Publicista llolleíno le dio un giro a su local con ricos waffles y empanadas
Su última incursión fue la implementación de los jueves solidarios, en que el valor de un producto baja y se reúnen alimentos no perecibles para ir en ayuda de familias que lo necesitan.
Para el sanantonino, Fernando González Donoso (35), reinventarse ha sido siempre su lema de vida.
Estudió publicidad en la Universidad del Pacífico y comenzó a trabajar en ello por algunos años en grandes empresas como Coca Cola Company.
Sin embargo, pasó el tiempo y decidió reinventarse con un emprendimiento en la zona costera de la provincia de San Antonio.
"El emprendimiento que tenía en la costa, apuntaba al tema de la venta de empanadas de diversos tipos. Por cosas del destino terminé con ese negocio. Mi familia y yo siempre hemos sido de San Antonio y fue por lo mismo que quise probar suerte en la comuna", indicó González.
Instaló su local "Santa Masa" en diciembre del 2017, el cual está ubicado en Llolleo, específicamente en calle Santa Rita 185. El recinto, previo a la crisis provocada por el covid-19, era diariamente visitado por sanantoninos e incluso por turistas.
-¿Por qué elegir Llolleo para poder instalar el local?
-Sabía que Llolleo no tenía lo que yo quería apuntar con el rubro, que eran la venta de empanadas, sobre todo con algunos productos ligados al mar. Es más usual ver este tipo de ventas en las partes más costeras como por ejemplo el paseo Bellamar. Yo quería incursionar con ese tema aquí porque siento que este lugar crece cada vez más, desde que se está reinventado.
-¿Siente que se fueron reinventando juntos?
-Diría que llegué a instalarme con el local justo cuando Llolleo comenzó a reinventarse. Es súper común ver cada vez más locales de comida o que cada vez más gente decida que Llolleo es un punto de encuentro. Allí estábamos nosotros, a punta de esfuerzo tratando de entregar un producto novedoso y que sentía que era poco visto en ese sector.
-¿Fue muy difícil al principio?
-La verdad lo fue bastante. Cuando arrendé el local y llegué, no era para nada lo que yo esperaba. Tuvimos que remodelar todo, hasta las cañerías. Los primeros meses de un emprendimiento o de cualquier local son difíciles, porque uno no sabe cómo va a reaccionar la gente ante la propuesta que uno les da. Para mí se dificultó también en otros ámbitos. Mi principal apoyo es mi familia, mis amigos y mi pareja. Mi papá además es mi socio y cuando comencé con todo esto justo a él le dio un ataque al corazón, fueron tiempos difíciles porque a las preocupaciones del local tenía que sumarle que mi papá estuvo muy complicado de salud. Gracias a Dios, hoy está totalmente recuperado y puedo contar con él en toda esta aventura.
El apoyo
Para el sanantonino, que su familia y pareja creyera en su apuesta, resultó fundamental al momento de querer implementar su idea y hacerla realidad en el sector de Llolleo.
Por otra parte, sus amigos también han sido todo este tiempo de gran ayuda, cada vez que él lo ha requerido.
"Siempre he estado rodeado de gente que me apoya y que me ayuda mucho. Mi familia y mis amigos me ayudaron demasiado cuando partí. Cuando hubo que hacer reparaciones ahí estaban, si necesitaba más manos para atender ahí estaban. Cuando necesité ayuda en la cocina porque más gente comenzó a visitar el local, hasta mi mamá estuvo cocinando. Sin ellos, no sé qué habría hecho. Por más que uno sienta que puede hacer las cosas, una ayudita nunca está demás", agregó el dueño de Santa Masa.
-¿Su familia se siente contenta con estos logros?
-Muchísimo y se les nota. Mi familia está mucho más ligada a lo que es el área de la pesca. Yo apunté a algo distinto y ellos notan cómo ha rendido frutos.
En la actualidad, el equipo del local está compuesto por cinco personas, incluido Fernando. Pese a las complicaciones por la contingencia, el publicista no ha debido despedir a nadie.
