Sanantonina que vive en Barcelona relata cómo el cruel covid-19 ha asolado a España
Carla Almendro Moreno, que ha visto de cerca la tragedia de los miles de muertos en dicho país debido al rápido avance de la pandemia, dijo a Diario El Líder que "el confinamiento es lo único que detiene a este virus, no existe vacuna, por lo que tenemos que ser responsable como ciudadanos".
Desde hace 13 años que Carla Almendro Moreno (34) vive en Barcelona, España. Allá está con su marido, el español Juan Francisco Carril Márquez, y sus dos hijas Emma, de cinco años, y Luna, de tan solo cuatro meses. Lejos de Chile y de su San Antonio natal, esta semana quiso comunicarse con Diario El Líder para hablar de la emergencia mundial que se vive por el covid-19, pues quiere transmitirles un mensaje a los sanantoninos para que se cuiden y tomen las medidas preventivas que le ayuden a evitar el contagio con esta enfermedad que hoy asola al país que ella eligió como su segunda patria.
En tierras hispanas, Carla trabaja como coordinadora de programas para la ocupación e inserción laboral y como orientadora ocupacional en organizaciones no gubernamentales (ONG).
En San Antonio creció en la población Los Álamos, donde aún están su madre, hermanos y la pareja de su mamá. A miles de kilómetros de distancia de nuestro puerto, Carla contesta nuestras preguntas. Sus respuestas son reveladoras.
-¿Cómo has vivido esta pandemia junto a tu familia?
-Cuando salió la noticia sobre el covid-19 en Wuhan (China) no te imaginas que un día te despertarás y tienes que confinarte con tu familia por un tiempo que no se sabe cuánto durará. Tuvimos los primeros casos en España a principios de marzo, se detectó que las personas contagiadas habían estado en Italia (país donde se propagó con mayor rapidez en la Unión Europea), por lo que trataban de localizar a las personas con las que habían tenido contacto para aislarles. Como ya se sabe, el covid-19 es un virus que no presenta síntomas en la primera semana, por lo que facilita su propagación ya que la persona que está contagiada no lo sabe y comienza la cadena de contagio".
Agregó que "tuvimos la primera señal de que esta situación era seria con el cierre de los colegios (viernes 13 de marzo). Al día siguiente el gobierno declaró el estado de alarma y pidió que todas las familias se confinaran en sus casas por un periodo de 15 días. Así comenzó un estado de incertidumbre, como familia nos preparamos para el confinamiento abasteciéndonos para una semana (agua, leche, frutas y verduras, algunas latas de conserva, carne y pescado, etc.) esperando que esta situación solo fuera de 15 días. Ya llevamos 20 días, estábamos saliendo dos veces por semana para abastecernos pero con las medidas cada vez más restrictivas que ha impuesto el gobierno y el número de contagiados (más de 100.000 y más de 10.000 muertes) queremos correr el mínimo riesgo de contraer el covid-19".
Confinamiento
La situación en España es compleja, cruel y mortal. Las ciudades parecen abandonadas, los hospitales viven en alerta máxima, hay miedo, pavor. Todo eso ha sido informado por los medios de comunicación.
Carla explicó gran parte de la gente en España obedeció y evitó los lugares donde se puedan generar aglomeraciones por la alta probabilidad de contagiarse. "Con dos niñas pequeñas en casa, tienes que estar activo todo el día, por la mañana desayunamos y con Emma hacemos tareas del colegio y aunque no tenemos pautas estrictas, sí tenemos una lista del curso que hemos compartido con otras familias por WhatsApp. Limpiamos la casa, preparamos la comida y tratamos de distraernos cantando canciones y saliendo al balcón. Por las tardes vemos alguna película y hacemos alguna tarea del colegio".
"Para nosotros los papás, tratamos de tener nuestro espacio ya que el encierro es muy estresante. Creemos que es un buen momento para compartir en familia y ser responsables con las personas que están padeciendo en los hospitales y los sanitarios (funcionarios) que están exponiendo su vida a diario para que esto se supere con el mínimo de personas fallecidas", prosiguió la sanantonina.
Confinados a estar en sus casas, quienes viven en España han debido enfrentar una crisis peligrosa, sobre todo por el rápido avance que ha tenido la pandemia y por la falta de camas que esta ha provocado en los hospitales.
"Actualmente tenemos la alerta hasta el día 11 de abril, los contagios siguen creciendo y sigue muriendo gente. Es vital que nos mantengamos confinados, nuestro entorno familiar no está contagiado. Mis suegros, por su edad tienen alto riesgo de contagiarse, por lo que ellos no salen ni a comprar, su hija se encarga de llevarles la compra", añadió Carla en la entrevista con Diario El Líder.
"Cuando salimos a la calle para comprar, las medidas que tenemos en cuenta son: ir al supermercado en los momentos de menos afluencia, mantener el mínimo de un metro de distancia con las personas. Las compras del supermercado y frutería las dejamos en el suelo, con un trapo con cloro limpiamos todo lo que hemos comprado porque no sabemos si alguien que tiene el virus lo ha tocado. Guardamos la compra en el lugar que corresponde (refrigerador, despensa, etc.), nos lavamos las manos, nos quitamos la ropa con la que hicimos la compra (la dejamos en la terraza) y nos volvemos a lavar las manos. Tratamos de que las niñas no toquen nada antes de limpiarlo todo. Desinfectamos la puerta y los botones del ascensor cada día y que es de uso común con los demás vecinos".
Los días son grises para un mundo que ve a diario como miles caen doblegados por este enemigo al que no sabemos cómo derribar. Los niños, los pobres, los ancianos, los más desvalidos y los desprevenidos también, hoy están más vulnerables que antes de esta pandemia que quedará marcada en la historia reciente del planeta.
Testimonio
Aunque la realidad actual es mucho más alarmante en España que en Chile, Carla no tiene en sus planes regresar a San Antonio, aunque obviamente por estos días no podría hacerlo tampoco por el cierre de fronteras. "No he pensado en volver a Chile porque tengo mi familia y trabajo aquí. Por las noticias que he visto y leído veo que el gobierno está tomando las medidas necesarias, pero las personas no están tomando la iniciativa de tomar medidas", dijo.
"He querido compartir mi testimonio porque tengo a mi familia y amigos en Chile, quiero seguir compartiendo con ellos a la distancia momentos cotidianos, quiero que las personas que conozco y sus familiares sigan con sus rutinas y sus vidas, pero todo esto es posible con la responsabilidad de todos. El confinamiento es lo único que detiene a este virus, no existe vacuna, por lo que tenemos que ser responsables como ciudadanos", resaltó esta mujer que hoy, más que nunca, añora estar junto a sus seres queridos que también la extrañan en San Antonio.