Piloto se sobrepuso a seis meses de infortunio para subir al podio
David Quintanilla terminó tercero en el Regional que finalizó en Viña del Mar.
Dicen que las malas noticias no vienen solas y a veces la existencia se empeña en golpear a las personas insistentemente. Parece que al piloto de bicicross David Quintanilla (14) lo perseguía una nube negra, porque en seis meses una concatenación de sucesos infortunados lo afectaron este año que termina. Por suerte a este 2019 solo le quedan dos semanas y el estudiante del colegio Nuestra Señora de Pompeya espera pasarlas invicto.
A mitad de año se fracturó el dedo anular de una de sus manos, se recuperó en un poco más de un mes y un par de semanas después de se quebró el dedo meñique entrenando. Otra vez el mismo tratamiento que aparte de yeso incluyó sesiones de kinesiología.
Hasta ahí era parte de la actividad que desarrolla, porque las caídas en el bicicross son pan de cada día.
Cuando salía de la última lesión, después de un entrenamiento, un perro lo mordió en una de sus piernas y para colmo hace un par de semanas, en otra práctica se cayó, se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento. "No me acuerdo mucho de lo que pasó. Unos amigos me llevaron a la casa y después mi mamá me llevó al hospital", contó el piloto.
El rider del BMX Santo Domingo Extrem, a pesar de todos estos infaustos sucesos igual compitió. Incluso entre las fracturas y la mordedura del perro entró a la pista. "Llevaba dos semanas entrenando y me dijeron que tenía que ir al Gran Nacional. No había entrenado nada, pero me fue bien, quedé tercero en el primer día y en el segundo estaba para la embarrada quedé quinto. La semana siguiente fui el Regional en Viña, ahí me fue un poco mejor, porque quedé segundo. Como no pude correr muchas fechas en el año, y el puntaje es acumulativo, quedé tercero. De las seis fechas del año solo corrí tres", precisó.
Aunque no fue el resultado que esperaba, porque el año pasado fue el mejor en la categoría expertos a nivel regional, al menos David se conforma considerando que este año fue irregular, no solo por las lesiones, sino que también por los problemas económicos que le impidieron por ejemplo ir al Panamericano de Brasil del mes de mayo.
Al menos no todo fue malo para el pupilo de la entrenadora Glery Tirado. Pudo comprar un nuevo marco de bicicleta, porque la que tenía le quedó chica. Se pegó un estirón de cinco centímetros en solo cuatro meses. Gracias al aporte de la Municipalidad de Santo Domingo y de la constructora Francisco Lorca pudo adquirir el implemento. Sus vecinos y amigos también colaboraron con eventos como rifas y bingos.
David Quintanilla ya se prepara para sus desafíos de la temporada 2020 en una pretemporada. En abril quiere competir en la primera fecha del Latinoamericano y también sueña con ir al Mundial, que de efectuará en Estados Unidos. Para eso necesita plata y que la mala suerte lo abandone.