Periodismo-periodismo
por Abraham Santibáñez, periodista
Una encuesta reciente ha revelado que la mayor parte de la información que manejamos los chilenos proviene de Facebook y las redes sociales.
Así lo mostró el estudio "El rol de los medios de comunicación en la crisis social", que presentó la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas junto con Cadem. De acuerdo con la encuesta, el 50 por ciento de los entrevistados declaró que durante el estallido social su vía de información preferida fue Facebook. Al mismo tiempo casi un tercio reconoció que es en esa plataforma donde se encuentran permanentemente con noticias falsas.
"Veo una paradoja en el consumo de información a través de Facebook. Las personas lo consideran confiable, pero sospechoso de difundir noticias falsas. Se podría relacionar con que en Facebook se encuentra más presente el sentimiento de pertenecer a una comunidad, de estar en confianza, más que con lo que se dice allí", comentó Eliana Rozas, académica de la Universidad Católica.
Esta encuesta resume bien las esperanzas que suscitó el avance tecnológico que, como efectivamente ha ocurrido, ha facilitado enormemente el trabajo periodístico. Pero se puede advertir también su lado oscuro: las fake news y el deterioro de los debates cuando se reducen a simples opiniones sin fundamento.
No es lo que anticiparon los optimistas como Nicholas Negroponte, del Tecnológico de Massachusetts. En 1995, en "Ser Digital", Negroponte anunció que el futuro pertenecía a la gran revolución de las comunicaciones. El mejor ejemplo, aseguraba, era el diario personalizado.
"En lugar de leer lo que otros creen que son las noticias y lo que otros justifican como digno del espacio que insume, la digitalización cambiará el modelo económico de la selección de las noticias, hará que el interés personal de cada individuo desempeñe un rol más importante y utilizará incluso información que hoy es descartada en la sala de redacción por considerársela de escaso interés popular".
Lo que nunca explicó Negroponte, fue cómo funcionaría el sistema informativo. Tampoco tuvo en cuenta que, en ese escenario, los periodistas -y algunas de sus exigencias básicas- seguirían siendo indispensables. La noción de que los medios se surten mágicamente de información revela un desconocimiento de la construcción de la noticia como materia prima del periodismo.
El periodismo estableció tempranamente las reglas del juego. La información -no así la mera opinión- debe ser verídica y verificada antes de difundirla. Es la forma de garantizar la credibilidad del medio. También se establecieron ciertos criterios para la selección de las noticias y la forma de jerarquizarlas. Se hablaba de los "elementos" de la noticia, como la "trascendencia", la "relevancia", el nivel de los personajes involucrados. Mediante su análisis, es posible, hasta hoy, determinar el impacto de una noticia, si debe ir en portada o en páginas interiores, por ejemplo. O, incluso, descartarse.
Es por eso que los medios, desde hace mucho tiempo, se han estructurado como empresas, con una organización que haga obligatorio el cumplimiento de estos principios elementales, incluyendo consideraciones de responsabilidad ética y legal.
Nada puede reemplazar al periodismo-periodismo aquí descrito, ni siquiera un algoritmo impredecible, que es el que determina el destino de los mensajes en Facebook u otras redes sociales.