Nicolás Labra G.

Cada año que pasa Bárbara Hernández parece disfrutar de cómo aumenta la complejidad de los objetivos que ella misma va marcando en su carrera. Y eso que el 2019 fue ampliamente positivo: volvió a ser campeona mundial en el Winter Swimming World Cup, con un acumulado de 588 puntos en la categoría 30 a 39 años. Además, en junio cruzó el Canal de Santa Catalina, y en agosto logró uno de sus grandes objetivos al atravesar el Canal de La Mancha, uno de los siete océanos, desafío que pretende completar próximamente.

"Siento que en logros fue un año donde pude concretar grandes desafíos que había pensado hace 15 años atrás (...) Fue un año de tomar decisiones. Decidí dejar mi pega (trabajaba en la Corporación de Deportes de Recoleta) y me dediqué full a nadar y eso también tiene un costo emocional y económico", cuenta.

El 2019 también lo cerró de gran manera. En la nueva temporada de la Copa del Mundo, en la primera fecha en noviembre en Riga (Letonia), ganó ocho medallas -siete platas y un bronce-, y en diciembre en Siberia (Rusia) se llevó otras 10 preseas, tres de oro y siete platas.

"Empecé bien, con mis mejores marcas, y eso se da por el entrenamiento, la preparación, el estar concentrada en lo que tengo que hacer. A mi entrenador (Gabriel Torres) le dio un infarto, por eso te digo que fue un año bien doloroso. Ahora está bien, pero fue unas semanas antes de competir y estuve muy afligida porque fue grave. Fue un año muy de extremos, más con lo que pasaba socialmente", dice.

Como si fuera poco, en Siberia se encontró con temperaturas de -17°, toda una experiencia que ella relata: "Nunca me había pasado salir del agua y tener más frío afuera que adentro; o salir y que la toalla húmeda estuviera tiesa; o que si me sacaba la gorra se me congelaba el pelo. Hacía tanto frío afuera que todo lo húmedo se congelaba. No lo podía creer".

El estallido social la pilló en Chile, y con el apogeo de noviembre entrenando en Finlandia y después compitiendo en Letonia. "El deporte es una de las pocas cosas que va más allá de las ideologías, igual tienes una responsabilidad social", reflexiona.

Para los extranjeros, la situación en Chile generaba mucho interés. "Tenía reuniones con delegados de deportes de otros países, con deportistas. Gente de Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Rusia, de todos lados. Te empiezan a preguntar por qué pasa esto, cómo vives en Chile. Y en mi caso cuento que soy sicóloga, estudié en una universidad estatal, pero debo 13 millones de pesos y compito por Chile, nadie te cree", comenta.

La triple corona

El calendario de Hernández sigue así: en febrero estará el lunes 3 para el Mundial de Aguas Gélidas que se disputara en Bled, Eslovenia. El 14 de ese mes irá a Skellefteå (Suecia) para competir en la cuarta fecha de la Copa del Mundo. Y a fines de mes, entre el 27 y 28, nadará siete kilómetros en el Beagle en homenaje a Víctor "Tiburón" Contreras.

"Es un cruce difícil, creo que voy a estar más de hora y media nadando con 7 grados, eso es mucho en agua muy fría, así que voy con mi fisioterapeuta (...) Mandé las cartas pidiendo la autorización a la armada chilena y argentina y ahora espero las resoluciones", detalla.

En junio viene su gran desafío para cerrar lo que en aguas abiertas se llama la Triple Corona. Tras atravesar Santa Catalina y el Canal de La Mancha, ahora lo intentará en la isla de Manhattan, en Estados Unidos.

La fecha es el domingo 21 de junio y deberá rodear la isla nadando 48 km. "Es un mes frío porque es recién entrando al verano y además tiene bastantes corrientes", explica.

Si supera el desafío, entrará en la historia como la primera chilena en adjudicarse el título, lo que significará un reconocimiento de parte de la Open Water Swimming Association con una gala y un diploma.

Y eso no es lo último, porque otro de sus grandes objetivos es completar el desafío de los siete océanos: tiene tres con el Estrecho de Gibraltar, el Canal de Santa Catalina, más el Canal de La Mancha. El cuarto será el cruce del Canal del Norte entre Irlanda del Norte y Escocia con fechas del 27 de julio al 2 de agosto. En octubre espera hacer el Canal de Molokai en Hawaii. "Son 47 km con agua caliente y tiburones, que ojalá no me vayan a mirar", cierra.

"El deporte es una de las pocas cosas que va más allá de las ideologías, igual tienes una responsabilidad social".