"Parece una película de terror"
Mientras los gobiernos toman medidas para intentar frenar la pandemia, las personas por su parte luchan a diario por conseguir la sobrevivencia y, a la vez, cuidar su salud. Como es el caso de los sanantoninos Alondra Berrios (España), Carolina y Óscar Acevedo (Alemania) y Yerko Plaza (Nueva York), quienes enfrentan la pandemia fuera de su tierra natal y hacen un fuerte llamado al autocuidado La acelerada expansión del covid-19 tiene a todo el mundo en alerta. Desde el inicio del virus en Wuham China, el 8 de diciembre del año pasado, ya van más de 44 mil muertos y 880 mil contagiados a nivel mundial. La cifra de los recuperados, en cambio, es de poco más de 185 mil.
En mayo del año pasado, Alondra Berrios (29), de Alto Mirador, se fue "a probar suerte" a Palmas de Mallorca (España). Marzo era el mes clave para ella, ya que con la residencia legal podría buscar un trabajo formal como cocinera, pero justo el 14 de marzo comenzó la cuarentena.
Alondra recuerda que "esto empezó el viernes 13, que dieron un aislamiento de emergencia, donde supuestamente la gente no podía salir, pero igual salió. Al otro día el Presidente (Pedro Sánchez) decretó la cuarentena total y desde ese día solo puede salir una persona de cada casa a cosas puntuales, como a la farmacia, a botar la basura o pasear al perro", relató la joven.
Hasta ahora los únicos locales abiertos son farmacias, supermercados, gasolineras y tabaquerías.
"Empezamos la cuarentena con 191 personas muertas y más de seis mil infectadas, al otro día había más de 1.500 nuevos contagios y los muertos alcanzaban a los 288 en total", detalló.
Hasta ayer en España, el tercer país en el mundo con más contagiagos, la cifra total de muertos ascendía a 9.053, siendo el quinto día con más de 800 fallecidos diarios. Los infectados, en tanto, alcanzaban los 102.136 y los recuperados 22.647.
El rápido aumento generó en ella otra visión: "Pasa a segundo plano estar aburrido, uno piensa en que por lo menos tiene salud. Como me voy a quejar mientras veo una película sabiendo que están muriendo muchas personas".
Alondra ha visto las consecuencias del covid-19. "Los hospitales están colapsados y los cementerios también, están dejando a los muertos en pistas de hielo en Madrid. Esto parece una película de terror".
"A este virus le da lo mismo tu edad, estado físico, situación económica o rango social. Acá ha muerto gente de mucho dinero: murió el expresidente del Real Madrid (Lorenzo Sanz), murió el presidente del Banco Santander en Portugal (Vieira Monteiro) y el príncipe Carlos de Inglaterra está con coronavirus. Solo depende de cómo reaccione tu cuerpo", enfatiza.
Para ella, "en Chile se están tomando muy para la chacota algo que es realmente importante y que se viene feo". Por eso, reitera el llamado a cuidarse y sobre todo a su familia: "No tengo miedo por mí, estoy bien y lo estaré mientras siga las normas, me da miedo por ellos. A mis papás les advierto que no salgan y no reciban visitas. Me enojo con ellos para que se den cuenta y cumplan la cuarentena: si yo puedo estar encerrada en un departamento, ellos que tienen casa también pueden hacerlo".
Sanatoninos por el mundo cuentan cómo enfrentan la pandemia
"Esto no es un chiste"
Todos los días, Yerko Plaza (33) debe tomar transporte público hacia su trabajo en Nueva York (Estados Unidos), donde observa durante una hora el comportamiento de los neoyorquinos. "Por el virus se dejó el transporte público gratis para los que seguimos trabajando. En el bus, uno se da cuenta quién va a trabajar y quién no. Hay personas que no deberían usarlo, pero no están ni ahí y aprovechan que es gratis para salir a juntarse con sus amigos o familia", cuenta.
Yerko, criado en la población Montemar, trabaja en una pizzería ubicada dentro de un supermercado.
"Me siento seguro, porque estoy tomando las medidas. Le tengo más miedo a la gente que al virus, desafortunadamente. ¡No sé de dónde sacaron que el papel de baño iba a ayudar en algo! Eso también está pasando en Chile. No los entiendo", expresó.
Hace 23 años el maestro pizzero llegó a Nueva York, el estado más azotado con la pandemia, con una cifra hasta el día de ayer 76.030 contagiados y 1.552 muertos (en todo EE.UU reportaron 189.441 contagiados y 4074 fallecidos). Según las autoridades, esa cifra irá en aumento y el 80% de los residentes de los más de 19,4 millones de habitantes del estado podría contraer el covid-19.
Yerko es testigo de la preocupación. "Hoy (lunes) llegó al Estado de Nueva York el buque hospital de la marina de los EE.UU, la última vez que estuvo aquí fue para el atentado a las Torres Gemelas. Eso demuestra que esto es algo serio. Ojalá la gente tome precaución".
