Las lluvias de junio no han sido capaces de revertir la sequía que cumple 11 años
Las cifras muestran que las precipitaciones siguen siendo más bajas que las registradas en años anteriores.
Aunque San Isidro ha sido generoso con las lluvias en junio, las precipitaciones acumuladas en lo que va del año están lejos de estar dentro del rango normal.
De acuerdo a información obtenida por Diario El Líder desde la Dirección de Meteorología de Chile de la Dirección General de Aeronáutica Civil, hasta las 19 horas del sábado la estación de Santo Domingo registraba 102 milímetros de agua caída en junio, lo que representa un aumento en comparación con el año pasado cuando precipitaron 74,6 milímetros en el mismo mes, y aún más de los 58 mm que se registraron en 2018.
Sin embargo, estamos lejos de los 120 mm considerados normales hasta la fecha. Mayo y abril fueron aún más mezquinos sumando precipitaciones de 4,8 milímetros y 0,2, respectivamente.
El total anual del 2020 asciende a los 107,2 milímetros.
El pasado 15 de junio, cuando cayeron 33,6 mm sigue siendo el día más lluvioso del año.
En la estación Faro Panul han caído 93 mm de agua en lo que va del año, un poco más de los 81,2 que se consideran en un año normal. Esto último calculando el promedio de las precipitaciones entre 1961 y 1990.
De acuerdo a Meteorología, este será un invierno seco y con temperaturas mínimas y máximas fuera del rango normal (lo que no está descrito en el reporte de invierno). Se proyecta que junio, julio y agosto registren más frío de lo que se considera normal por la entidad y que a su vez las temperaturas máximas por las tardes también sean superiores.
El meteorólogo Diego Campos, quien elaboró el último boletín estacional, explicó que "cuando se tiene una noche despejada, la mañana suele ser más fría que cuando tienes una noche nublada, porque se escapa mucha más radiación que en una noche con más nubes".
Lo anterior indica que el 2020 será un año crítico para la megasequía y que está continuará. De hecho, para revertir el déficit que se arrastra por ya 11 años deberían haber precipitaciones sobre lo normal por al menos cinco años, periodo que demorarían los cursos de agua subterráneos y en la superficie para recuperar su afluente.
Crisis silenciosa
El miércoles pasado se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Giovanni Calderón Bassi, director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, señaló que Chile atraviesa el momento más difícil desde que la pandemia del covid-19 llegó a nuestro país en marzo, sin embargo, otra crisis avanza en silencio y parece no tener freno: la megasequía que afecta a gran parte del territorio, pero con mayor fuerza en la zona central y que se ha transformado en la peor desde 1915.
"Ya cumplimos 10 años de escasez extrema de lluvias, lo que bajo ningún parámetro es un escenario normal y ha terminado afectando no solo el consumo para las personas, también a los caudales de los ríos, las cuencas y distintos sectores industriales como la agricultura, vitivinícola, forestal y la minería. A esto se suman los efectos adversos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas. En concreto, se ha generado la mezcla perfecta para que la situación se vuelva un terremoto silencioso", expuso.
Agregó que "frenar la degradación de nuestros suelos mediante la rehabilitación de tierras, la expansión de terrenos gestionados sosteniblemente y el incremento de iniciativas de reparación, es una de las principales vías hacia una mayor capacidad de adaptación y un mejor equilibrio ecológico".
"Cuando se tiene una noche despejada, la mañana suele ser más fría que cuando tienes una noche nublada",
Diego Campos,, meteorología.
"Ya cumplimos 10 años de escasez extrema de lluvias, lo que bajo ningún parámetro es un escenario normal",
Giovanni Calderón Bassi, director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático
33 milímetros cayeron el 15 de junio, el día más lluvioso en lo que va del año.