Experiencia de un periodista santodomingano en Italia: "Los errores se pagan caros"
En estos tiempos de convulsión mundial, cuando la emergencia demanda acciones comunes, coordinadas y de buen sentido, es lamentable ver cómo las autoridades locales cometen errores que pueden tener consecuencias tan irreparables como la pérdida de seres queridos.
Francisco Fantini - desde Parma, Italia.
Desde el año pasado me encuentro en Parma, Italia y he sido testigo de unas de las peores pandemias que ha acechado a la vida humana en el último tiempo. En este país europeo se concentra la segunda mayor cantidad de contagios a nivel mundial y los muertos ya se cuentan de a miles. El cementerio local en la ciudad donde vivo, que solía efectuar cuatro funerales en un día, hoy tiene sepelios cada treinta minutos. Lo más triste es que estas ceremonias fúnebres no se pueden celebrar como quisieran los familiares del difunto porque viola la regla que prohíbe la reunión de grupos de personas para así evitar el contagio. Entonces esta sucesión interminable de entierros se desarrolla en un penoso y solitario silencio.
Las medidas de control
Esta situación puede afectar a Chile, incluso con más dramatismo. Una de las fallas del sistema italiano, en relación a lo ocurrido en China, donde después de dos meses ya están pasando lo peor de la epidemia, es que los controles de los contagiados, tanto sintomáticos como asintomáticos, no ha sido el mejor. Mientras en China cada persona en cuarentena viene identificada y monitoreada telemáticamente, en Italia esta cuarentena no se ha respetado con el mismo rigor. El principal problema fue que muchas personas, ante las inminentes prohibiciones al desplazamiento debido a la cuarentena, optaron por volver a las casas de sus familiares, muchas veces ubicadas en otras regiones o provincias, lo que aumentó la tasa de contagio.
Aislamiento
Chile recién afronta los desafíos que plantea una pandemia de impacto mundial. Sin embargo el actuar de las autoridades ha sido errático lo que pone en peligro a la población. Santiago concentra el 90% de los casos positivos con coronavirus y pese a ser el principal foco de contagio, aún no ha sido aislado del resto de la población, poniendo en riesgo a las provincias aledañas, como ocurre con el Litoral Central. Actualmente la capital de Chile es la zona roja de esta epidemia en el país y cuanto antes se debe prohibir que sus habitantes salgan de esta ciudad para evitar la propagación del contagio.
Coasos de capitalinos que cumplen cuarentena en santo domingo
Lamentablemente este martes, en un medio de difusión nacional, se publicó la noticia de que unos santiaguinos contagiados decidieron pasar la cuarentena en su casa de veraneo en Santo Domingo, como quien se va de vacaciones a la playa. Fue la propia gobernadora de San Antonio, Gabriela Alcalde, quien entregó esta desconcertante información, sin medir las consecuencias del hecho y sin contemplar tampoco ninguna medida de protección al respecto, obviamente ocultando la identidad y el domicilio de estos afectados. En China, también como ocurriría en Italia, estas personas hubiesen sido desalojadas con una ambulancia especial por haber violado la obligación de aislamiento y poner en riesgo a toda la población local, además de multas ejemplares por su comportamiento irresponsable.
Esta cadena de errores, que puede ser letal para nuestros vecinos, se replicó en el Municipio de Santo Domingo, que en virtud del respeto de la propiedad privada, indiferentes que estamos ante una emergencia sanitaria a nivel mundial, aceptó que estas personas contagiadas se vengan a instalar en una comuna que hasta el momento estaba libre del peligroso virus.
Manejo de la crisis
Este irresponsable manejo de la crisis generó un intenso debate en redes sociales, uno de los medios más usados para informarse. Ante el reclamo justificado de los vecinos de Santo Domingo, el encargado del sitio corporativo municipal declaró que "confiaban" que estas personas se quedarían en casa, en lugar de garantizarlo como le corresponde. Después esta misma persona se excusó diciendo que la autoridad sanitaria no les había dado ni los nombres ni la dirección de los contagiados, asumiendo la inoperancia municipal ante una amenaza evidente. La obligación del municipio debe ser garantizar la salud de las personas y tomar medidas drásticas, como destinar un equipo de seguridad ciudadana para resguardar los domicilios de los contagiados durante 24 horas, además de iniciar los trámites para su desalojo.
Crear conciencia
Pese que por motivos ajenos a mi voluntad estoy viviendo en otro país, mantengo mis afectos en la comuna parque y como todos, no quiero que los míos enfermen con una epidemia que puede ser controlada actuando responsablemente. Esta inquietud me empuja a escribir estas líneas que están destinadas a crear conciencia, sobre todo en las autoridades, que su principal e irrenunciable labor es garantizar el cuidado de las personas, cueste lo que cueste.