Toma de Pelancura: entre la pobreza de algunos y el abusivo descaro de otros
Mientras unas 140 familias se repartieron igual número de terrenos en un predio del sector para armar sus casas por falta de una solución, habría quienes construyen residencias de veraneos en ese lugar.
Hay un cielo gris sobre los precarios deslindes que marcan el terreno que, por ahora, le pertenece a cada familia y las mujeres miran con desconfianza las nubes que en los próximos días podrían traer la lluvia a esta a esta toma.
La toma, que según datos de las propias dirigentas reúne a 140 familias, se ubica en sector de "Punta Ballenas" en Pelancura, el predio que desde agosto del año 2013 se hizo famoso por la permanencia en el sector durante varios meses de una ballena franca austral y su cría.
El campamento, sobre el cual ya pesan dos órdenes de desalojo del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), no solamente sufre con las carencias propias de un emplazamiento precario como este sino que también enfrenta el estigma que han causado en esta toma quienes, aprovechándose de la situación, levantaron aquí cabañas con vista privilegiada al mar y acceso directo a las playas de Pelancura. Hay portentosas camionetas estacionadas en esas cabañas a la misma hora que hacemos nuestro recorrido.
"lo único que queda"
Sobre el campamento, la vocera Carina Cabezas afirma que "son 140 familias que llegamos a este terreno después del estallido social y la mayoría de la gente que está acá tiene su libreta de la vivienda con varias postulaciones sin resultados, entonces la toma es lo único que le queda a uno como familia para poder tener una casita".
La dirigenta insiste en que "la mayoría de la gente es de San Antonio y Cartagena, pero también hay personas de Santiago a las que les estamos pidiendo el requisito que vivan acá, que sean de acá con inscripciones en el consultorio y todo porque al final estamos luchando por un beneficio para todos".
Sobre las críticas a las cabañas que se levantan con lujosas camionetas 4x4 en sus frontis, Carina Cabezas explica que "por lo menos el grupo que nosotros tenemos es casi toda gente de acá de la zona, gente que no tiene grandes recursos y no tienen de ese tipo de vehículos, a cada uno le ha costado pero hay gente que no se quiere unir al comité porque se ve que son casas de veraneo y por eso vamos a hacer la diferencia entre quienes necesitan, que vivan acá, que tengan sus papeles y no gente que venga de Santiago a puro veranear porque aquí hay hartos que tienen el 40% de vulnerabilidad y a ellos les vamos a dar la prioridad".
Junto a la dirigenta está el carpintero santiaguino Mario Jorquera, quien llegó a tomarse un terreno a fines de enero porque según él mismo "arrendaba en Santiago pagando 250 mil pesos pero ya no había plata para seguir pagando así que cuando supimos que estaba esta toma, vimos una oportunidad para tener algo y nos vinimos con todo, en mi familia somos cinco y no tenemos otra oportunidad que parar unos palitos para tratar de armarse una casita".
Leslie Moll, secretaria de la directiva que lideró esta toma, también es una santiaguina que llegó a la zona en febrero y cuenta que "nos estamos organizando porque aquí hay niños, adultos mayores y hasta embarazadas, entonces queremos hacer la diferencia entre los que vienen a hacerse una casa para veranear o lucrar y quienes simplemente no tenemos donde vivir. No queremos tener problemas por eso no nos hemos metido en ese tema pero esas personas debieran ceder los sitios, que sean conscientes con los que realmente necesitamos".
En este campamento saben que es tema el abuso de quienes están levantando casas de veraneo y por eso Nancy Canelo, que habita una precaria construcción sin terminar, reclama que "la verdad es que sabemos que hay gente que se está haciendo casas de veraneo, personas que se aprovechan de la situación y están haciendo sus casas de veraneo pero nosotros no nos metemos en eso porque ya lo que estamos viviendo es muy duro porque lo que hacemos aquí es sobrevivir al frío, a la lluvia que ahora viene y a la falta de alimentos que podemos superar porque nos ayudamos con otros no más".
Mientras conversábamos con los verdaderos necesitados de la toma de "Punta Ballenas" en Pelancura pasa entre los vecinos una lujosa camioneta SUV (por sus siglas en inglés: "Sport Utility Vehicle") y sus ocupantes se tapan la cara al ver a nuestro equipo periodístico. Y está bien que lo hagan porque es vergonzoso que se use la verdadera necesidad para camuflar la ambición.
"Sabemos que hay gente que se está haciendo casas de veraneo, personas que se aprovechan de la situación y están haciendo sus casas de veraneo",
Leslie Moll.
"Yo arrendaba en Santiago pagando 250 mil pesos pero ya no había plata, así que cuando supimos que estaba esta toma vimos una oportunidad",
Mario Jorquera.
140 familias viven en esta toma que comenzó en febrero pasado en Pelancura.