José Salgado Núñez
Un hombre alegre, humilde, trabajador y, sobre todo, muy cooperativo con la gente. Así es como recordaron sus familiares, amigos y vecinos a Bonifacio del Carmen Medina Marambio, uno de los fundadores de la población Villa Pacífico de Tejas Verdes y del club Huracán de Llolleo.
El querido poblador falleció el pasado viernes, a los 91 años de edad, en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio, lugar donde estaba internado tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Su deceso generó un profundo pesar en ambas comunidades.
Fueron juntamente las sedes de la Villa Pacífico y del club Huracán de Tejas Verdes las encargadas de recibir ayer los restos de Bonifacio Medina, con el fin de que familiares, amigos, compañeros y vecinos le brindaran un último homenaje. Luego de eso, el féretro fue trasladado hasta el cementerio Parroquial de San Antonio, donde fue despedido con honores.
Legado
A pesar de que su partida provocó muchas emociones, el cariño y la dedicación que este hombre sembró en el seno de la comunidad fue algo que varios destacaron al momento del adiós.
"Mi padre siempre estaba participando desde los inicios de la ahora población Villa Pacífico, ya que esta comenzó como una cooperativa de vivienda para que varios portuarios tuvieran un lugar dónde vivir, puesto que él trabajaba en la administración del puerto. Me acuerdo que decía que en un principio sufrió varios percances para llevar a cabo esta idea, sin embargo, la perseverancia y la lucha permitió al final la creación de esta hermosa villa que hasta el día de hoy se mantiene", contó con orgullo su hijo Cristian Medina.
"Yo a mi padre lo voy a recordar como una persona que siempre estuvo cooperando con toda la gente que se lo pedía. Ese para mí es un legado muy valioso, sobre todo para poder vivir en la sociedad de hoy", agregó.
Similar opinión tiene Pamela Ampuero, nieta de don Bonifacio, quien manifestó que "a pesar de que era mi abuelo, él me crió como si fuera su propia hija, ya que mis padres tuvieron que irse a Argentina y yo quedé bajo su tutela. Fue a través de sus obras que aprendí sobre lo que significaba el trabajo colectivo y la cooperación".
"Una de las cosas que nos contaba mi 'papá' era que para conformar la cooperativa, él buscaba cualquier cosa para solucionar los problemas que tuvieran los vecinos, y así nadie se bajara del proyecto. En otras palabras, tenía un espíritu de trabajo colectivo que se encargó de traspasarnos a todos nosotros", expuso su nieta.
"Otra de las cosas que también hizo fue fundar junto a otros socios el club Deportivo Huracán. Si bien no participaba en los encuentros como jugador, se encargaba más que nada del arbitraje. Pero todo eso habla de cómo mi 'padre' anteponía siempre sus principios sociales y su buena disposición. Creo que por eso será recordado", añadió.
Rosamel Medina, uno de sus hermanos, comentó con emoción que "a mí me consideraba como su hijo, ya que era el hermano menor de la familia, el 'regalón' como me decía. Él fue una de las personas que me incentivó a realizar ciclismo cuando era lolo. Me acuerdo que se había comprado una bicicleta para ir a trabajar al puerto y cuando no la ocupaba, yo practicaba deporte. Por mi hermano recuerdo que salí campeón de ciclismo en San Antonio el año 1955".
Agregó que "aparte de ser muy cercanos, también trabajamos juntos en el puerto. Yo era operador de grúas en la planta mecanizada, mientras él trabaja en la administración. Bonifacio era una persona alegre y muy buena para echar la tallas, sobre todo con sus compañeros de trabajo. Era muy querido por sus vecinos, ya que los conocía a todos. Me llevó de él muy buenos recuerdo".
91 años tenía Bonifacio del Carmen Medina Marambio al momento de su deceso.