Juan Gilberto Hernández O.
"Aquí está el Tito Pizarro, el padre de mis hijas, el amor de mi vida y quiero que él sepa y que todos sepan que voy a cuidar a nuestras niñas como él las cuidó y las voy a enseñar como él las enseñó", dijo Daniela, la viuda de Héctor Andrés Pizarro Chacón, el "Tito Pizarro", para despedirlo ante el puñado de amigos y familiares que llegó al cementerio Parroquial de San Antonio.
El día soleado de otoño recibió a la caravana triste que bajó desde la calle Florencia, en la Villa Miramar, recorrió Barrancas, cruzó Centenario y enfiló rumbo a la última morada de este comerciante sanantonino cuya familia es ampliamente conocida en el rubro del transporte local.
Padre de tres hijas, Kharem, Daniela y Marie Esperanza, fruto de su relación de 27 años con su amada Daniela, el "Tito Pizarro" no solamente fue un porfiado comerciante local, sino que también incursionó en los medios de comunicación como pionero en la transmisión televisiva de carreras automovilísticas y como productor y parte del elenco del recordado programa de humor "Sin-Vergüenzas", que Canal 2 transmitió en dos temporadas entre los años 2006 y 2008.
Y precisamente el director de ese programa, Julio Orellana, tuvo palabras para recordar al amigo en el momento de la despedida. "Lo que yo siempre admiré del Tito Pizarro, sabiendo que todos tenemos defectos y virtudes, es que siempre fue un tirador pa'rriba; una persona que aunque en un determinado momento perdiera todo lo que tenía, se levantaba al otro día como si nada y partía de nuevo. Eso es lo que recuerdo y lo que más admiro de él".
Duro golpe
Para la familia Pizarro este fue un duro golpe que resintió el corazón del clan. Alejandro Pizarro, primo del "Tito", confesó que "esto es súper triste para toda la familia y estamos todos muy acongojados porque duró tan poco mi primo desde que le comunicaron su enfermedad. Fue muy poco lo que se pudo hacer. Y aquí vamos ahora a dejarlo en su último viaje y en nuestros corazones va a quedar todo lo que vivimos desde la infancia, estamos destrozados con su partida".
Sobre las cualidades que hicieron tan querido al "Tito Pizarro", Alejandro dijo que "siempre fue un soñador, innovador, siempre estaba pensando un poco más allá. De repente lo mirábamos raro porque era demasiado soñador y por eso mismo siempre salió adelante, siempre logró lo que se propuso. Lo más triste es que le faltaron años para seguir haciendo cosas".
Los brochazos de cal blanca fueron dejando mensajes que los autos de la caravana que despidió a Héctor Pizarro, luego del funeral íntimo que la familia realizó en medio de las restricciones por la emergencia sanitaria.
Junto con el dolor de la partida también salieron los recuerdos entrañables del humor que hasta el final lo acompañó. "Tenemos miles de anécdotas, pero hay pocas que se pueden contar (ríe). Uno de estos últimos días que lo vine a ver le dije: "Oye va a venir una expolola a verte, la Jésica Franco". 'La Monó', me contestó y nos matamos de la risa", contó su primo Alejandro antes de partir rumbo al cementerio Parroquial. Porque así era el Tito, un empedernido soñador, un humorista en potencia que siempre sacaba carcajadas.