Madre cuenta por qué decidió cambiar los hábitos alimenticios de su familia
La hija de Alexandra Moya es sensible a la proteína de la leche de vaca, lo que la obligó a modificar su dieta. Hoy quiere transmitir su gusto por la alimentación sana como un aporte a quienes padecen lo mismo que su pequeña Dominga.
"Dominga no puede ingerir ningún producto que tenga proteína de leche de vaca ni alimentos con algún tipo de colorante porque le desencadenan síntomas respiratorios, dermatológicos y gastrointestinales", explica Alexandra Moya Romero (26 años), quien recuerda que desde que nació su hija, hace un año y medio, vivía con cólicos, reflujo, lloraba mucho y siempre tenía las mejillas rojas. "Como mamá primeriza, todo era desconocido para mí, pero mi intuición me decía que algo no estaba bien".
Agrega que "mi Dominga no era de esas guaguas que duermen plácidamente y sus deposiciones siempre eran líquidas. Un día le pusimos una crema en su cara, porque estaba muy irritada y le hizo tan mal que le produjo una especie de shock anafiláctico, su cara se inflamó y su piel se tornó roja y sensible, como si estuviera quemada".
Alergia a la proteína
Con pocos meses de nacida, la pequeña Dominga ya había sido controlada por varios especialistas y tras numerosos exámenes fue diagnosticada con alergia a la proteína de la leche de vaca que derivó en una alergia alimentaria.
"Tuvimos que pasar por muchos exámenes clínicos y otros de prueba y error. Finalmente, le diagnosticaron alergia a la proteína de la leche de vaca que no es lo mismo que ser intolerante a la lactosa, y tiene alergia alimentaria porque además de la leche, le hacen mal otros alimentos y colorantes", señala Alexandra.
Comida saludable
Tener un hijo con cualquier enfermedad significa un desgaste físico y emocional muy grande, porque para una madre no hay nada más frustrante que verlos sufrir y no poder hacer nada.
Pero Alexandra no se quedó en el malestar que aquejaba a su pequeña hija y quiso ir más allá: ayudar y aportar a las personas que tuvieran enfermedades similares a las de Dominga o, simplemente, a quienes quisieran llevar una vida más sana y natural.
"La idea surgió posterior al nacimiento de mi hija. Durante el 2019 fue diagnosticada con alergia alimentaria y como aún lactaba, ni ella ni yo podíamos comer cualquier cosa. Buscaba en los pocos supermercados de la zona algo rico y no había nada, se me hacía muy difícil encontrar algo apto", recuerda.
Fue en ese entonces que Alexandra se decidió y creó Rilassati, un emprendimiento que trata sobre snacks saludables, libres de lácteos, azúcar y harina refinada.
"Dentro de lo que mi hija toleraba y podía comer, me arriesgué y comencé a unir ingredientes. Fue ahí cuando pensé en mostrar mis productos como opciones saludables y ricas a personas que estuviesen pasando lo mismo que yo, que buscan comer sin culpa o necesitasen de algún snack compatible con el entrenamiento", explica Alexandra, fonoaudióloga de profesión y amante de la comida sana.
"Amo la buena nutrición y el deporte, siento que fabricando snacks saludables puedo complementar ambas pasiones. Además, me deja satisfecha el saber que lo que ofrezco les hace bien a las personas", asegura.
Agrega que optó por lanzarse con este emprendimiento porque "en San Antonio no existe este tipo de productos, pocas veces se puede comer rico y sano, así que decidí poder entregar opciones a otras personas que quizás buscan lo mismo que yo".
Productos naturales
Seguir una dieta saludable tiene beneficios en el peso, en el nivel del colesterol y en ciertas afecciones de la salud, entre otros.
Los insumos que Alexandra utiliza para la fabricación de sus productos son naturales, orgánicos, sin lácteos, azúcar ni harina. Sus especialidades son los bombones con distintos rellenos; bolitas veggie de almendra, coco, maní; trufas y barritas.
"Mis productos son lo menos procesados que existen. Lejos lo mejor de emprender ha sido saber que puedo aportar con un granito de arena en el cambio de hábitos alimenticios de las personas. La gente no se imagina que comer sano no tiene por qué ser fome. Siento que ahí está la magia, en que estos snacks sorprenden", asegura esta emprendedora que antes del nacimiento de su hija, no se había atrevido a comenzar, pero estaban la idea y las ganas.
"Me daba miedo lanzarme con algo. Creo que lo que pasó con mi hija marcó la diferencia. Esta vez no tuve miedo y pensé en lo mucho que podía aportar a la comunidad haciéndolo", señala.
Alexandra dice que lo más difícil de este periodo de emergencia sanitaria ha sido no poder mostrar abiertamente sus productos a la comunidad.
"Por el tema de la pandemia, no hemos podido ofrecer todos los productos que fabricamos y a todas las personas que quisiéramos. Creo que hay mucha gente que debería saber que esto existe, que está más cerca de lo que piensan y que no es necesario que viajen fuera de la comuna a buscarlo", expresa.
-¿Antes de esto, le preocupaba la alimentación saludable?
-Sí, llevo un buen tiempo manteniendo una alimentación consciente, pero ahora con mi hija se acrecentó ya que intento transmitirle los buenos hábitos a ella. En verdad esta manera de alimentación nos acomoda bastante y nos mantiene saludables como familia.
Alexandra comparte labores en Rilassati con su pareja, Francisco García, quien la ayuda, además de poner el sello final de aprobación a cada producto, a repartir a domicilio los pedidos.
"Francisco ha sido un apoyo súper potente en esta idea y con él tenemos en mente continuar en esta línea, poner un restorán saludable, con opciones dulces y saladas. Nuestro sueño es que mucha gente tenga la opción de alimentarse bien y rico", finaliza Alexandra.
"Amo la buena nutrición y el deporte, siento que fabricando snacks saludables puedo complementar ambas pasiones",
Alexandra Moya
"En San Antonio no existe este tipo de productos. Pocas veces se puede comer rico y sano, así que decidí poder entregar opciones a otras personas que quizás buscan lo mismo que yo",
Alexandra Moya
"Lejos lo mejor de emprender ha sido saber que puedo aportar con un granito de arena en el cambio de hábitos alimenticios de las personas",
Alexandra Moya