Antropólogo quisqueño recoge la historia de Isla Negra y la zona
Luis Morales Pichunante lanzó un libro a principios de febrero con anécdotas y relatos desconocidos de cómo se configuró lo que hoy conocemos con el Litoral de los Poetas.
Antes de la llegada de Pablo Neruda a Isla Negra, ese rincón de la comuna de El Quisco recibía cualquier otra denominación. Le decían Córdoba, por su proximidad al Estero de Córdova, Totoral Viejo, por ser considerado el borde costero del pueblo de El Totoral, o simplemente Punta de Tralca, como su vecino balneario.
El poeta empezó a usar el nombre de Isla Negra hacia 1938, cuando se estableció allí y cuando las distintas localidades del litoral aún no eran unidas por la carretera o cualquier otro tipo de adelanto tecnológico.
Él, un renombrado miembro del Partido Comunista, no era bien mirado por todos en un sector donde aún se mantenía la cultura del "patrón de fundo".
Era un lugar muy distinto y hasta el día de hoy en continua transformación. Todo eso y más es parte de lo narrado por el antropólogo Luis Morales Pichunante, quien el pasado 4 de febrero lanzó, en el Centro Cultural Camilo Mori de la comuna de El Quisco, su último libro denominado "Historia y cultura de Isla Negra y del Litoral de los Poetas".
Investigación
Se trata de una investigación de más de 200 páginas que ya agotó su primera edición. La segunda estará disponible el 20 de febrero.
Es el resultado de una "inquietud", según el autor, que busca "dar valor y educar sobre nuestras raíces, nuestras costumbres e idiosincrasia, pero por sobre todo motivar el desarrollo sustentable de nuestra zona".
"El objetivo es rescatar el patrimonio cultural local", recalca en conversación con Diario El Líder de San Antonio.
"Este proyecto fue parte de mi tesis de grado para ser antropólogo, pero se refundó hace unos años para contrastar los hechos culturales y políticos que han ocurrido en el país", agrega.
-¿Qué cambios?
-Es una historia de más de quinientos años, que parte cuando llegaron los primeros españoles a la zona, en 1536, a lo que entonces se conocía como la laguna de Córdoba. También se recoge la historia de aquellos que se asentaron en El Totoral, El Tabo, El Quisco y Algarrobo. También hay matices de Cartagena y Las Cruces, que eran localidades aisladas unas de otras. Antes de 1940 no había carretera, recién en 1923 se unió Las Cruces con El Tabo.
-Eso es mucha historia…
-Así es, también hay mitos y leyendas que fueron parte de estas localidades y de cómo el proceso moderno, la sociedad, las hicieron sucumbir. Algún día todo esto que hoy conocemos como el litoral va también a sucumbir como una zona meramente de balneario ante el desarrollo inmobiliario, si es que no se hace algo para detenerlo.
-¿Por qué centrarse en Isla Negra?
-Básicamente porque yo soy de acá y quería conocer, por ejemplo, quiénes eran las familias más antiguas, las primeras que habían llegado acá.
Legado de Neruda
-Pablo Neruda tiene gran influencia en esta localidad, ¿cómo se dio esa relación?
-En el primer capítulo -el libro está dividido en tres partes: el contexto geográfico, histórico y cultura- explico cómo a partir de Neruda comienza Isla Negra. Para su llegada, en 1938, lo que hoy es la comuna de El Quisco era la parte de sur de la subdivisión de Algarrobo, por lo tanto, antes de 1940, estos eran montes deshabitados a los que la gente les decía Córdoba por el estero de Córdoba, también se le llamaba como Punta de Tralca o como El Totoral Viejo, porque se consideraba como la extensión de El Totoral hacia la costa.
-Hasta que él adopta el nombre...
-Cuando Neruda adopta este nombre y lo empieza a usar, aparece un sentido de pertenencia, porque la gente reconoce el nombre y se denominan como isleños. En 1947 se funda un club deportivo con el nombre, lo que prueba cómo la gente también reconoce la denominación.
-¿Cómo era en un principio la relación entre la gente y Neruda?
- La gente era muy tradicional, muy influenciada por el patrón de fundo, por lo tanto, ver a Neruda como comunista era algo que generaba rechazo en algunas personas. No era bien visto por su ligazón a Salvador Allende y al Partido Comunista; sin embargo, su valor es inconmensurable, y cualquier diferencia entre la gente y Neruda es algo que se borró definitivamente con la llegada de la democracia y la casa museo.
-¿Patrones de fundo en Isla Negra?
-Claro, toda esta zona eran enormes fundos. A partir de la consolidación de la república de Chile en adelante, toda el área central del país se ve dedicada fundamentalmente a la producción de trigo.
"En Algarrobo, que era puerto, se embarcaba todo el trigo de la zona hacia Perú. Mucho más adelante se transforman estos lugares en balnearios, pero hasta la década del cuarenta, y en algunos casos hasta los sesenta, los cultivos llegaban hasta la orilla del mar. La parte de rulo era la siembra de trigo y papas y el resto para hortalizas", prosigue el investigador.
El antropólogo quisqueño dice que "es muy importante destacar la educación y trasmitir la historia local, que es escasa".
Enfatiza que su obra "es un libro hecho para las personas de acá, para quienes formaron este pueblo. Lo que se conoce de estas zonas es básicamente por el aporte de afuera, pero la gente de acá, que formó esto todos los días del año no tiene historia y debe saberse".
Tareas pendientes
Luis Morales destaca que se hace ahínco en el valor ambiental de la zona y de los movimientos políticos.
"Se rescatan los hitos geográficos más importantes que están bajo amenaza por el desarrollo inmobiliario y también hay una visión política de lo que ha pasado en esta zona, que empezó a gestarse a partir de los 90, con la llegada de la democracia. En la dictadura era escaso o nulo", sumó.
Estos dos elementos, a su juicio están "estrechamente relacionados".
"Necesitamos planes reguladores más protectores de nuestro medio ambiente. Estamos perdiendo humedales, quebradas, nos estamos quedando sin agua, entonces la pregunta es qué pasará con nosotros después".
-Es un fenómeno que se repite en toda la costa lamentablemente...
-Claro, tenemos que pensar en qué legado vamos a dejar a las demás generaciones. No estoy en contra de la modernidad, pero debe haber un respeto por la historia, por quienes construyeron estos pueblos en carretas y caballos.
Dónde obtenerlo
Para obtener una copia del libro se puede enviar un mensaje o llamar al +56 9 8266 0149.