Botillerías, el otro rubro que pasa penurias por el coronavirus y el toque de queda
Los locatarios han tenido que implementar nuevas medidas, como el reparto a domicilio.
Por estos días mucho se ha hablado de los negativos efectos que ha provocado el coronavirus en el comercio sanantonino. Y las botillerías no están ajenas a esa realidad.
Los dueños de estos locales en San Antonio coinciden en que claramente la ingesta de alcohol no es una prioridad en estos tiempos y que la gente solo sale de sus hogares para conseguir artículos de primera necesidad.
Por lo mismo, se han visto fuertemente afectados debido a la notoria caída que han experimentado las ventas, sobre todo los viernes y sábado, que solían ser los días de mayores ingresos en este rubro.
"Sabemos que el alcohol no es una prioridad y la gente ha tomado otros resguardos. Se ha visto una baja significativa en las ventas. La afluencia de público ha bajado. Si bien sube los fines de semana, principalmente desde jueves a sábado, no está como era hasta hace algunas semanas", comentó Jorge Fernández, miembro del equipo de administración de la botillería El Poly de Barrancas.
"La población flotante, por ejemplo, que venía para Semana Santa era alta y muy beneficiosa, pero esas cosas ahora no pasan", agregó Fernández, quien contó que los viernes y sábado están atendiendo hasta las nueve de la noche, una hora antes del inicio del toque de queda.
Esto último, precisamente, es otro de los factores que ha generado que las ventas disminuyan para las botillerías.
"Al principio de la pandemia atendíamos solo por la reja para mantener la distancia social y debido al toque de queda cerramos a las 21.30. Estamos perdiendo cinco horas y media de ventas, sobre todo en los días en que más se vende, que son viernes y sábado. Antes atendíamos hasta las tres de la mañana y había mayor movimiento de público. Ahora a las diez de la noche ya no hay nadie en la calle", opinó Cristián Muñoz, administrador de la botillería El Sótano de avenida Chile, en Llolleo.
Delivery
El reparto a domicilio o delivery se ha transformado en una de las medidas que han adoptado los locatarios para aumentar sus alicaídos ingresos.
Las botillerías La Porteña y El Sótano han implementado este servicio, buscando llegar de mejor forma a sus clientes y mantener sus locales.
"Si bien las ventas han bajado bastante, el delivery ha ayudado un poco. Es algo que veníamos pensando hace rato, pero ahora la necesidad nos hizo implementarlo antes. Lo que sí hemos estado ocupando es la inteligencia artificial. Programamos un par de chatbot para dar mayor respuestas en el chat de Facebook y WhatsApp, que son los canales directos de comunicación con el público para un pedido a domicilio", manifestó Belfor Fuentes, uno de los fundadores de La Porteña, que también atiende hasta las 21.30 horas en sus locales de Barrancas y Llolleo.
El Sótano también ha implementado el reparto a domicilio y para ello han aplicado más medida de preventivas. "Para los repartos siempre utilizamos guantes y mascarillas. Mantenemos una distancia con el cliente. También se ha incrementado la compra con tarjeta. Los clientes tratan de evitar el efectivo y eso es una buena medida también para nosotros. Por lo mismo tomamos la precaución de estar limpiando siempre la máquina de pago con tarjeta", agregó Muñoz.
Ley seca
En los últimos días han aparecido varias autoridades que han propuesto implementar una ley seca para disminuir el consumo de alcohol en la población.
Para los locatarios, esta medida podría perjudicar aún más sus ventas y generar un mercado negro. "Sufriríamos más bajas en las ventas y la clandestinidad en la venta de alcohol se incrementaría. Una medida como esta solo generaría una mafia, por decirle de alguna forma, entre la gente que vende sin la patente necesaria", sostuvo Belfor Fuentes.
Jorge Fernández coincide con su colega. "Es algo súper complejo y una medida bastante radical también. Una ley seca repercutiría enormemente en las botillerías y licorerías, que son una fuente de trabajo importante. La venta clandestina no está regulada, entonces también ese es un gran problema que se produciría. Siempre existirá la forma para que la gente consiga alcohol, por lo que creo que no es la solución", puntualizó el miembro de El Poly.
"La población flotante, por ejemplo, que venía para Semana Santa era alta y muy beneficiosa, pero esas cosas ahora no pasan",
Jorge Fernández,, botillería El Poly
"Debido al toque de queda cerramos a las 21.30. Estamos perdiendo cinco horas y media de ventas",
Cristián Muñoz,, botillería El Sótano