Diego. "Cuando llegamos al resort, nos dimos cuenta que la locación del matrimonio estaba súper expuesta y uno se urge un poco, pero el día del matrimonio a uno se le olvida todo eso y se centra, se hace un momento súper emotivo y bonito, incluso la gente se acerca a sacar fotos y a grabar", agrega el novio.
"Esto es para la persona que no sueña casarse a lo grande, pero sí quieren celebrar. Nosotros precisamente estábamos escapando de eso. También hay niñas que les gusta colocarse el vestido de novia, y a mí no me gusta eso, entonces esta ceremonia era un punto medio perfecto", comenta Natalia.
El tour caribeño
Así como Natalia y Diego, hay mas "antinovios" en Chile que buscan escapar de lo tradicional. Precisamente a esto responde el nuevo fenómeno del "boom" de los matrimonios en el Caribe.
Así lo explicó Paula Grell, dueña de viajesybodas.cl: "Este modelo de matrimonio es para los novios que les interesa pasar el tiempo con sus seres queridos y los más cercanos, porque pasan a tener un matrimonio de 7 horas a 7 días. Esto ha ido en ascenso desde el año pasado, porque las generaciones que están contrayendo matrimonio son más viajeras que las anteriores y son más osadas", relata Paula, mientras nos dirigimos en una van a conocer los "all inclusive" de la cadena AMResorts, la compañía que promete dejar un recuerdo inolvidable del día más esperado para muchos.
La primera parada es Sunscape Akumal Beach. Este "all inclusive" se ubica a dos horas de Cancún, en la región de Akumal, dentro de la Riviera Maya. Está muy cerca de Tulum y Cobá, ciudades de la costa conocidas por las ruinas mayas. Sunscape cuenta con un extenso muelle para las ceremonias matrimoniales que concluyen con un banquete colosal; los novios e invitados se pueden regodear entre los ocho restoranes y bares para el deleite y la celebración que une dos caminos de vida.
La experiencia a la "escapada al sol", como dice su nombre en español, incluye a los más pequeños de la casa; los niños cuentan con una piscina privada y bar abierto flotante que ofrece leche de chocolate, jugos de fruta, y batidos de helado. Salen bien mareados, pero de tanta azúcar.
Seguimos la ruta en Secrets Resort, el lugar con las mejores postales en todo México. Si quiere que su foto nupcial tenga más "me gusta" que cualquier otra, éste es el lugar donde debe celebrar su boda. El "all inclusive" cuenta con tres terrazas para matrimonios, dos con vista panorámica al mar desde una altura de cuatro pisos, y otra con vista a la puesta del sol que se esconde en la famosa laguna Nichupté.
Los novios y sus invitados pueden hacer snorkel y hasta bucear en la parte más profunda donde se encuentra el arrecife de coral. La increíble infraestructura de Secrets está basada en la arquitectura de las pirámides maya de Chichen Itzá.
Gonzalo Trullen es el portavoz de AMResorts hace 15 años en Chile. Es director comercial de Mundo Viajes, la empresa que representa a la cadena también en Perú y Colombia. Por un día cambió de rubro y pasó a ser nuestro guía turístico.
"Nosotros somos una cadena de cinco estrellas en la gran mayoría de nuestros hoteles. Hay algunos que poseen tres y cuatro diamantes que es otro atributo", cuneta, mientras nos trasladamos al área hotelera más lujosa de Cancún. Para que se haga una idea, la actriz Florinda Meza, quien interpretó a Doña Florinda en "El Chavo del 8", vive ahí actualmente. También el ex jugador de fútbol Hugo Sánchez.
Si le gustaría celebrar su matrimonio al estilo Las Vegas, el resort Reflect es para usted. Si tiene alma fiestera y le gustaría celebrar con estrepitosa música y mucho baile le contamos que Coco Bongo, la discoteca más famosa del Caribe, está a tres minutos caminando. La vida nocturna es lo que prevalece a la hora de escoger este sector para casarse, todos los restoranes, ferias artesanales, bares y hasta un mall de lujo para hacer el shopping en tiendas como Louis Vuitton y Michael Kors, están abiertos hasta altas horas de la noche para las parejas que buscan el lujo.
Las cifras
Después de unos chapuzones en las distintas playas de los resorts, volvemos a lo nuestro. Paula Grell explica cuánto cuesta llevar todo esto a cabo. "Los valores de los paquetes de matrimonio van desde los 990 dólares, algo así como 600 mil pesos chilenos". Y un matrimonio "a la chilena", como ella los llama, que incluyen cóctel, fiesta, bar abierto, cotillón y lo que al chileno se le ocurra, va desde los 2.500 dólares.
Si se había entusiasmado todavía más al seguir leyendo, pero se asustó con tanta cifra en dólar, no se preocupe que los "all inclusive" premian a los invitados de la boda con habitaciones gratis; a medida que más personas vayan, más habitaciones se liberan. Una pareja conconina se entusiasmó mucho y llevó 180 invitados, siendo la boda más grande que los clientes chilenos han logrado en el Caribe. Normalmente el promedio es de 20 a 70 invitados, dice Paula.
"Nosotros tenemos un promedio de tres a cuatro bodas por día por hotel, es un número bastante importante. Argentina ha sido el país con más bodas que hemos llevado, ahora le está haciendo la competencia Chile en segundo lugar", explica Trullen. Y para los que no quieren decir "acepto" todavía, "el costo de estadía en una semana en un all inclusive puede variar desde los 700 a los 4 mil dólares en los lugares más concurridos del Caribe como República Dominicana, México, Jamaica, Cuba, Curazao, Aruba y Puerto Vallarta".
20
a 70 invitados es el promedio de los chilenos.