Meryl, la mejor de todas
Con tres premios Oscar y 21 nominaciones, la protagonista de "El diablo viste a la moda" disfruta del éxito de su rol en la serie serie "Big little lies" y varios proyectos de alto perfil.
Los acentos le salen fácil: británico ("La amante del teniente f-rancés"), polaco y alemán ("La decisión de Sophie"), danés ("África mía"), australiano ("Un grito en la oscuridad"), italiano ("Los puentes de Madison"), irlandés ("Bailando entre sueños") o del Bronx ("La duda"). Diane Keaton la llamó "el genio de mi generación", Goldie Hawn la define como "un alien", mientras que la fallecida guionista y directora Nora Ephron dijo: "Si Meryl Streep te interpreta, lo más seguro es que lo haga mejor que tú". Y Ephron sabía de lo que hablaba, pues la actriz más admirada de las últimas cinco décadas la encarnó en "El difícil arte de amar", uno de los recordados papeles de la estrella de cine y ahora de televisión, quien hoy cumple 70 años.
Son 70 años que encuentran a la Streep no con miras a jubilarse, sino que disfrutando del éxito de la serie "Big little lies", donde su rol de una odiosa madre en busca de la verdad sobre la muerte de su hijo, con sus dientes falsos y frases filosas, se roba el show y la rompe en Twitter. El papel en la serie, donde comparte cartel con Nicole Kidman y Reese Whiterspoon, fue escrito especialmente para ella y tiene su nombre real: Mary Louise.
Mary Louise Streep, nacida el 29 de junio de 1949 en Summit, New Jersey, es hija de un ejecutivo farmacéutico y de una artista. De niña soñaba con ser cantante de ópera, pero finalmente se decidió por las leyes. Sin embargo, se quedó dormida para ir a dar el examen de admisión, así que optó por la actuación. El mundo perdió una abogada, pero ganó una actriz excepcional.
Sus inicios fueron en el teatro, con obras de Shakespeare, Chejov y Tennessee Williams, hasta que recibió el llamado del cine. Claro que el comienzo no pudo ser más desalentador, ya que audicionó para el papel femenino principal del remake de "King Kong" (1976) y cuando entró a la prueba, Meryl escuchó algo que le cayó como balde de agua fría.
El productor Dino de Laurentis le preguntó a su hijo en italiano, idioma que la actriz manejaba, "¿por qué me traes a esta cosa tan fea?". El papel recayó finalmente en Jessica Lange, pero Streep obtuvo un pequeño rol en "Julia" (1977), cinta nominada a varios premios Oscar, donde la estrella era Jane Fonda.
De ahí pasaría al exitoso drama televisivo "Holocausto" (1978), que le valió su primer Emmy. Y luego vendrían sus roles consagratorios en el cine: la novia de un soldado de Vietnam ("El francotirador", Michael Cimino, 1978) y la madre que deja a su marido (Dustin Hoffman) y a su hijo de 5 años para encontrarse a sí misma en "Kramer vs. Kramer" (Robert Benton, 1979). El personaje de Joanna Kramer le ganó su primer Premio de la Academia y fue el comienzo de la que sea probablemente la carrera más importante de una actriz en el cine norteamericano de los últimos 40 años.
El canon streep
Desde fines de los años 70 hasta la actualidad, Meryl Streep ha construido una trayectoria de primer nivel, de la mano de directores como Woody Allen ("Manhattan"), Karel Reiz ("La amante del teniente francés"), Alan J. Pakula ("La decisión de Sophie"), Mike Nichols ("Silkwood"), Sydney Pollack ("Africa mía"), Robert Zemeckis ("La muerte le sienta bien"), Clint Eastwood ("Los puentes de Madison"), Spike Jonze ("El ladrón de orquídeas"), Stephen Daldry ("Las horas"), Robert Altman ("A praire home companion"), Wes Anderson ("El fantástico Mr. Fox") y Steven Spielberg ("The Post").
El sitio especializado IMDB la describe como "la más grande actriz viva" y en una votación en que hizo la revista Premiere entre críticos de todo el mundo para elegir las 100 mejores actuaciones de la historia, ocupó el tercer lugar de la lista por su rol en "La decisión de Sophie", que le valió su primer Oscar como actriz principal, solo superada por Peter O'Toole en "Lawrence de Arabia" y Marlon Brando en "Nido de ratas".
También es material para sus detractores, que también los hay. Las más ilustres son la legendaria crítica de The New Yorker Pauline Kael, quien le cuestionaba el exceso de técnica, y otra leyenda, la actriz Katharine Hepburn, la única ganadora de cuatro premios Oscar, que según su biógrafo dijo que era "su actriz moderna menos favorita", optando por Julia Roberts y Sally Field.
Sin embargo, esas críticas no logran empañar el fervor que genera la actriz no solo entre el público, sino también entre sus pares.
A mediados de la década del 2000, para los millennial que no habían visto "Kramer vs. Kramer" o "La decisión de Sophie", la estrella de Hollywood quizás era prehistoria, pero en 2006 llegaría un papel que la convirtió en ícono pop: Miranda Priestly, la fría editora de la revista Runway en "El diablo viste a la moda".
Tras este éxito, llegaría otro taquillazo, esta vez en el género musical. "Mamma mia!" (2008), la adaptación de un hit de Broadway inspirado en las canciones de ABBA, para el cual la primera opción fue Cher. Meryl canta y muy bien, como en la escena en que interpreta con todo el sentimiento del mundo "The winner takes it all".
En 2012 recibiría el tercer Oscar de su carrera, por "La dama de hierro", donde encarna a Margaret Thatcher.
2020 podría ser la oportunidad de seguir rompiendo records de candidaturas al Premio de la Academia, ya que integra el elenco de dos producciones de alto perfil: la nueva versión de "Mujercitas", bajo la dirección de Greta Gerwig ("Lady Bird"), donde actúa junto a Saoirse Ronan, Emma Watson y Timothée Chalamet, y "The laundromat", dirigida por Steven Soderbergh ("Traffic"), sobre los llamados "papeles de Panamá", investigación periodística del 2017 en la que tras un filtración de un bufete de abogados se develó que importantes personalidad mundiales tenían patrimonio no declarado en bancos de Panamá, paraíso fiscal.
A sus 70 años, mientras actrices más jóvenes se quejan de la falta de oportunidades en la industria del cine, Meryl Streep sigue más activa que nunca. Bueno, es Meryl Streep, "la actriz más sobrevalorada de Hollywood" en palabras de Donald Trump, quien sabe de actuación pues antes de ser Presidente de Estados Unidos se interpretó a sí mismo en cintas como "Los fantasmas no pueden hacerlo" y "Mi pobre angelito 2".