Horacio de la Peña "sufre" con su hijo en el torneo de Llolleo
El "Pulga" acompaña y entrena al pequeño Bautista en el certamen de menores que hoy finaliza en el club de la calle Providencia.
Está sentado en silencio, detrás de la cabecera de la cancha 1 del club de tenis de Llolleo. No grita como lo hacía cuando era el coach de Fernando González, entre 2002 y 2006.
El calvario va por dentro, porque en la cancha está su pupilo más cercano y querido, su hijo Bautista de solo 10 años, y quien tras ganar su primer título en el circuito de menores en Antofagasta, en noviembre del año pasado, ahora quiere ser top 20 de la ATP en un par de años más.
Tras el triunfo de su hijo sobre Nicolás Pïncheira que lo instala en la final de los menores de 12 años del torneo llolleíno, el "Pulga" se suelta y confiesa que "volvimos a las canchas después de algunos años, y ahora estoy más nervioso que antes, porque ahora con mi hijo es más difícil".
Después de dirigir y algunas incursiones en la tele, De la Peña se reinsertó en el tenis competitivo y tiene su análisis de la actividad. "La categoría donde está jugando (Baustista) es muy competitiva, que en realidad es la única que conozco, pero la generación 2009 es muy competitiva, es dura.
-¿Algunos niños se podrían proyectar?
-Hay cinco o seis chiquitos que juegan muy bien, que le pegan bien a la pelota, que están dominando la categoría.
-¿Qué falta para que sean profesionales?
-Hay que ayudarlos, la federación tiene que ocuparse de que tengan buenas capacitaciones, posibilidades de recibir recursos para viajar, otro tipo de entrenamiento físico, otro tipo de medicina deportiva, que una familia común no puede costear. También se tiene que preocupar un poquitito el gobierno.