Carolina Bustos Muñoz

Soledad Contreras se levantó temprano ayer para realizar sus compras en el centro de San Antonio.

Todos los lunes recorre sagradamente calle Centenario y Pedro Montt en busca de alguna novedad o de una nueva oferta.

Ayer lunes no quiso quedarse en su casa, así que decidió salir a comprar todo lo necesario para preparar el almuerzo.

"Compré todo lo que necesitaba, pero rapidito. No tengo miedo porque creo que se está peleando por lo justo, pero para qué me voy a quedar paseando si en cualquier momento puede quedar la escoba", comentó la dueña de casa sanantonina.

Para esta vecina de cerro Alegre, la reapertura del comercio local ha sido un gran "avance" en medio de la crisis social que atraviesa el país "considerando la incertidumbre de no saber qué pasará más adelante".

"Fue penoso ver el centro convertido en tierra de nadie, sobre todo para uno que siempre viene a comprar. Ojalá que todo haya sido un mal sueño nomás y que pronto todo se calme", reflexionó Soledad.

Comercio

A pesar de los oscuros días que ha vivido el comercio local, ayer el centro de San Antonio mostraba una nueva cara con casi la totalidad de sus negocios funcionando.

"Vamos a intentar llegar hasta las 18 horas, aunque dependerá de cómo estén las cosas. Trataremos de normalizar la atención para recibir a nuestros clientes", señaló César Javer, dueño de la tienda que lleva su apellido, quien contó que su local de calle Centenario fue víctima de dos saqueos, de la destrucción de su mobiliario y de "robos nocturnos".

"El comercio apoya todas las demandas porque este es un tema transversal, pero no apoyamos la delincuencia, el saqueo y los robos. Eso no", recalcó el comerciante, agregando que "además deben entender que, por ser independientes, no podemos cerrar nuestros locales esperando a que el Gobierno haga lo que tiene que hace, ya que tenemos varios compromisos que cumplir".

Por su parte, Jorge Zepeda, administrador del supermercado Carrera de Llolleo, contó que tanto el local de calle Providencia como el de Centenario estarán atendiendo hasta las 20 horas.

"Seguimos trabajando con las cortinas abajo pero la atención de público es normal, no como en los primeros días, donde la gente tenía que entrar de a poco", informó Zepeda.

En cuanto a los daños que afectaron a ambos recintos, el administrador indicó que "sufrieron algunos golpes en las cortinas y en varias ocasiones intentaron meterse pero afortunadamente no lo lograron. San Antonio terminó con algunos vidrios quebrados en el segundo piso, pero nada más".