Nueva directora del hospital fija sus metas: mejorar la calidad y el trato
El 2 de septiembre Liliana Echeverría Cortés asumió el cargo tras ganar el concurso de alta dirección pública.
El hospital Claudio Vicuña de San Antonio nunca ha enfrentado un desafío tan grande. Desde el 11 de diciembre del 2017 se trabaja en la construcción de un nuevo edificio de 57 mil metros cuadrados, cuatro veces más grande que el actual, y que debería estar listo en 2021.
El cambio será gradual e incluye trasladar y capacitar a los actuales funcionarios, contratar más profesionales, moderno equipamiento y una forma totalmente nueva de administrarlo.
Aunque parte de esa responsabilidad recae en el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (Ssvsa), será la nueva directora, Liliana Echeverría Cortés, quien se haga cargo del centro asistencial cuando esté plenamente operativo.
El 2 de septiembre pasado asumió el cargo tras ganar el concurso de alta dirección pública, lo que le permitirá estar al menos tres años al mando del Claudio Vicuña.
-¿Cómo han sido sus primeros días en el hospital?
-Muy buenos, con mucha información que asimilar. Ha sido una etapa de conocimiento para generar confianza en los equipos. Es un proceso de continuidad de lo que se venía desarrollando, por eso se debe ofrecer la tranquilidad necesaria para esta etapa de cambio. Debo actuar como facilitador de los procesos más importantes que debemos enfrentar y que tienen que ver con el nuevo hospital. Además, trabajar el nuevo modelo de gestión, adecuándonos a la nueva estructura física y fortaleciendo la calidad de la atención. Para eso inicié una serie de reuniones con representantes de la comunidad, que se conservarán en el tiempo.
"Puedo señalar que asumir la dirección del hospital Claudio Vicuña de San Antonio es un desafío muy importante como profesional y como persona, el que enfrento con mucha responsabilidad y compromiso, ya que es un establecimiento importante dentro de la red del Servicio de Salud", agrega.
A diferencia de la mayoría de sus predecesores, no es médico, es administradora pública de profesión y tiene una larga lista de cursos de perfeccionamiento en las universidades más importantes del país.
"Mi carrera en salud la inicié a fines del año 1982 como técnico en el área financiera en el hospital San Juan de Dios, posteriormente adquirí mayores responsabilidades y me desempeñé en los hospitales de Curacaví y Félix Bulnes".
Luego pasó al Servicio de Salud Metropolitano Occidente y al Instituto Nacional del Tórax como encargada de finanzas y como subdirectora administrativa.
Pero su extenso curriculum no termina ahí. En 2012 se hizo cargo de la dirección del hospital Regional de Iquique tras ganar el concurso de alta dirección pública. "Luego me desempeñé en la dirección del complejo hospitalario San José de Maipo, cargo al que llegué también por concurso", prosigue.
Partió -como se dice en buen chileno- desde abajo.
"Es importante señalar que cuesta abrirse camino en rubros donde los hombres predominan en cargos gerenciales. Se valora el rol de la mujer cuando la profesional demuestra que sabe y puede hacer las cosas. El desarrollo del liderazgo y de las competencias propias del cargo llegan de la mano de la seguridad en la toma de decisiones y su aplicación. En mi caso creo que he logrado el plan de desarrollo profesional que me propuse", dice enfática.
Su gestión -anuncia- será de "puertas abiertas y primará el respeto".
-Usted indicó que su primera meta será mejorar la gestión hospitalaria y satisfacción usuaria, ¿cómo piensa lograr eso?
-En nuestra organización- donde tenemos que articular y liderar muchos procesos- hay aspectos que se pueden mejorar. La mejora continua proporciona visión, medición y retroalimentación para impulsar los cambios requeridos. Hoy en día debemos cumplir con patologías Ges (actualmente 80 enfermedades a las que por ley se les asegura un tratamiento) y reducir listas de espera quirúrgica y de consulta de especialidad en lo que resta del año, por lo que nuestros esfuerzos se centrarán en trabajar con el compromiso y apoyo de la comunidad hospitalaria, teniendo presente que todos ejercen un rol relevante. Sabemos que el tiempo que resta es acotado, pero haremos el máximo esfuerzo para lograrlo.
"Paralelamente, debemos elaborar la Planificación Estratégica, que es la carta de navegación que permitirá a los funcionarios mejorar sus procesos internos y elevar la calidad de la atención y buen trato. Es una poderosa guía para enfrentar exitosamente el proceso de cambio hacia el nuevo hospital, ya que posiciona al usuario en el centro del modelo de gestión, es decir, la razón última de todo el quehacer institucional", detalla.
-¿Cuáles son las debilidades que ha percibido y cómo piensa abordarlas?
-Identificar las debilidades no implica desconocer la enorme labor que se realiza en la prestación de servicios, pero tampoco debemos dejar de manifestar que existen deficiencias que pueden repercutir en la atención que brindamos a nuestros pacientes. Hay que ordenar algunos procesos, analizar el recurso humano requerido, las competencias, los rendimientos y determinar las capacitaciones que necesitan nuestros funcionarios para entregarles herramientas para mejorar su desempeño.
-Sobre el nuevo hospital, ¿cómo ve este desafío?
-Un tremendo desafío, ya que el nuevo establecimiento será cuatro veces más grande que el actual. La normalización considera la construcción de un edificio de 57 mil 285 metros cuadrados, que contará con tres pisos subterráneos, un zócalo y otros tres pisos sobre el terreno natural, además de un helipuerto. Trabajaremos en el nuevo modelo de gestión para adecuar procesos a la nueva estructura física y fortalecer la calidad de atención. Es importante ahondar en esto, para incorporarlo a nuestro plan de trabajo y así definir la metodología y registrar los avances.
-Tremenda tarea…
-Se vienen importantes tareas y procesos que debemos desarrollar, coordinar mejor las acciones y que el equipo se sensibilice sobre qué significa el cambio. Adaptarse a nuevas formas de trabajo y nuevos espacios físicos requiere prepararse con anticipación.
-Claro, es algo gradual...
-La puesta en marcha contempla hasta al menos los seis primeros meses de operatividad del nuevo edificio, antes de eso se debe mantener la atención en las actuales instalaciones, por lo cual es primordial tener claridad de los procesos para fortalecer el trabajo en equipo.
-En la provincia hay mucha expectativa en este proyecto...
-La construcción del nuevo hospital genera una expectativa muy elevada en la población, dado que este es un proyecto esperado hace muchos años por la comunidad, por lo que esperamos cumplir con dichas expectativas.
-Finalmente, ¿qué la motivó a venir a San Antonio?
-Considero que vivir en torno a la naturaleza es impagable. Además, San Antonio está haciendo bien las cosas, un megapuerto, el principal del país, que permitirá generar inversiones y polos de desarrollo, ya no es o no será un lugar abandonado o postergado como se pensaba antes. Esta fue una de las razones que me impulsaron a postular al cargo.
"Cuesta abrirse camino en rubros donde los hombres predominan en cargos gerenciales",
Liliana Echeverría Cortés, directora del hospital de San Antonio.
57 mil metros cuadrados tendrá el nuevo hospital. Será cuatro veces más grande que el actual.