Amigos se reúnen para recordar los años de la etapa escolar
Los compañeros de curso de la generación de 1969 del Instituto del Puerto realizarán una actividad en el establecimiento educacional para conmemorar medio siglo desde su salida de las aulas.
Fue en noviembre de 1969 cuando los alumnos de sexto de humanidades del Instituto del Puerto dejaban las aulas y emprendían nuevos rumbos.
A cincuenta años de ese hito, los exalumnos decidieron reunirse para conmemorar este hecho, el cual tenían presupuestado realizar en noviembre pasado, pero debido al acontecer nacional, debieron posponer el encuentro.
"Nos íbamos a reunir el seis de noviembre recién pasado, que fue cuando era el aniversario de nuestra graduación, pero muchos no podrían viajar por lo que estaba pasando en el país, así que corrimos la fecha para que todos lo que habían dicho que sí pudieran llegar", dijo Ramón Silva, uno de los miembros del curso.
-¿Por qué surge reunirse?
-No nos reunimos solo por los 50 años, sino que lo hemos hecho en diferentes ocasiones, lo hicimos para los 10, para los 15 años, incluso para los 40 años, nunca hemos perdido mucho el contacto, siempre nos hemos mantenido comunicados, enterándonos de lo que le ocurre al otro y lo que ha hecho con su vida en estos últimos 50 años.
-¿Les afectó mucho la situación que vive el país para su reunión de noviembre?
-La verdad sí, tuvimos que posponerlo y lo malo es que uno de nuestros compañeros falleció entonces ahora hay uno menos entre nosotros.
-Entonces, ¿cuántos podrán participar de esta reunión?
-Nosotros éramos 23, dos han fallecido y uno no lo pudimos contactar, por lo que al menos en esta reunión seremos 20 los que nos encontraremos.
-¿Ha costado mucho ponerse en contacto?
-Cuando salimos del colegio, solíamos juntarnos en grupos pequeños, los que éramos más amigos y fue así como entre unos y otros nos fuimos dando los contactos para poder ubicarnos. Hace algunas semanas realizamos igual una reunión para poder coordinar esta.
Exalumnos
Cada uno de los participantes de esta reunión, estudió al menos seis años en el antiguo recinto en el que funcionaba el Instituto del Puerto, lugar donde ahora funciona el colegio Papa Juan Pablo II.
Todos se han dedicado a distintas cosas, alcanzando también diversos logros, pero sin dejar de lado el lugar que los unió.
-¿Todos continuaron con su vida en San Antonio?
-No, solo algunos. Todos nos fuimos dedicando a distintas cosas y por lo mismo, varios han cambiado de ciudad o porque formamos familias, han pasado los años y uno lleva una vida distinta.
-¿Dónde han continuado haciendo su vida?
-Algunos son de Santiago, otros nos quedamos en San Antonio y en la región, tenemos un compañero en Temuco, por ejemplo, otro en Rancagua y dos están en Canadá, e igual viajarán a este encuentro. Estamos entre varias regiones del país y alrededor del mundo.
-¿Cuánto tiempo estuvo la mayoría de ustedes en el colegio?
-La mayoría estuvo por lo menos seis años, en esos años no existía el kínder ni el prekínder, sino que hicimos desde primero básico hasta sexto año de humanidades. Yo soy uno de los que más años estuvo más años, fueron 12 años, otro de los que nos reunimos estuvimos juntos durante toda nuestra educación.
-¿Todos tienen la misma edad?
-No, ahora sería impensado que los niños en un curso tengan tanta diferencia de edad como en el caso de nosotros, pero en aquellos años era de lo más normal, el mayor tiene 71 y yo soy el menor que tengo 66 años. Son casi cinco años, algo realmente impensado en esta época.
-¿Se han dedicado a cosas muy distintas todos?
-Hay de todo, como en todos los cursos, algunos son ingenieros, yo por ejemplo soy contador auditor y otro es decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, ese es Raúl Morales, entonces todos nos dedicamos a cosas totalmente distintas.
Desde Canadá
Por su parte, Jorge Soto, otro de los exalumnos, viajó desde Canadá, país en el que reside en la actualidad.
"Yo estudié Educación Física, varios años antes de venirme con mi esposa a Canadá ejercí en el Liceo Fiscal y en la Escuela Industrial. Llevo más de 40 años con mi esposa en Montreal y estas son las oportunidades en las que vengo a San Antonio para reunirme con mis compañeros de colegio", agregó.
La actividad
Para conmemorar medio siglo desde que egresaron como alumnos del Instituto del Puerto, los miembros de la generación de 1989 realizarán hoy una actividad en el establecimiento.
La reunión se desarrollará a partir de las 10 de la mañana y en ella este grupo de amigos buscará recordar viejos tiempos.
-¿Qué tienen planeado para la actividad de hoy?
-Bueno, son varias cosas,. Nos reuniremos en el colegio que para nosotros es nuevo, entregaremos una placa recordatoria y también realizaremos una liturgia conmemorativa y nos tomaremos por supuesto la foto de rigor en la que salimos todos.
-¿Qué pasa con el antiguo colegio?
-Haremos un recorrido por el colegio nuevo y después nos trasladaremos a lo que era nuestro colegio, que es donde ahora funciona el colegio Juan Pablo II.
Nuevas tecnologías
Para Ramón Silva una de las mayores ventajas que ha tenido su generación ha sido la tecnología, sobre todo porque se pueden mantener conectados, algo que en la época en la que ellos estudiaban era inexistente.
-¿Qué es lo que cree que los hace a su generación tan característica?
-Bueno, principalmente siento que los avances que se consiguieron en nuestra generación, pero lo lindo de todo esto es que gracias al colegio pudimos conocernos, crear lazos y una amistad que ha perdurado luego de 50 años de nuestra graduación.
-Ramón, ¿cree que las nuevas tecnologías los han unido?
-Claro, nos mantenemos en contacto y eso es importante, sobre todo con los correos y esas cosas, a mis nietos no les asombra, porque claramente ellos nacieron con esas cosas, nosotros no, yo por ejemplo cuando estudié nunca usé una calculadora, porque era algo que no existía.
-¿Qué opina de aquello Jorge?
-Me parece que es un avance total, ahora todos tenemos nuestros números de teléfono y se creó un grupo de WhatsApp, entonces sin importar dónde estemos, gracias a la tecnología, siempre podremos saber cómo está el otro y es por lo mismo que nos juntamos.