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Cartagena
San Antonio
Santo Domingo
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Hace 50 años, el 20 de julio de 1969, a las 22.56 horas de Chile (2.56 UTC), cuando Neil Armstrong, comandante de la misión lunar Apolo 11, comienza a bajar la escalera del módulo lunar Eagle y pone su primer pie en la superficie lunar, atentos y perplejos, observamos las imágenes televisivas, en blanco y negro, juntos los hermanos Moreno Álvarez (Eduardo, Ricardo, Jaime, Jorge y Antonio, de 10, 13, 16,19 y 22 años respectivamente), desde fuera de la casa, junto a un ventanal, que con sus cortinas abiertas, dispuso el señor Pablo Fuentes, en esa época técnico en mantención de la Radio Sargento Aldea. Todo en una noche fría, nublada y con garúa del borde costero, en Llolleo, San Antonio.
En su domicilio de la calle Arzobispo Vicuña, el señor Fuentes, en forma inédita, instaló una antena de recepción televisiva a 12 metros de altura, desde el techo de su casa de dos pisos (en construcción), con largos tirantes de cortavientos, anclados en los sitios baldíos aledaños. Su profesión de técnico electrónico de la Universidad Católica, lo habilitó para orientar la antena hacia la antena de televisión de Canal 2 TVN El Roble, ubicada en el Cerro El Roble, con una elevación de 2.222 mts., en la Cordillera de la Costa, en la Quinta Región, a 100 kilómetros en línea recta, al noreste de San Antonio. Fue el único televisor prendido en toda la comuna de San Antonio al momento del primer paso de un hombre sobre la superficie de la Luna. También hubo personas que subieron hasta el Cruce de Cartagena, que cargaron sus televisores con baterías de autos, para captar la señal conjunta de los canales 13, 7 y 9 de televisión de la época.
Como familia Moreno Álvarez, vivíamos muy cerca de la casa del señor Fuentes, en calle Santa Rita, y éramos amigos de su hijo Sergio. De ahí que los niños y jóvenes de los barrios aledaños, concurrimos hasta el frontis de su domicilio, enterados que tendría el televisor prendido ya que era el único con conexión disponible.
En el mundo hubo 530 millones de personas, de las 3.610 millones de la población global, equivalentes al 7%, que vieron las imágenes directas satelitales. Estuvimos entre los afortunados de observar el alunizaje hace 50 años, cuando era muy escaso contar con televisores.
Jorge Moreno Álvarez
señalética en el suelo
En calle Aconcagua, esquina Lautaro, el disco Pare está en el piso. Según los vecinos de este sector de Barrancas, la señalética fue derribada por un camión con rampla que se subió a la vereda. Ahora piden que el letrero regrese cuanto antes a su posición original para evitar choques en esta intersección.