"Caleta de robos": comerciantes y pescadores sufren ola de saqueos
Desde que partió la emergencia sanitaria y el toque de queda, los robos se han disparado en el sector de la caleta, donde los delincuentes hacen de las suyas saqueando cuartos y locales.
Dos hombres luchan contra los pernos y las tuercas que agripados sujetan por la popa un motor fuera de borda en un bote de fibra de vidrio. Esta podría ser una faena normal en la playa San Pedro de la Caleta Pacheco Altamirano de San Antonio, pero no lo es. No es normal que se saquen los motores de las embarcaciones, menos que esos motores se lleven a las casas de los pescadores en vez de a los cuartos de pertrechos. Pasa que los sucesivos robos desde que partió la emergencia sanitaria, han obligado a los pescadores y a los comerciantes de la caleta a cambiar sus rutinas y a extremar las medidas de seguridad para espantar a los rateros que asolan el lugar.
Dos saqueos
La cafetería del "Chico Yayo", por ejemplo, ha sido saqueada dos veces en la misma semana, igual que una marisquería y varios cuartos de los pescadores del Sindicato San Pedro. Todos los locales, por grandes o pequeños que sean, lucen vistosos candados que no logran amedrentar a los ladrones.
Uno de los pescadores de la playa, sin dejar de prestar atención a su lucha con los pernos y las tuercas que sujetan el motor al bote, relata que "al cuarto le sacaron la puerta de fierro entera y esa pura puerta vale 300 lucas, sin contar la chapa y los daños; entonces es mejor sacar los motores y llevárselos pa' la casa. De 38 cuartos que tenemos, ya le han robado como a 20".
Joel Sepúlveda es presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales San Pedro y ratifica lo que dice su colega, argumentando que en el sector necesitan "más resguardo policial, más vigilancia,. Por primera vez en mi vida, de todos los años que llevo como pescador, que tenemos que dejar los cuartos vacíos y llevarse todo para la casa. No se puede dejar nada y esto no pasaba antes. Por un lado tenemos el toque de queda y, por otro, el problema de la droga que aquí en la caleta es bastante grave".
Pan de cada día
Mientras algunos pescadores recién salidos del muelle calientan el cuerpo con café y cargan energías con alguno de sus famosos sánguches, en la cafetería del "Chico Yayo" Estefany Leiva deja por un rato la cocina para contarnos que los robos se han vuelto pan de cada día. "No solamente nos han robado a nosotros, ya que también se metieron en los locales del mercado (Esfuerzo y Trabajo) y en los cuartos de los pescadores. Aquí en dos semanas nos han robado dos veces. Lo más grave es el daño que hacen en las cortinas metálicas y en lo que rompen para poder entrar".
Igual que el resto de los afectados en la cafetería saben que el toque de queda ha facilitado el trabajo de los delincuentes. Y es que por los pasillos del mercado, por el muelle y la playa San Pedro a las seis de la tarde ya no anda nadie.
El Mercado del Mar tiene 25 locales y su presidenta, Mónica Astete, reconoce con angustia que "en estos dos meses nos han robado en al menos cinco locales, en varios más de una vez, y eso que hay locales a los que han entrado pero no han podido robar porque la gente decidió llevarse la mercadería para la casa. Con todo esto de la emergencia, después de las seis de la tarde aquí ya no anda nadie y pasa que como el nochero llega más tarde, hay un lapso de tiempo en el que queda todo solo y eso los ladrones lo saben".
Aumentan seguridad
Sobre los robos que golpean la caleta, Joel Sepúlveda comenta que "hemos tenido mucha delincuencia prácticamente desde que partió el toque de queda y eso nos ha obligado a tomar algunas medidas como la instalación de cámaras de seguridad que hicimos con inversión propia. Lo malo es que vemos que la justicia no hace nada porque ya no es una ni dos veces, ya son muchos los robos que sufrimos en este sector donde nos roban nuestras herramientas de trabajo, además el daño que hacen en los cuartos también genera un costo que tenemos que asumir".
Mónica Astete, por su parte, solicita "más vigilancia porque somos gente vulnerable, somos pequeños comerciantes, somos personas de trabajo que dependemos de lo poco y nada que tenemos en nuestras pescaderías".
"Por un lado tenemos el toque de queda y, por otro, el problema de la droga que aquí en la caleta es bastante grave",
Joel Sepúlveda,, presidente sindicato San Pedro