A veces un descuido puede derivar en un enorme problema de salud, o aún peor, en una tragedia. A mediados de enero, nueve personas resultaron intoxicadas con pollo en mal estado en el sector de Laguna Verde. Dos de ellas fallecieron.
Por eso, Gabriela Lizana, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas sede Viña del Mar, entregó recomendaciones para evitar complicaciones médicas.
En el caso de los pollos, explicó que "las carnes son alimentos con una carga microbiológica alta, encontrándose en el pollo bacterias como listeria, campylobacter, salmonella y clostridium perfringens, por lo que es importante comprar solo en locales establecidos y autorizados por la autoridad sanitaria, la temperatura de refrigeración debe ser máximo de 5°C y la temperatura de congelación de -18°C".
"Hay que "considerar que, con cada 20 minutos de exposición del pollo a temperatura ambiente, aumentamos la proliferación de microorganismos al doble, sobre la carga ya presente. En verano no debemos exponer el pollo cocido a temperatura ambiente más allá de una o dos horas", agregó.
Las intoxicaciones por consumo de alimentos contaminados con algún microorganismo (virus, bacteria, parásito, o toxina) pueden producir síntomas agudos y de inicio brusco, como son el dolor abdominal repentino, diarrea, vómitos o fiebre.
Además, esto se puede ver agravado debido a las altas temperaturas del verano, que facilitan la descomposición de los alimentos.
Siempre hay que lavarse las manos con agua y jabón antes de comer; lavar siempre frutas y verduras antes de consumirlas, consumir carnes, huevos y pescados bien cocidos, en el caso de los mariscos se recomienda hervirlos por al menos cinco minutos.
Además, se insta a separar los alimentos crudos de los cocidos y limpiar superficies y utensilios que estén en contacto con alimentos crudos antes de volver a usarlos.
Finalmente, se llaman a no consumir mayonesa casera.
¿Se lava el pollo?
"Sobre si es apropiado lavar o no el pollo antes de conservarlo o cocinarlo, las recomendaciones internacionales (Reino Unido y Estados Unidos) dicen que no hay que lavarlo, ya que aumenta considerablemente el riesgo de intoxicación, pues se pueden expandir las bacterias a través de las gotas de agua y la superficie de contacto", explicó la profesional.
Jesús Farías Silva
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