Vecinos de Las Dunas piden poner fin a enfrentamientos afuera de sus casas
Pobladores aseguraron sentirse cansados y muy asustados por la violencia que han visto en las calles durante estos cuatro meses de manifestaciones.
Cuatro vecinos de Villa Las Dunas decidieron dejar sus miedos atrás y contar el calvario que viven durante las noches, cuando su barrio se convierte en el principal escenario de los enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros.
Decidieron hablar solo con la condición de mantener sus identidades en reserva y así evitar represalias y odiosidades, especialmente en estos días en donde la tolerancia y el respeto parece no importar mucho.
Sonia ha pasado toda su vida en este sector de la comuna de San Antonio y para ella ser testigo de la violencia que se produce, especialmente en calle Curicó, ha sido muy devastador.
"Soy una mujer de 70 años que a estas alturas de la vida solo busca tranquilidad. Yo creo que la mayoría sabemos que las demandas sociales son justas. Por eso también estoy convencida de que enfrentarnos entre nosotros no está bien", señaló.
A juicio de esta pensionada, la violencia vista en las calles de su querida Villa Las Dunas viene de ambos sectores.
"Seamos honestos. Acá la violencia viene tanto de los manifestantes como de los carabineros. Si los manifestantes no empezaran a prender barricadas, los carabineros no tendrían a qué venir. Al final esto se ha convertido en un juego, en donde los únicos perjudicados somos los vecinos que ya no podemos vivir en paz", agregó Sonia.
José llegó a Villa Las Dunas hace más de 30 años y, según él, todos los hechos de violencia registrados a pocos metros de su casa, lo tienen al borde del colapso.
"No entiendo por qué los enfrentamientos deben ser en este sector donde viven muchos adultos mayores. Ya no podemos vivir en paz, estamos asustados. Yo casi ni duermo pensando que en cualquier momento se meten a mi casa porque están todos muy violentos", afirmó.
Para este sanantonino, la violencia no es el camino correcto para conseguir el objetivo, "porque al final estamos peleando entre nosotros, cuando eso no debiera ser así. En este momento es donde más unidos debiésemos estar porque todos queremos un país justo, pero no a costa de la violencia y de la paz de las personas", opinó José.
Hortensia, al igual que Sonia y José, ha sido vecina de Las Dunas durante toda su vida, por eso aseguró que "me duele ver todo destruido".
"Estos meses han sido los peores. Estoy cansada de ver cómo un grupo de jóvenes destruye el sector donde crié a mis hijos. Estoy cansada de ver a los carabineros lanzando lacrimógenas a las casas sin pensar en quién está dentro. Pero sabe lo que me da más pena y duele, es ver cómo mis compatriotas se enfrentan y se ofenden", enfatizó Hortensia.
Luego reveló que "el otro día un nieto intentó hablar con estos muchachos para que hicieran sus barricadas en otro lugar porque el humo y el gas lacrimógeno nos tiene a todos mal, pero al final fue peor porque lo insultaron e intentaron agredir, solo por pedir respeto. Jamás pensé que en mis 67 años de vida vería nuevamente a mi país polarizado. Al final hemos perdido el respeto por el que piensa distinto porque acá ya no existen los matices. O es negro o es blanco".
"No es la forma"
Blanca, de 67 años, apoya cada una de las demandas sociales, pero, a su juicio, "la violencia no es la forma".
"Vivir en Las Dunas se ha convertido en una pesadilla. En las noches esto parece una guerra. Se sienten las piedras, los gritos, cómo la gente corre de un lado para otro como si esto fuera un juego. Creo que las demandas son justas porque al final a todos nos afectan, pero la violencia tampoco es buena", reflexionó esta vecina de Las Dunas, quien agregó que "cuando uno intenta dialogar con estas personas, empiezan con que esta lucha es para todos. Sí, estamos de acuerdo que es para y por todos, pero a qué costo. La mayoría de los que vivimos acá somos personas mayores. Incluso hay muchos que están postrados, pero al parecer a nadie le importa, ni a los manifestantes ni a los carabineros".
Todos coinciden en señalar que la violencia en este sector ha llegado a un límite inaceptable.
"Hemos hablado con las autoridades, con los manifestantes, con los carabineros, pero parece que a nadie le importa lo que estamos viviendo. Están tan metidos en sus cosas que se olvidan que en Las Dunas vivimos personas que solo pedimos residir en paz y tranquilidad", recalcó Sonia.
"Jamás pensé que en mis 67 años de vida vería nuevamente a mi país polarizado",
Hortensia, vecina de Las Dunas