Cuidados
Él por su parte hace lo suyo. Cada día que regresa del trabajo realiza la misma rutina: sanitiza con una mezcla de vodka y agua (el alcohol se lo llevaron todo cuando decretaron las primeras medidas en Nueva York) sus zapatos y ropa y, luego, se da una ducha caliente. "De ahí recién puedo ir a saludar a mi hija, de 5 meses, y a mi pareja. Es un poco complicado, porque lo primero que uno hace es saludar, pero debo hacerlo para prevenir esto".
En Nueva York las personas que no trabajan en servicios esenciales están laborando desde sus casas. Pero se mantienen abiertos supermercados, farmacias y locales que ofrecen comida para llevar, como la pizzeria donde trabaja Yerko. "Da un poco de miedo, porque cualquier cosa la puedo llevar para la casa, pero bueno, uno tiene que salir a trabajar no más, no queda de otra".
Yerko espera que en Chile la gente se cuide. "Encuentro que esto no es un chiste. Veo que allá hay gente haciendo asados de fin de semana, carreteando y no deberían estar en eso, deberían estar preocupados. Acá se ha visto que no hay espacio para poner los cuerpos, los están poniendo en camiones para incinerarlos. Si es que muere un familiar tuyo no lo puedes ver o velar, solo tendrás que quedarte con el recuerdo de la persona. Eso es lo triste", afirma.
Hermanos en cuarentena
A los hermanos de Llolleo, Carolina (32) y Óscar Acevedo (26) los pilló la pandemia en Berlín (Alemania). Óscar había ido a visitar a su hermana, quien vive hace cuatro años allá, mientras esperaba la respuesta de Dinamarca para su solicitud de una visa "Working and Holiday" (visa de trabajo y vacaciones) y justo los daneses cerraron la frontera por el aumento de casos de covid-19.
Hoy duerme en un colchón en la pieza de Carolina, esperando que todo se normalice. Pero no se queja: "Tengo suerte de estar donde mi hermana, porque hay varios chilenos que están esperando la visa como yo, pero en Dinamarca, y ese proceso está suspendido hasta que todo se normalice. Tengo suerte de estar en Alemania, que me ofrece extender mi visa de turista hasta que se arregle todo".
Aunque en Alemania no hay cuarentena total, sino una "semicuarentena", ellos están abastecidos. "Tenemos la suerte que mi hermana vive con un alarmista que averiguó dos meses antes (que llegara el virus) mucho por internet y se preocupó de comprar mucho confort y un bidet incluso. También compró 30 litros de etanol e hizo una mezcla para un gel antiviral con recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Cada vez que llegamos a la casa nos sacamos los zapatos y nos lavamos las manos con esa mezcla".
"Tenemos comida para un año, yo tengo no sé cuántos kilos de legumbres", agrega Carolina.
-¿En qué consiste la 'semicuarentena'?
-Carolina: Por ejemplo, todos los locales que pueden juntar mucha gente están cerrados. Solo los restaurantes con capacidad para hacer delivery siguen abiertos. Debes salir solo o máximo con una persona que debe vivir contigo, eso lo está controlando supuestamente la policía. Si te ven de a dos te piden documentación y un comprobante de tu residencia.
Otras medida, señala, es que por auto solo deben ir dos personas, lo que es fiscalizado. También se puede salir a la calle a hacer ejercicios, a pasear al perro o a lugares como supermercados o farmacias, los que deben contar con medidas de higiene y para que la gente respete la distancia sugerida de un metro y medio.
Los hermanos procuran salir solo a lo necesario y, al igual que la mayoría de la población, Carolina está trabajando en casa. "Tengo la suerte que, pese a que aquí soy estudiante, tengo un contrato a tiempo indefinido, entonces no me van a echar del trabajo y me están dando facilidades para que trabaje desde mi casa, me van a entregar un computador y hasta la silla".
Respecto al temor que les provoca el virus, Óscar expresa que "si me llegara dar coronavirus, prefiero que me dé mil veces aquí que en Chile". De similar modo se siente Carolina: "acá la salud es buena, hay suficiente capacidad".
También los hace sentir más seguros que, dentro de todo, "las muertes no son tan altas como en otros países", dice Óscar. Hasta ayer Alemania tenía 732 fallecidos y más de 67 mil contagiados.
Para ella la preocupación son sus padres: "Que se enfermen mis papás, los dos mayores de 60 años, con enfermedades previas y ambos fumadores, me inseguriza".
La otra inquietud es sobre el futuro.
"Me da susto qué va a pasar con nosotros cuando esto termine, que somos inmigrantes de baja categoría, porque yo estoy aquí de estudiante y mi hermano está recién llegando. Eso me da mucha inseguridad, pero hasta ahora lo estamos llevando bien", concluye Carolina.