Conozca más sobre el acuerdo político para la nueva Constitución
Desde que se dio a conocer el documento firmado por los representantes de los partidos políticos han surgido muchas interrogantes de cara al proceso nacional.
Once partidos políticos con representación en el Congreso firmaron, la madrugada del viernes, y tras quince horas de conversación, el "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución", documento que entrega los lineamientos a seguir en la elaboración de una nueva Carta Magna para el país.
El anuncio fue calificado por muchos como un hecho histórico porque será la ciudadanía la encargada de levantar la carta fundamental.
En el acuerdo se contempla un plebiscito de entrada que se llevará a cabo en abril del próximo año y en donde una de las preguntas estampadas en la papeleta dice: ¿Quiere usted un nueva Constitución?
En caso de que la ciudadanía rechace la opción de contar con una nueva Carta Magna, se mantendrá la de 1980. Pero si opta por el cambio, se abrirá un proceso para redactar la nueva.
En la segunda pregunta se podrá preferir el tipo de órgano que debiera redactar la Constitución. Convención Mixta Constitucional- conformada por miembros electos por la ciudadanía y parlamentarios en partes iguales o sea 50% y 50%. La segunda opción es Convención Constitucional y sus integrantes serán electos por la ciudadanía solo para estos efectos.
Si en las votaciones gana la opción de redactar una nueva Constitución, la elección de los encargados de crear el texto se efectuará en octubre de 2020 en las elecciones municipales y de gobernadores regionales.
Según lo indicado en el acuerdo firmado por los parlamentarios, el órgano encargado de la elaboración de la Carta Elemental tendrá por único objetivo redactar el documento y será disuelto "una vez cumplida la tarea que le fue encomendada". Y ojo porque quienes participen en él no podrán postular a cargos públicos en un año.
El plazo de funcionamiento del órgano constituyente será de hasta nueve meses, prorrogable una sola vez por tres meses, por lo que si sacamos las cuentas, el referendo para aprobar o rechazar la nueva Constitución podría llegar a desarrollarse en el 2021.
Quórum
Sin lugar a dudas, uno de los puntos que sacó chispas en la reunión del viernes tuvo relación con el quórum necesario para aprobar las nuevas normas constitucionales, quedando en un 2/3 de sus miembros en ejercicio. Esto se traduce en que el 66 por ciento deberá votar a favor para que una norma sea aprobada.
"El punto relevante, creo yo, es que el efecto político que generan los 2/3 en el contexto de la Constitución vigente serán distintos o podrían ser distintos al efecto político que generen los 2/3 en esta nueva discusión... como la futura discusión constituyente se va a verificar desde una hoja en blanco, el que pierde", explicó el abogado constitucionalista Jaime Bassa, quien ayer estuvo en el ex Gimnasio Montemar exponiendo ante un marco importante de público.
El abogado sanantonino Alejandro Carrasco se refirió a la situación que ocurriría si finalmente no se logra el quórum necesario para aprobar una normativa.
"Las materias que no queden incorporadas en la Constitución porque no alcancen el quórum van a quedar como una ley ordinaria que será tratada por los parlamentarios en el Congreso", aseguró.
Otro de los puntos que ha generado interrogantes dice relación con el mecanismo con que serán elegidos los constituyentes, ya que según lo establecido en el acuerdo, la elección se hará bajo "el sistema electoral que rige en las elecciones de diputados".
Al respecto Jaime Bassa dijo que "eso es algo que está pendiente y por lo que tenemos que seguir luchando".
"El problema de este sistema no es que arrastre a postulantes con pocos votos. El problema es que la ley vigente prefiere a candidatos o candidatas que militen en partidos políticos o que sean apoyados por partidos. Eso significa que de aquí a las elecciones de octubre del próximo año hay que aprobar una norma que permita; por ejemplo, presentar listas independientes. Eso hoy no se puede", añadió el profesional.
