José Salgado Núñez

Fueron varios los sanantoninos que ayer se congregaron en la calle Copiapó de Barrancas con el fin de observar los curiosos objetos que ofreció la ya tradicional Feria de las Pulgas de San Antonio.

Desde las 10 de la mañana hasta las 18 horas de se efectuó este evento comercial, que congregó a cerca de 150 comerciantes que, ni cortos ni perezosos, dieron a conocer a sus fieles clientes sus productos a muy buenos precios.

Así lo destacó Noelia Silva, encargada de la iniciativa, quien señaló que "esta feria la realizamos siempre el primer domingo de cada mes, pero para septiembre tendremos dos días, en el marco del inicio del Mes de la Patria. Ayer comenzamos con la primera jornada y la segunda se efectuará el próximo domingo 8, nuevamente en este lugar y con igual horario".

"Una de las cosas que más buscan las personas para estas fechas son vestimentas típicas para los niños, debido a las presentaciones folclóricas que deben realizar en sus respectivos colegios por las Fiestas Patrias. Aquí tenemos varios módulos donde pueden encontrarlas de muy buena calidad y a precios muy baratos", expuso la dirigenta de la Feria de las Pulgas.

Silva agregó que "más que nada esta feria nace por dos cosas: uno, por esa búsqueda que la gente hace por hallar un producto barato, y dos, por el objetivo de ofrecerle un espacio a los comerciantes que quieran vender aquellos objetos que no ocupan en sus hogares. Aquí hay de todo y para todos los gustos. Además que a muchos clientes les gusta curiosear. Por eso es que siempre invitamos a participar en esta instancia".

Precios baratos

Erica Toro lleva tres años participando en la feria, dedicándose especialmente a la venta de ropa para niños y adultos, además de algunos otros curiosos objetos.

De acuerdo a sus palabras, los trajes que vende "son de buena calidad, ya que son de marcas. Tengo clientes que siempre me encargan zapatos, vestidos y algunos artículos de bronce. Por ejemplo, en estos momentos estoy vendiendo vestidos de 'chinas' a mil pesos con motivo de las Fiestas Patrias. También tengo faldas que están a dos mil pesos. Todos los objetos que vendo están siempre a esos precios".

"Me gusta participar en esta feria porque al final es un espacio que nos permite vender nuestros artículos usados y a muy buen precio. Creo que por eso mucha gente viene", añadió Erica Toro.

Similar opinión tiene Nora Urqueta, quien también se dedica a la venta de ropa en la feria. La comerciante aseguró que "para estas fechas los trajes de huasitos son los más pedidos. El precio varía dependiendo de la ropa que quieran. Lo más caro que he vendido ha sido a $3.000. Así de barato vendo mis productos".

"Una de las cosas que más buscan las personas para estas fechas son vestimentas folclóricas para los niños para sus presentaciones",

Noelia Silva, encargada de la Feria de las Pulgas de San Antonio

Rafael Vallvé

El Plan Regulador es el instrumento para que una comuna pueda planificar y modificar su desarrollo. De él depende, por ejemplo, que se puedan instalar fábricas en sectores donde hay viviendas, o que se puedan construir edificios en determinados sectores.

Y es en este contexto, precisamente, que los vecinos de El Totoral están en contra de lo planteado por la consultora que, por encargo de la Municipalidad de El Quisco, ha propuesto solo dos alternativas que no han caído bien en los totoralinos.

"En cualquiera de las dos alternativas que nos dan perdemos nuestra calidad de rural", explica la vecina Marcia Iturra, quien desea que El Totoral siga emplazado sobre el Plan Regulador Intercomunal, y no como desea el municipio de integrar a esta localidad a su Plan Regulador Comunal (PRC).

Para la presidenta de la Junta de Vecinos del sector, Macarena Berroeta, la vecindad no puede aceptar "esta arbitraria imposición. No queremos ser el patio trasero de El Quisco; el imponernos la urbanidad será fatal para nuestro pueblo, ya que queremos que siga siendo bosque, y para eso estamos haciendo esta fuerza común".

Luis García Jofré, exalcalde de El Tabo y oriundo del pueblo que rechaza el nuevo PRC, explicó que "mi abuelo llegó en 1903 a este lugar, mi padre y toda mi familia han sido y es totoralina. A mí, en lo personal, me podría hasta convenir este nuevo PRC, debido al extenso terreno que poseo, sin embargo, no me interesa transformar esto en dinero. Deseo, al igual que todos, que esto se mantenga con las características que posee. Y si tenemos que poner un recurso de protección ante la justicia, lo haremos".

El dilema planteado por los que se oponen al PRC pasa por mantener la ruralidad que posee el pueblo, que le da una peculiar personalidad turística, la que desde hace 20 años ha traído cierta prosperidad al mítico a sus vecinos. "Queremos un desarrollo sostenible, y aquello pasa por el respeto a los habitantes", recalca Berroeta, e insiste en que "El Totoral quiere y tiene mucho potencial, y no queremos salir del actual Plan Regulador Interprovincial, el que depende de Valparaíso".

Reunión

Los vecinos invitaron a una reunión al concejo municipal en pleno, sin embargo, solo asistieron los concejales Manuel González y José Jofré, los que prometieron conseguir la presencia de los consejeros regionales para un próximo encuentro.

La ley contempla la participación ciudadana, pero ésta no es vinculante. El que tiene la palabra finalmente para aprobar o rechazar el PRC es el Concejo Municipal. De allí la importancia de explicar y exponer a los concejales el problema, y lo que quieren como localidad y comunidad los residentes de El Totoral.