Profesora dio un giro a su vida y hoy elabora productos cosméticos
Carolina Muñoz llegó hace ocho años desde Argentina. Actualmente vive en Algarrobo, donde dio vida a uno de sus proyectos más ambicioso: una línea de cosmética ecoemocional.
Carolina Muñoz Ávila llegó a vivir a la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, cuando tenía apenas un año.
Allá hizo su vida, estudió una carrera, pero a los 30 años viajó a Chile para cuidar a su abuela. Finalmente, esta profesora decidió dejar su vida en la capital trasandina y trasladarse con camas y petacas a Santiago, donde permaneció ocho años.
"En Argentina estudié para ser profesora de educación básica y trabajé desde los 19 hasta los 29 años en educación. Siempre en esa área", relata.
Tras llegar al país, Carolina no pudo ejercer la pedagogía debido a la convalidación de ramos, ya que su carrera en Argentina es "técnica, pero acá (la pedagogía) es universitaria".
De igual forma decidió retomar los estudios e ingresar a la carrera de Sicología. Pero eso no fue todo porque en su cabeza ya rondaba la posibilidad de crear algo propio que tuviera su sello personal.
"Ingresé a estudiar Sicología, pero por temas personales tuve que congelar la carrera aunque este otro año regreso a tercer año", explica.
En sus años de universidad conoció diversas áreas de la sicología y fue así como se fue interesando en la educación emocional. "Cuando me reciba mi proyecto será trabajar en esa área (educación emocional) específicamente".
Sus diez años trabajando con niños, tanto en educación preescolar como básica, la siguen motivando a ir más allá, por eso jamás ha perdido la esperanza de volver a una sala de clases.
Algarrobo
Hace unos meses optó por dejar la ajetreada vida en Santiago y cambiar de aire. Y para eso escogió la comuna de Algarrobo. "Acá tengo una vida completamente distinta. Me levanto oyendo los pajaritos y me duermo sintiendo a lo lejos el sonido de las olas".
Estando en la capital realizó diversos cursos de cosmética donde aprendió a elaborar variados productos que ella misma fue probando. "Inicialmente tomé cursos de cómo elaborar cosmética natural. En algún momento hubo mucha oferta de cursos, así que también hice uno de cosmética capilar, el cual estoy desarrollando ahora".
Pero fue en Algarrobo donde decidió poner manos a la obra y crear Aequo, una línea de cosmética ecoemocional.
"En esta ciudad pude desarrollar este proyecto que venía elucubrando hace unos meses. La vida en Algarrobo, la tranquilidad y la soledad, porque vivo en un lugar donde no tengo vecinos y muy cerquita del mar, hicieron que comenzara con mi proyecto Aequo y ya llevo cinco meses en esto". Agrega que "empecé a hacerlas (cremas) para mí cuando todavía estaba en Santiago y cuando llegué a Algarrobo dije por qué no hacerlas para otros".
Aequo
Aequo es el primer paso de un proyecto mucho más ambicioso creado por Carolina y que consiste en la elaboración de productos de cosmética natural ecológica unidos con aromaterapia.
"La aromaterapia despierta los sentidos, nos permite reencontrarnos, parar un poco y mirarnos para sentir nuestras emociones. Eso es Aequo", explica.
Lleva más de cuatro meses trabajando intensamente en este proyecto que la tiene muy contenta con los resultados a pesar del poco tiempo que tiene su emprendimiento. Sabe que queda mucho camino por delante, sobre todo considerando que uno de sus objetivos principales es poder llegar con sus productos a todos los sanantoninos.
"Creo que me está yendo bastante bien en estos días que he estado en distintas ferias. La gente me ha dado un feed back bastante bueno con respecto a lo que estoy haciendo", reconoce.
Todos los productos los hace en su casa y tampoco son testeados en animales.
"Mi idea es personalizar las fórmulas porque cada ser es único e irrepetible y vive todo de una forma muy particular. Tal vez lo que a mí me sirve a vos no. A futuro voy a trabajar personalizando los cosméticos", indica con un marcado acento argentino.
-¿Qué tipo de productos elabora?
-Lo último que realicé es una línea de cremas a base de aceite de caléndula. Un aceite para contorno de ojos, un serum nocturno nutritivo también a base de aceite de caléndula y una crema hidratante de día.
Uno de los últimos productos creados por la docente es una crema destinada al tratamiento del acné. "Esta sirve para cicatrizar y secar el granito cuando aparece y además ayuda para que no te queden marcas".
Según Carolina, lo que ella busca con sus productos es "conectarnos con nuestras emociones, aunque sea un ratito en el día".
"Te pones la crema con lavanda o geranio y hueles. Es un aroma que te agrada y que te permite parar por unos segundos y seguir. Los cosméticos siempre irán orientados a ayudarte a una conexión emocional pero también te servirán para algo terapéutico", detalla.
Agrega que "mis productos buscan ese fin: conectar alguna necesidad que tenga el cliente con la aromaterapia".
Hace unos días, participó en la feria navideña que se ubicó en el bulevar Negra Ester, en el centro de San Antonio, y aunque la experiencia no fue lo que esperaba, ella logró rescatar lo mejor de esa instancia. "En San Antonio tuve una experiencia no muy nutritiva porque las personas no se interesaban mucho por el producto, por lo que tendré que trabajar mucho para que conozcan lo que hago".
Afortunadamente, esta mala experiencia no opaca en nada la buena acogida que ha recibido Aequo, especialmente en Algarrobo, donde la docente ha tenido varias posibilidades para dar a conocer su trabajo. "Al parecer (los algarrobinos) son consumidores de estos productos y por eso se acercan de otra forma. Muchos, por ejemplo, conocen el aceite de caléndula y se interesan en preguntar".
Proyectos
La cosmética ecoemocional es solo un primer paso para esta vecina de Algarrobo. Para ella es muy importante seguir ligada a la educación, por eso piensa escribir un libro de cuentos para niños que esté orientado en la educación emocional.
"También me gustaría trabajar en una escuela e implementar en el aula un proyecto de educación emocional ya que la cosmética solo es el primer paso para poder abarcar otras áreas y ampliar la conexión emocional", concluye.