Exportuario murió el día de su cumpleaños tras sufrir una caída
El jueves, a la hora de almuerzo, festejó su cumpleaños con sus amigos en el bar restaurante "El Checo", lugar al que era asiduo visitante. Por la noche sufrió una caída cuando llegaba a su casa y finalmente murió. Ricardo "Pejerrey" Carreño Pérez, otrora obrero del puerto de San Antonio, vivió 64 años. Su partida hunde en el dolor a su familia y a sus compinches en aquel local donde siempre compartían experiencias y ricos brebajes.
Roxana Cea, hermana del malogrado sanantonino, contó a Diario El Líder que ese día se juntaron a almorzar en el restaurante Canadá. "Estaba súper contento y lo pasamos bien ese ratito, le di un beso y luego se fue a El Checo, donde un amigo le tenía un cóctel. Después, como a la una de la madrugada, me llamaron para decirme que había muerto", afirmó la mujer.
Carreño cayó de una altura de seis metros desde un muro de contención por el cual acortaba camino para acceder a su hogar. Un fuerte golpe en el cuello le provocó la muerte. "Lo encontraron como a las 20.30 horas", dijo la hermana.
Tenía tres hijos y era miembro de una familia de trabajadores portuarios. Sus restos son velados en la casa de uno de sus retoños, ubicada en la esquina de Libertad e Independencia. Sus restos serán cremados para que sus cenizas sean lanzadas al mar en San Antonio.
"De nuestro querido Pejerrey echaremos de menos su buen humor, su voluntad infinita y mil y una historias que siempre tenía para contar", escribió Carlos Mondaca, gerente de Asuntos Públicos de Puerto San Antonio, quien era amigo de Ricardo Carreño y compartieron juntos a los integrantes de "la mesa del fondo" en el hoy triste "El Checo".