Microtráfico, robos y descontrol mandan en una céntrica esquina
Comerciantes y trabajadores cuentan lo que se vive a diario frente a la plaza de San Antonio.
Es sábado por la tarde en la esquina de las calles Arturo Prat y Pedro Montt, en pleno centro de San Antonio.
De pronto, en el lugar, donde trabajó un equipo investigativo de Diario El Líder, aparece un joven de unos 20 años que en sus manos lleva un puñado de monedas que hace sonar. Se nota que anda en busca de alguien, hay una suerte de inquietud que lo hace moverse como si estuviera apurado.
De pronto aparece un sujeto que, vestido completamente de negro, lo saluda y lo invita a caminar por la subida que lleva a cerro Alegre. Seguimos sus pasos y somos testigos de lo que parece ser una transacción de droga en una pequeña escalera que hay en la vereda.
Al sentirse observados, los dos salen del alcance de nuestra vista y se esconden en un sitio eriazo existente en el sector. Suponemos que la venta se concretó, porque al rato el segundo hombre baja sonriente y gritando a otros de los que pululan en aquella intersección.
Alcanzamos a fotografiar al supuesto vendedor de sustancias ilícitas, más tarde los comerciantes del centro lo reconocerían como uno de los que se dedica a ese ilícito en las inmediaciones del paradero de la locomoción colectiva. La policía confirmó que el hombre ha sido infraccionado por porte de drogas.
"Esto es lo que pasa todos los días", nos dice una mujer que trabaja en un establecimiento comercial del mencionado sector y que sabe claramente quién es el sujeto al que inmortalizamos con la cámara de un teléfono celular. Ella misma nos entrega información para que volvamos cualquier día a ver qué es lo que pasa en estas arterias.... Y eso fue lo que ayer hicimos.
Recorrido
Son las 12.05 horas del último día de septiembre. Llegamos como un peatón cualquiera. Apenas pisamos la vereda donde hay dos botillerías y muy cerca del cuartel de Bomberos, vemos al mismo sujeto que observamos el sábado y que es reconocido por los comerciantes como un microtraficante de Pedro Montt.
Vamos detrás de él. Esta vez se hace acompañar por otro hombre, con el cual camina tranquilo por las pescaderías de Antonio Núñez de Fonseca y saluda a los pocos vendedores de mariscos que lánguidos esperan que el día pase luego, ya que no se ve muchos posibles clientes por los alrededores, de hecho se ven más moscas que compradores.
Ambos sujetos cruzan la línea férrea, se van directo a la caleta.
Volvimos a la esquina del que debe ser el paradero con más "sapos" o voceadores de micros de San Antonio. Un chofer nos señala que ha sido testigo de la venta de drogas que a diario allí se realiza, pero que él y muchos de sus colegas deben "hacer vista gorda" porque no les conviene enfrentarse a la mafia narco. Nos cuenta que muchos de los que allí transitan se las dan de "voceadores" y no son más que microtraficantes.
Miedo
Intentamos hablar con los comerciantes y lo logramos, pero ninguno de ellos se atreve a revelar su identidad a través del diario. Admiten que tienen miedo, saben que los sujetos que delinquen son violentos y pueden hasta quemar un local comercial si se enteran de que alguien los delató.
"Cuando vienen los carabineros los tipos que acá venden drogas salen corriendo por Arturo Prat, se meten a un peladero y después bajan por las escaleras de las pescaderías, así llegan por el otro lado. Aquí es cosa seria el tema de la venta de droga", nos cuenta un trabajador del sector. A él le mostramos la fotografía del presunto traficante que viste de negro y nos ratifica lo que muchos saben, es el mismo que varios ya conocen. "Todo pasa en el paradero de las micros, hay varios más que ese", añade.
Robos
En las últimas dos semanas, los delincuentes han ingresado a dos establecimientos comerciales de ese punto del centro de la ciudad. Han sido especies de menor valor, pero eso da lo mismo cuando se piensa que afectan a quienes se esfuerzan por ganarse la vida honradamente.
Hace pocos días, una mujer que habría comprado droga a un traficante del sector no habría recibido la cantidad por la que pagó, por lo que empezó a reclamarle a viva a voz y a plena luz del día a su "dealer". Después de ser encarado por su clienta, el sujeto le dijo "ya, ahí tenís, ándate" y le pasó una bolsa con algo que sería alguna sustancia ilícita. Eso es lo que narran personas que hablaron con el equipo de Diario El Líder.
