Raúl Abarca Pailamilla
"Me siento cansado y también estafado por el sistema de salud". Con esta frase Remberto Efraín Atenas Hernández (72) resume lo que ha sido su periplo por la salud pública debido a una artrosis que afecta a sus dos rodillas hace más de un año.
Esta enfermedad le ha impedido seguir trabajando en una empresa de aseo de la comuna de San Antonio ya que sus piernas no resisten su cuerpo.
"Esto partió cuando comencé a caerme solo en mi trabajo. Algo me pasaba. Fui al doctor y me diagnosticaron artrosis en las dos piernas. Me duelen mucho y cuando hace frío me llego a morir del dolor", cuenta este vecino de calle Aurora 461, en el sector de Placilla.
Atenas está desesperado. Al problema físico que padece se suma que no le han pagado las licencias médicas. "No tengo qué comer, porque no me pagan las licencias en el Compin. No tengo plata. Tengo que depender de que mi hija me traiga almuerzo, además tengo que pagar arriendo", se lamenta.
En diciembre de 2018 comenzaron los intensos dolores a sus articulaciones de la rodilla. Primero consultó en clínicas privadas y, luego de confirmar que era necesaria una operación debido al deteriorada estado de sus huesos, empezó su atención en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio.
"El año pasado tuve que recurrir a ustedes (Diario El Líder) porque nunca me llamaban para una atención con un especialista. Me dieron una hora, me dijeron que me tenían que operar en Valparaíso y de ahí nada", confiesa Atenas.
¿Y la ayuda?
Afirma que "cuando salí en el diario varios parlamentarios de la zona se acercaron para ofrecerme ayuda, pero yo les dije que no les creía, porque mienten. Y claro que tenía razón, porque nunca más supe de ellos. No me ayudaron".
"Uno se siente engañado con todo esto. Yo no quiero estar así de enfermo porque tengo que trabajar y pagar mis deudas", añade.
Remberto Atenas camina por su casa con una muleta que le permite trasladarse y asistir a una que otra terapia.
Este vecino placillano cuenta que hace unos días "estaba en la calle, venía entrando y me caí. Estoy desesperado porque se me ha venido todo encima. La enfermedad, no tengo qué comer, no tengo plata y más encima me estoy divorciando y me están pidiendo dinero. De dónde, si no tengo ni para vivir".
Atenas espera que con esta publicación "me ayuden, porque los dolores y el momento complicado que estoy viviendo en lo personal me tienen muy mal", dice al borde de las lágrimas.
Diario El Líder se comunicó ayer con el hospital Carlos van Buren para obtener una versión acerca de la tardanza en la operación, pero hasta el término de esta edición aún no se recibía una respuesta.