Santibáñez, digno y valiente
por Enrique Ramírez Capello.
Estimado Abraham:
"El periodista no es noticia", sentenciaban nuestros viejos maestros.
Tu carta -que tomó estado público- subió por las colinas de las nuevas decisiones y las polémicas.
Casi en la frontera de tus ochenta y dos años, tomaste una determinación coherente con tus principios cristianos y la dignidad de tu vida familiar y profesional.
Optaste por renunciar al auxilio de un respirador mecánico, en beneficio de gente más joven.
Eres valiente.
Es posible que quienes me leen desconozcan su contenido y para ayudar a su comprensión, secuestro parte de tu carta:
"Invitación a un gesto solidario". Comentas que aunque tienes "ganas de seguir viviendo y compartir un tiempo más con mi familia y, muy especialmente, con mi nieta María Pía, que recién se asoma a la vida", en caso de que se presente la disyuntiva señalada por culpa de la pandemia, "renuncio desde ya a ser conectado a un respirador artificial si con ello se puede salvar otra vida".
Tu carta de gran periodista, Premio Nacional 2015, indica que consideras tal postura "un deber de solidaridad y, junto con dar a conocer esta idea, inviten a quienes piensen como yo a que se sumen a este esfuerzo".
Nos conocemos desde la década del sesenta, en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica.
En la casona de San Isidro 560, me diste clases de Interpretativo.
Nos guiaste para no solo transcribir sino proveer sentido, armonía y orden a los hechos y procesos.
Con el caminar de los semestres, me nombraste tu ayudante.
Ejercí ese cargo durante años y luego fui profesor titular.
Ya lo era de Nicolás Velasco del Campo, en una cátedra vecina.
Respaldaste a Emilio Filippi en la dirección de las revistas "Ercilla" y "Hoy".
La gestación de esta es una clase de ética.
En 2015 obtuviste el Premio Nacional de Periodismo, con la complacencia de la mayoría.
Trabajamos 22 años juntos en la U. Diego Portales.
Además fuiste timonel del diario "La Nación".
Integras la Academia Chilena de la Lengua, entre otros títulos.
Eres autor del famoso libro "Periodismo Interpretativo: La Fórmula Time", que ha servido de guía para muchos colegas, profesores y alumnos de varias generaciones.
Como persona eres un buen católico y padre de familia, con tu señora y tus dos hijos.
Los has formado de la mejor manera.
Eso enriquece mi amistad de tantos años.
Tu carta ha causado muchas reacciones, algunas de comprensión, como la columna de Enrique Krauss, exministro de los gobiernos de Eduardo Frei Montalva y de Patricio Aylwin.
Mereces vivir mucho más, querido Abraham Santibáñez, y a luchar hasta el final de tus días. Porque eres digno y valiente.
"Optaste por renunciar al auxilio de un respirador mecánico, en beneficio de gente más joven".