Woody Allen niega abusos y describe a Mia Farrow como una "desquiciada"
Llegó al mercado hispano la autobiografía del famoso director de cine.
Tras la polémica en Estado Unidos, Woody Allen llega al mercado español con sus memorias, "A propósito de nada", donde realiza críticas feroces a Mia Farrow y se defiende de las acusaciones de abuso a su hija Dylan.
El libro comienza como una autobiografía, pero dedica casi la mitad de sus 440 páginas a detallar su relación con Dylan Farrow, la hija que adoptó durante su relación con Mia Farrow.
Con una gran precisión, el director de títulos como "Manhattan" o "Annie Hall", relata cómo era su relación con Dylan y también con Moses, otro de los hijos adoptivos de Mia Farrow, durante los años que estuvo con la actriz.
Y repite en muchas ocasiones que Dylan le "adoraba" y que las acusaciones fueron una operación en su contra construida por Mia Farrow, a la que pinta como una "desequilibrada" y "mala madre", que no trataba igual a sus hijos biológicos que a los adoptivos.
"Mia obligaba a Thaddeus a ponerse en público soportes ortopédicos de hierro en lugar de los de plástico (....) ella quería que se supiera que adoptaba a niños discapacitados", relata Allen de uno de los diez hijos adoptados por la actriz, que tenía otros cuatro biológicos.
"No es extraño que dos de sus hijos adoptados (Tam y Thaddeus) terminaran suicidándose. Un tercero también contempló esa posibilidad, y una hija adorable (Lark), que tuvo que enfrentarse a un diagnóstico positivo de VIH con más de 30 años, terminó abandonada por Mia y murió de Sida en un hospital una mañana de Navidad, sin nadie a su lado", relata.
Allen presenta el comportamiento de Mia Farrow como aterrador, mientras el cineasta se pinta a sí mismo como alguien muy equilibrado.
Respecto a su relación con Soon-Yi, hija adoptiva de Mia Farrow, y con la que empezó a salir cuando ella tenía 21 años y él 56, el cineasta asegura que nunca le prestó atención hasta que una vez le acompañó a un partido de baloncesto y le empezó a hablar del infierno que vivía en casa de la actriz.
Mia Farrow dijo a sus hijos que el cineasta había violado a Soon-Yi y a la joven la encerró en una habitación. Fue en aquella época cuando Farrow llamó a la hermana de Allen para decirle: "Él me quitó a mi hija; ahora yo voy a quitarle a la suya". Y ahí comenzó, según el realizador, la operación para que Dylan acusara a su padre de violación.
Aunque no se llegó a celebrar un juicio, aún hoy Dylan, de 34 años, sigue manteniendo que su padre abusó de ella.