Conmovedor recibimiento a primas que perdieron la vida en el río Rapel
El Servicio Médico Legal de Santa Cruz entregó recién ayer los cuerpos de las sanantoninas Mayte Sanzana (7) y Fernanda Troncoso (14), quienes fueron recibidas en la Viuda 6 por cientos de amigos y familiares.
En avenida Los Aromos esquina Toconao ayer la tristeza y amargura se dejaban sentir a kilómetros de distancia. Los vecinos con globos blancos y rosados, estudiantes del colegio Espíritu Santo y familiares de Mayte Sanzana Úbeda (7) y Fernanda Troncoso Meza (14) les brindaron un conmovedor recibimiento a estas dos primas que perdieron la vida en un trágico accidente.
Ambas niñas de Llolleo fallecieron por inmersión en el río Rapel, el reciente domingo, en un paseo familiar que terminó de la peor forma.
Como si el dolor no fuese suficiente para sus padres, tras esta tragedia debieron esperar un día más por la entrega de los cuerpos por parte del Servicio Médico Legal de Santa Cruz, que se encontraba en paro.
Finalmente ayer, pasadas las 16.30 horas, los cuerpos de estas estudiantes del colegio Espíritu Santo fueron trasladados hasta San Antonio para ser velados por sus familiares, amigos y conocidos, quienes a las 18 horas recibieron entre aplausos a Mayte y a Fernanda.
María Ubeda, abuelita de ambas niñas, agradeció las muestras de cariños de todas las personas que se han hecho presente luego que se desatara la tragedia.
"La verdad que es muy triste para mí, porque ahora mis tres niñas estarán en el cielo: mis dos nietas y mi hija Esperanza que murió en 2016", dijo ayer a Diario El Líder.
Úbeda explicó que debido a la tardanza en la entrega de los cuerpos "aún no sabemos a qué hora serán los funerales ya que el Servicio Médico Legal se demoró mucho en entregarnos a las niñas".
El velorio de ambas se realiza en la residencia de calle Toconao 1481, a metros de avenida Los Aromos, en la Viuda 6. Hasta la tarde de ayer, el día de los funerales aún no había sido definido.
"esto no se olvida"
Antes que el cortejo fúnebre llegara a Llolleo, Emilio Opazo junto a su pareja se hizo presente en el lugar para acompañar a los padres de las niñas.
El reciente domingo, Opazo se encontraba en el río Rapel cuando comenzó a escuchar que unas personas gritaban desesperadamente. Eran los padres de Fernanda, Carlos Troncoso y Claudia Meza.
"Había un pequeño montículo que no nos dejaba ver que ocurría al otro lado. Cuando me levanté a ver qué pasaba, vi que se estaba ahogando una niña. Me saqué la ropa y me metí al agua. Nadé y nadé hasta que llegué a una balsa en la que se encontraba el padre de una de las niñas. Cuando levanté la cabeza para respirar, veo como al padre se le soltó su hija (Fernanda) y no alcanzó a agarrarla. Fue terrible ese momento", detalló.
En ese instante otro grupo de personas hacía lo imposible para reanimar a la pequeña Mayte. Sin embargo, el destino diría que esta niña no abriría nunca más sus ojitos.
"Uff, esto te deja mal. Por más que lo intenté no fui capaz de llegar hasta el fondo del río donde se encontraba la niña. Han sido terribles estos días, porque uno se pone en el lugar de los padres. Esto no se olvida y te deja mal. Con mi pareja no hemos dormido nada, la hemos pasado mal y hoy (ayer) vinimos acompañar a las familias porque después nos dimos cuenta que los conocíamos", expresó.
Madrina del espíritu
Ayer, cuando aparecieron las dos pompas fúnebres, el tenso silencio que a esa hora dominaba el lugar se vio interrumpido por los aplausos y el llanto desolador de amigos y familiares de ambas primas.
Unas de las asistentes que no contuvo su emoción fue Vania Catalán (19). Esta exalumna del colegio Espíritu Santo conoció de cerca a Mayte Sanzana, a quien amadrinó cuando la pequeña iba en kinder.
"Hace como cuatro años que el colegio hace esto de que los alumnos apadrinen a los niños de kinder. Con Mayte fue súper especial porque ella me eligió a mí. Yo fui mamá, entonces, para mí ella era como una hija más", confesó Catalán.
Esta madre recuerda a Mayte como "una niña muy alegre, especial y linda. La última vez que la vi fue para Navidad. Como el papá de ella trabaja en Lipigas ellos hicieron una caravana navideña y de repente por calle Baquedano ella me llamó por mi nombre, me tiró un beso y se fue. Con ese recuerdo me quedaré".
18 horas de ayer llegaron los cuerpos de estas primitas desde el Servicio Médico Legal de Santa Cruz.