David Muñoz Castillo
Torino no desentona en su nueva asociación y fiel a su estilo pelea los partidos y se mete en el grupo de avanzada de la primera adulta del Oficial de la Puerta del Pacífico. Ayer dio una demostración de su carácter y le dio vuelta el compromiso a José Luis Norris por la quinta fecha de la competencia.
Los azulgranas, que fueron visitantes en su cancha de la circunvalación Los Aromos, comenzaron en desventaja, pero reaccionaron a tiempo y en la segunda parte estructuraron una victoria, la tercera en este arranque de campeonato. Ya le ganaron a Español, Carlos Condell y ahora a los verdes de Barrancas. Cayeron con Cristo Rey y empataron con Unión Católica.
La juventud del equipo de Juan Tobar sorprendió al Norris, que ahora es adiestrado por el experimentado Patricio Montecino.
En un partido parejo en los primeros minutos, el Norris se puso en ventaja en los 20'. Brayan Ureta, uno de los mejores en la oncena verde, le pegó mordido al balón en plena área y eso descolocó al portero Marcelo Díaz.
La desventaja en el marcador fue un aliciente para los llolleínos y en los 39' igualaron con una jugada de baby que finiquitó Luis Berríos.
En la segunda parte Torino entró volcado sobre el arco de Wladimir Orellana. Los azulgranas atacaban por todos los frentes y la defensa verde hacía agua.
Víctor Gaete estrelló el balón en uno de los parantes del arco en los 58'. Fue un aviso de lo que vendría, porque en los 66', luego de una jugada asociada, Rodrigo Calderón puso el 2-1 con un potente zapatazo.
Torino jugaba mejor y merecía más. La "joyita" de los azulgranas, el delantero de 17 años, Gabriel Jiménez, se despachó un verdadero golazo en los 81'. Le pegó al balón desde fuera del área y lo clavó en un ángulo. Solo confirmó el mejor momento de su equipo.
El triunfo pudo ser más cómodo y sin menos incertidumbre para Torino, pero cuando quedaban solo tres minutos en el cronómetro, el juez Eduardo Ferry sancionó un penal. Guillermo Acuña derribó en el área a Carlos González.
Iván Ampuero se encargó de transformar en gol la pena máxima, pero de nada le sirvió al Norris, que sigue en una irregular campaña. Sus jugadores se fueron molestos de la cancha por la incapacidad de mantener los resultados.
En cambio, los de Torino se fueron entre los aplausos y los gritos de la afición.
Los azulgranas demostraron que aunque se cambiaron de casa futbolística mantienen en su ADN la fuerza, el coraje y la valentía para pelear con los grandes del fútbol sanantonino.