-Una vez que la Constitución esté lista deberá ser ratificada mediante sufragio universal obligatorio, pero ¿qué pasa si la ciudadanía rechaza esta nueva Carta Magna?
-La convocatoria a ese plebiscito debiera establecer las consecuencias jurídicas del sí o del no. En principio debería quedar vigente la Constitución actual, pero se debe establecer un itinerario de salida que nos permita hacer frente a ese escenario. Ciertamente habría un crisis política importante y habría que prever el efecto de eso.
Convención
El termino "convención" no cayó bien entre quienes apoyan fervientemente la posibilidad de que sea una Asamblea Constituyente la que esté a cargo de la redacción de la Carta Fundamental.
"En términos jurídicos no hay ninguna diferencia entre Convención Constitucional como se propone, y la Asamblea Constituyente, principalmente porque los dos son órganos elegidos y compuestos por integrantes también elegidos para eso específicamente y porque deliberan sobre la base de una hoja en blanco; es decir, no es una reforma a la Constitución sino que es una nueva", detalló Bassa.
Según el profesional, es un problema de nombres que puede tener un impacto político importante porque se venía pidiendo una Asamblea Constituyente hace mucho tiempo "pero en realidad el contenido de lo que se acordó es Asamblea Constituyente", reiteró.
Hoja en blanco
"Hoja en blanco" es un término que se ha repetido en cada una de las conversaciones que tratan el acuerdo por la paz social. Y para entender de qué se trata el termino, el sanantonino Alejandro Carrasco argumentó que "esto significa que la nueva Constitución parte de cero".
"Es probable que se incorporen ciertas cosas porque si bien la Constitución tiene una guía polÍtica importante, igual tiene elementos que son muy rescatables, pero la idea de la hoja en blanco es partir de cero", aseveró Carrasco.
Ambos juristas coincidieron en señalar que este acuerdo parte de una base política en donde no se incluyó a la ciudadanía.
A pesar de eso Jaime Bassa lo calificó como positivo porque "todos los partidos que concurrieron al acuerdo desahuciaron la Constitución de Pinochet. Eso significa que no va tener ningún valor jurídico en la nueva Constitución".
Dirigentes sanantoninos opinan del acuerdo por la paz
Sergio Alarcón, vicepresidente Uncosan
"No me gusta el acuerdo. Pienso que es demasiado plazo hacer elecciones en abril ya que se pueden "manejar" las cosas. Además hay varios puntos medios ambiguos. Lo otro que no me gusta es que no se haya considerado a los estudiantes, ya que fueron ellos quienes iniciaron todo. Si a los 14 años son imputables ¿por qué no pueden votar si son ellos los protagonistas de todo esto?".
Sergio Castro, Movimiento No + AFP
"El acuerdo de algunos parlamentarios y políticos no nos parece histórico y menos que represente el sentir de la ciudadanía porque esta no fue incorporada en la definición del acuerdo. El tema de las pensiones sigue pendiente y como coordinadora estamos solicitando que haya soluciones inmediatas porque la reforma que aún está en el Congreso no soluciona el problema".
Rubén Meza, presidente del Consejo de Salud del hospital de San Antonio
"No creo que las movilizaciones paren por una oferta de paz. Creemos que puede haber una nueva Constitución, pero qué pasa con las cosas que deben resolverse antes como la salud, vivienda, seguridad, ingreso mínimo. También queremos que el Gobierno acoga las demandas para desinflar este globo porque no podemos estar eternamente marchando".
Victoria Torres, Mov. Recuperemos San Antonio.
"Un verdadero acuerdo debe considerar una Asamblea Constituyente Plurinacional, donde no se elijan a las y los integrantes con el actual sistema de partidos y donde los quórums no sean candados. Además debe incluir una agenda corta, donde se logre condonar la deuda por estudiar de manera universal, aumento de salario mínimo y pensión básica a 500.000, entre otros temas".
2020 será el año decisivo para que la comunidad apruebe o rechace la idea de una nueva Constitución.