En este sector nadie quiere problemas con los microtraficantes. Los buenos ciudadanos saben que viven al límite de todo, al límite de que un día les caigan encima los brazos del hampa, los verdaderos brazos armados que asolan al inocente en sus mismas residencias o negocios.
Quienes allí viven o trabajan esperan que algún día cambie lo que ya se transformó en el "centro de la droga" y para el cual hay muchos consumidores, porque este es un punto de tránsito, donde la gente va y viene, llega y compra lo que busca.
"Aunque Carabineros ha detenido a vendedores de droga, esto sigue ¿No sé si habrá cámaras ahí, cómo la policía no ve eso?, porque aquí a plena luz del día se vende y los tipos se sacan la droga de entre su ropa interior", detalla una mujer que trabaja en las inmediaciones. Ella también reconoce a nuestro hombre de negro como uno de los que trafica en el lugar.
Nuestras fuentes revelan que en el sitio eriazo ubicado cerca y al cual huyen los que andan en malos pasos, hay una ruca donde personas de mal vivir se esconden, consumen droga o mantienen relaciones sexuales en lo que sería un improvisado motel para mujeres y travestis que ejercen la prostitución.
"A este sitio eriazo entra mucha gente diariamente, especialmente gente de la calle. Esto ha sido un centro de venta de droga, es un centro de delincuencia. Ese lugar, día y noche, se presta para vender o fumar droga y otras cosas más relacionadas con lo sexual, no sé si será prostitución, pero entran parejas a toda hora y se van hasta donde hay un hoyo. Este tema se ha repetido desde hace muchos años. Había un proyecto para construir un estacionamiento en ese sitio eriazo, pero el señor que compró el terreno ha tenido muchos problemas con los permisos y toda esa burocracia", sostiene una mujer que tiene un local comercial en aquel sector céntrico. "Carabineros siempre viene a este sector pero qué sacan con eso, ellos ya no pueden hacer nada, acá tiene que haber una intervención mayor, que le pongan atención a este problema", añade.
Justo cuando ayer nuestro equipo de prensa se retiraba del lugar, vimos al hombre de negro que salía desde la ruca-escondite del sitio eriazo. Dejamos que pasara frente a nosotros y fuimos a ver qué hay en esa zona. Visualizamos a dos hombres que, al advertir nuestra presencia, se inquietaron. Uno de ellos salió de su estancia, se acercó a nosotros y nos preguntó qué hacíamos allí. ¿Qué pasa?, nos interpeló. Justo cuando le dijimos que buscábamos a unas personas que viven en situación de calle, el otro sujeto, desde lejos, nos gritó "no acá no pasa ná".
Había llegado la hora de nuestra retirada, pero antes de eso hablamos con un trabajador del sector y le consultamos si sabe algo del tráfico de drogas y su reacción fue la que ya todos asumieron allí: "yo no he visto nada, soy pura pega aquí nomás, soy ciego, sordo y mudo", afirmó. Quedó claro que el imperio del miedo es real y lo triste es ver que ahí mismo crecen los hijos de algunos vendedores ambulantes en la vereda de Pedro Montt, justo en el citado paradero.
Al "hombre de negro", la gente lo puede ver ahí cuando quiera. Los días que lo seguimos, jamás lo vimos vocear micros, vender un chocolate o cuidar un auto; sin duda un afortunado con tiempo libre y muchos "amigos".
Acción de carabineros
Los agentes del OS-7 de Carabineros de San Antonio han realizado operativos antidrogas en la esquina de Pedro Montt y Arturo Prat, pero muchos de esos sujetos después quedan en libertad y es posible que vuelvan al lugar en que saben que pueden hacer de las suyas. Así, toda lucha contra el delito resulta poca.
"Ese lugar, día y noche, se presta para vender o fumar droga y otras cosas más relacionadas con lo sexual".
Comerciante.
"Carabineros siempre viene a este sector pero qué sacan con eso, ellos ya no pueden hacer nada".
Comerciante.
"Cuando vienen los carabineros, los tipos que acá venden drogas salen corriendo por Arturo Prat, se meten a un peladero".
Trabajador.