El doloroso adiós a las dos víctimas del fatal accidente en la Ruta de la Fruta
La "tía" Ingrid Montecino (33) y su sobrina Francisca Jeria (16) fueron despedidas por sus seres queridos en medio de escena de hondo pesar.
"Son tristezas que no pasan, que no se borran. Son penas que hay que aprender a vivirlas para siempre".
Ángelo Montecino (44) ayer no encontraba consuelo para el tremendo dolor que siente tras perder a su hermana menor Ingrid Esperanza Montecino Avendaño (33). Y con esas palabras dio cuenta de su sentir.
Esta querida "tía" del Instituto Bicentenario Javiera Carrera falleció de forma trágica, el reciente sábado, en un accidente automovilístico, que se registró en la Carretera de la Fruta, conocida por muchos como la "Ruta de la Muerte". Allí también pereció su sobrina política, la adolescente Francisca Jeria (16).
Ambas regresaban a San Antonio desde el Lago Rapel, a la altura de la comuna de San Pedro, junto al esposo de esta querida "tía" y conductor del vehículo en que viajaban, Manuel Cádiz, y la hija de ambos, Javiera Cádiz Montecino (15).
Desde Carabineros detallaron que "el vehículo menor realizó una maniobra de adelantamiento a un vehículo no identificado, en un lugar con doble línea continua, interrumpiendo la circulación de un tracto camión que iba en sentido contrario, colisionando de frente".
Funerales
Pasadas las 13.30 horas de ayer, familiares, amigos y conocidos de Ingrid Montecino hicieron abandono de uno de los salones de la Funeraria Belén, en Barrancas, en dirección a la Parroquia Santa Luisa de Marillac. Antes, profesoras del Javiera Carrera le rindieron el último adiós afuera del recinto.
Ángelo Montecino confesó que "esto fue un golpe tremendo para nuestra familia. Yo había terminado de hablar con ella el mismo día del accidente, a eso de las 12.30 horas. Me decía que estaba aburrida en el campo, que hacía mucho calor y que quería venirse luego".
El hermano de Ingrid, el otro es Patricio Montecino, conocido DT del fútbol local, explicó que no le han sorprendido las enormes muestras de cariño, ya que ella era una "gran persona".
"Mi hermana era una flor. Así como se ve en las fotos, así era. Siempre feliz, riéndose y siempre haciéndose notar donde estaba", sostuvo Ángelo Montecino, quien hace seis meses tuvo que soportar la muerte de su madre.
Alumna ejemplar
Pía Lobos (26) es profesora del colegio Movilizadores Portuarios y explicó que al interior del recinto educacional, tanto profesores como alumnos, están devastados con el fallecimiento de Francisca Jeria, alumna que este año habría cursado tercero medio.
"Como comunidad educativa estamos sumamente conmovidos porque este tipo de situaciones nunca se las espera, menos con una niña como Francisca", dijo Pía Lobos, profesora jefa de la víctima.
La docente explicó que la "Fran", como le decían con cariño, "iluminaba el curso, tenía un carisma súper especial, mucha chispa y personalidad única. Era una persona muy alegre y siempre apoyando, pensando positivo y era una gran alumna. Ella tenía una personalidad que no pasaba desapercibida".
Los restos de la joven estudiante fueron velados en calle Las Chalupas, en Alto Mirador, donde su madre, Nancy Cádiz (43) contó que "mi flaca era cariñosa, tenía muchos amigos por todos lados y ayudaba a su hermana chica cuando estaba sola".
El padre de la adolescente, Patricio Jeria, devastado, aseveró que "yo estaba en el río Rapel cuando me avisaron lo que había pasado y ha sido terrible. Yo no vivía con mi hija, yo vivo en otra ciudad, pero ella era maravillosa. Una gran niña, buena de corazón".
A las 14 horas de ayer se realizó una misa en la Parroquia Santa Luisa de Marillac para despedir a Ingrid Montecino, mientras que una hora más tarde fue el turno para rendirle un homenaje a Francisca. Ambas ahora descansan en el Parque del Sendero, donde familiares, amigos y conocidos les brindaron el último adiós a estas queridas sanantoninas.
Fuentes de Diario El Líder confirmaron que Javiera Cádiz (15), quien sufrió graves heridas en este accidente, ayer fue trasladada del hospital Carlos van Buren al IST de Valparaíso, donde se recupera de sus lesiones, mientras que el padre de esta joven ya se encuentra en San Antonio.
"Iluminaba el curso. Tenía un carisma súper especial, mucha chispa y personalidad única",
Pía Lobos, profesora jefe de Francisca.