"Uno confía en su equipo y yo sé que detrás de ellos hay familias. Sé que las ventas bajaron considerablemente desde el estallido social. En ese momento la gente no salía porque tenía miedo de algún ataque por parte de los manifestantes. Comenzamos en el verano a levantarnos otra vez y nos azotó el tema de la pandemia, pero ahí seguimos, positivos", sostuvo.
-¿Contra todo pronóstico el equipo se mantiene?
-Por supuesto. Si no los tengo a ellos, Santa Masa no funcionaría bien, porque ellos son de todos modos mi apoyo día a día. Ellos necesitan generar sus ingresos, como cualquier persona y yo puedo seguir haciéndolo, porque siempre nos reinventamos para poder seguir de pie. Eso ha sido fundamental.
Reinventarse
El inicio de Santa Masa fue una reinvención personal para su dueño. Junto con eso, el local ha crecido gracias a estas técnicas que se van implementando poco a poco.
A la fecha, el local cuenta con más de 20 variedades de empanadas, además de productos como chaparritas y pizzas, pero su producto estrella son los waffles dulces y salados.
"Lo de los waffles también fue parte de reinventarse. Un proveedor nuestro había comenzado a traer a Chile las máquinas para los waffles y me pareció que sería bueno implementarlo. Cuando comenzamos con el tema decidí viajar a Estados Unidos a ver e instruirme de cómo era el tema, cosa que es totalmente distinto a como se hace aquí, no queríamos ser lo típico en waffles. Dije por qué no hacerlo y le dimos con todo. Fue así como nos convertimos en pioneros en la región con esta novedad", explicó González Donoso.
Junto con su afán por reinventarse y así sorprender cada día a quienes prefieren sus servicios, es que el local está muy ligado a la acción social, sobre todo con la mentalidad de su creador de que siempre se puede ir en beneficio del resto.
-¿Es constante e importante la labor social para ustedes?
-De todos modos, todo lo que hacemos en cuanto a acciones de ayuda social no las difundimos, porque no lo creo necesario. Ayudar al resto me es muy gratificante, porque si yo puedo, por qué no ayudar a alguien que lo necesita. Existe una asociación de comerciantes de Llolleo con la que trabajo mucho, sobre todo en estos momentos que muchísima gente lo necesita y uno no puede ser indiferente ante eso.
-¿Así surgió también el día del waffle solidario?
-Exactamente. El día del waffle solidario nace en medio de la pandemia. Nosotros habíamos implementado el servicio de delivery, apoyándonos de un grupo de emprendedores que crearon este sistema en la zona. Cada día en redes sociales uno nota como la gente no tiene para hacer comida porque quedó sin trabajo o algo así, por eso inventamos esto para ayudar entre todos.
-¿En qué consiste la iniciativa?
-Esto se hace el día jueves y apunta también a que la gente que no sabe cómo, pueda hacer un aporte. Nuestros característicos waffles que cuestan dos mil quinientos pesos, bajan a mil pesos, pero con ello, la gente debe hacer la donación de un alimento no perecible para ir en ayuda de las familias que lo necesitan. Nosotros recibiremos los alimentos, los desinfectaremos y haremos cajas que después serán distribuidas. Aquí el beneficio no es para mí siento, porque la gente puede ayudar, sin la necesidad de moverse de su casa.
-¿Ha tenido una buena recepción?
-Es sorprendente la verdad. Partimos con esto la semana pasada y el teléfono no paró de sonar. En un momento ya no dábamos abasto y teníamos que decir que no podíamos recibir el pedido. Esperamos que durante las próximas semanas funcione igual y cada vez recolectemos más alimentos.
"Yo quería incursionar con ese tema aquí (Llolleo) porque siento que este lugar crece cada vez más"
"Siempre he estado rodeado de gente que me apoya y que me ayuda mucho"
Fernando González,, creador de Santa Masa.