Hacia 1806 Bernardo fue elegido Alcalde del Cabildo de Chillán, como lo habían sido sus antepasados por décadas.
Los cabildos eran corporaciones municipales creadas por la Corona, con el fin de administrar las ciudades. Poseían cierto grado de autonomía que le permitía dirigir sus destinos. En su seno se trataban los temas que afectaban la administración de la ciudad, de tipo judicial, económico y militar.
Sus integrantes eran elegidos entre criollos, constituyendo por tanto una alternativa para paliar el control peninsular.
Bernardo fue elegido Alcalde de Primer Voto, producto de cumplir con las exigencias del puesto, como ser descendiente de las familias fundadoras.
Sus atribuciones incluían administrar justicia en causas criminales, mientras que las civiles las resolvía el Acalde de Segundo Voto.
Fue por tanto un fiel representante de los criollos en el gobierno de la ciudad, debiéndose tener en cuenta que serlo no siempre era sinónimo de ser patriota, de hecho, esa condición se mantenía oculta, a fin de evitar represalias.
Bernardo logró ganarse la confianza de sus conciudadanos, pero, las exigencias cada vez mayores de la administración de su hacienda, lo obligaron a dejar Chillán y el puesto público que ejercía.
Antonio Yakcich Furche
Presidente del
Instituto O'Higginiano de Rancagua