Lacrimógena generó amago de incendio en una vivienda
Una mujer de 92 años y su hijo discapacitado estaban al interior de la casa.
Minutos bastante angustiantes vivieron una mujer de 92 años y su hijo minusválido luego de que su hogar, en la calle Manuel Soiza de Villa Las Dunas, se viera afectado por un amago de incendio en el techo debido a los enfrentamientos entre Carabineros y encapuchados.
El hecho ocurrió el reciente jueves, pasadas las 21 horas, tras las manifestaciones que se llevaron a cabo por el primer aniversario de la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, quien fue asesinado por el comando Jungla de Carabineros, en la Araucanía.
Tras la velatón que se desarrolló en Barrancas, los enfrentamientos entre la policía y un grupo de encapuchados se trasladaron hasta la altura del estadio Municipal de San Antonio, por avenida Barros Luco.
"Mi hermano me avisó que estaba quedando la embarrada. Acá estaba el lumpen, digamos las cosas como son, y por Barros Luco estaba Carabineros. Ellos empezaron a tirar bombas lacrimógenas y a disparar, no sé si eran balines u otras cosas. Era una verdadera balacera. Y en eso cayó una bomba lacrimógena en la casa de mi mamá", contó Sonia Cornejo (70), hija de Fresia Saavedra (92), quien fue afectada por este incidente junto a su hijo minusválido, en calle Manuel Soiza 2472.
La bomba lacrimógena cayó en el techo y a los pocos minutos de hacer contacto con esta vivienda comenzaron a aparecer las llamas que asustaron tanto a Fresia como a su hijo. Estas imágenes fueron dadas a conocer por usuarios en redes sociales.
"Cuando llegué a ver lo que pasaba mi mamá y mi hermano estaban muy asustados, con sus ojos irritados y muy mal por el olor y el humo que había", dijo la mujer.
La hija de Fresia explicó que "ojalá que se termine todo esto, porque ha sido muy angustiante para todos. Si se hubiese quemado la casa de mi mamá hubiese sido terrible porque ellos estaban adentro", comentó.
María Berríos, vecina colindante de Fresia Saavedra, también se vio afectada y detalló que "los chiquillos que estaban protestando apagaron el incendio y siempre dijeron que se tenían que ir porque acá vivía gente mayor y así es porque somos casi puras personas de la tercera edad".