Almacenero sufre por una "calumnia" de coronavirus
Alguien, en su barrio, echó a correr el rumor que Juan Pajarito tenía covid-19 y los clientes dejaron de ingresar a su negocio, que tiene más de 40 años en Bellavista.
En el sector 4 del cerro Bellavista hay hace más de 40 años un negocio famoso, el "Almacén de Pajarito", cuyas frutas, verduras, carnes, abarrotes y pan fresco han abastecido a varias generaciones de este populoso barrio sanantonino.
Claro que por estos días las ventas en este modesto comercio de población no son buenas, ni tampoco es bueno el ánimo de su dueño, Juan Ramón Pajarito Calquín (64), cuyo apellido le dio el nombre a este conocido almacén.
Ocurrió que las malas lenguas que nunca faltan y que en los peores casos abundan, echaron a correr un rumor diciendo que este almacenero estaba contagiado por covid-19.
Rabia e impotencia
La falsa noticia golpeó duro al negocio, pero golpeó más duro a don Juan Pajarito. Con lágrimas en los ojos, relata que "yo veo que los clientes miran de la esquina y evitan entrar o acercarse porque estas personas, con el puro afán de hacer daño, hicieron correr esta mentira. Me están haciendo pebre diciendo que yo tengo coronavirus, porque hay unos familiares míos que se contagiaron".
El comerciante aclaró que "yo no tengo nada que ver con eso, estoy sano. Aquí incluso hay familiares que se han prestado para esto y eso da mucha rabia y pena".
Sus últimas palabras salen ahogadas por un pequeño gemido de impotencia que no es otra cosa que el llanto que este almacenero de 64 años se traga para poder seguir conversando.
"Imagínese que por una calumnia la gente mira desde la esquina y de allá preguntan. Algunos nomás pasan y de hecho hoy día mismo un vecino escuchó cómo yo encaré a uno de los que anda calumniando cuando vinieron a comprar. Yo sé que los insulté porque me subieron a Facebook acusándome, me funan ellos sin ningún fundamento y es mucho el daño que hacen, se ríen, no sé qué buscan. Es cierto que unos familiares míos se contagiaron, pero ellos viven en otro lado y ya se recuperaron", aseguró con la impotencia reflejada en cada centímetro de su rostro.
"¿Cómo se les ocurre creer una cosa así?, ¿qué quieren, ¿qué buscan? Si uno ha luchado toda su vida aquí al lado de los vecinos y ayudando a los que hay que ayudar y ahora me acusan de esto…yo no sé…".
Otra vez las palabras de este modesto almacenero de barrio se ahogan en el llanto que le nace desde la rabia que le provocan "la injusta acusación y el cahuín que echaron a correr en el barrio", que ahora lo tienen con sus ventas reducidas a la mitad.
Sobre estos casos de discriminación que puede causar la pandemia, hace algunas semanas el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh) se pronunció recordando que "todas las personas tienen derecho a ser tratadas con la misma dignidad" y alertó que "la discriminación es otra pandemia que debemos detener".
En la calle Holanda, número 657 del sector 4 de Bellavista, la mañana se hace larga porque los clientes ya no llegan como antes. Don Juan Pajarito sufre con esta acusación injusta que al final termina convirtiéndose en un acto de dañina discriminación.
"Estas personas, con el puro afán de hacer daño, hicieron correr esta mentira. Me están haciendo pebre",
Juan Pajaritos,, almacenero