La llolleína que sale adelante con dos negocios que combinan sus pasiones
Carla Alvarez tiene un emprendimiento de decoración y otro de ropa reutilizada y modificada, que le han dado buenos resultados. Aquí cuenta el porqué.
La sanantonina Carla Álvarez Maripangui (32) quiso dar un giro en su vida y comenzar a emprender, luego de quedar sin trabajo y darse cuenta que además estaba embarazada.
Esta trabajadora social de profesión decidió volver a San Antonio luego de estudiar, porque sabía que lo suyo estaba en su tierra natal.
"Yo estudié en Santiago, pero nunca me gustó la ciudad. A mí siempre me ha gustado el puerto, cada fin de semana volvía y si podía quedarme más tiempo acá lo hacía. Sabía que terminando la carrera iba a volver. En ese primer momento, claramente, pensé en que iba a trabajar en lo que había estudiado y en la ciudad que yo amo, pero las cosas no fueron tan así", confiesa la emprendedora.
-¿No estaban las posibilidades de trabajar en Santiago cuando terminaste tu carrera?
-La verdad sí. Tenía varias oportunidades laborales, pero como siempre digo, yo no quería trabajar en Santiago, mucho menos me veía viviendo allá. Así que volví y quise buscar trabajo aquí en San Antonio. Comencé a ir a muchas entrevistas, convocatoria que había yo iba y enviaba currículum a todos lados. El problema estuvo en que, por ejemplo, en un lugar tenían dos cupos e íbamos 15 a las entrevistas. Me terminé aburriendo de eso y me rendí por un tiempo con el tema de estar como trabajadora social.
Carla, residente de Llolleo, decidió buscar empleo en otro rubro que no fuera su profesión y así fue como laboró algunos años en la caja de compensación La Araucana.
"Empecé a trabajar en La Araucana como en atención al público. De alguna forma, seguía sintiendo que estaba como en el área social. Poco a poco fui subiendo de cargo y teniendo nuevos desafíos. Hasta que en 2016 se produjo el despido de muchos de los que trabajábamos ahí y poco después me di cuenta que estaba embarazada", recuerda.
Emprender
Con la noticia del embarazo y sin trabajo, la sanantonina tuvo que buscar la forma de generar ingresos. Ahí llegó por primera vez a su cabeza la idea de emprender.
Apoyada por su hermano, Carla Álvarez decidió crear un negocio de venta de artículos de decoración para el hogar, pero todo a un precio más bajo que en el mercado.
"Mi hermano fue de gran ayuda para impulsarme a emprender, fundamentalmente porque todo lo compraba en Santiago y él me llevaba cada vez que lo necesitaba. Ahí me instalé con un outlet de estos productos para la decoración de espacios y del hogar principalmente, pero no era rentable, así que me trasladé y seguí con la idea para no abandonarla", explica la emprendedora.
-¿Cuál fue la nueva idea entonces?
-Mi papá tiene un taller, en Llolleo también, entonces él me dio un espacio para poder instalarme con Raff Outlet Store, que es como se llamó mi emprendimiento. Funcionó súper bien porque la gente nos veía y además el apoyo familiar es inmensamente beneficioso. Poco a poco el negocio fue tomando fuerza, hasta que migró netamente a la venta por redes sociales.
Carla cuenta que cuando comenzó a comercializar por internet, "tenía muchos puntos claros para que funcionara. Sabía que no podía vender al mismo precio que las grandes tiendas o que las marcas que son súper conocidas. Había dos cosas importante que tenía que hacer: atraer al público y ver cómo podía competir con las grandes tiendas, que dan crédito. Claramente yo no lo podía hacer. Miembros de mi familia habían emprendido en algún momento con esto de dar facilidades de pago a la gente y muchos después no pagaban. Sabía que era algo que no quería que me pasara a mí".
Reinventarse
Un factor clave en todo el proceso de reinventarse de esta joven emprendedora fue su hija Raffaela.
Buscando el bienestar de ella, pasado un tiempo decidió asociarse con su cuñada para crear un emprendimiento de colaciones, el cual está en pausa desde el estallido social de octubre pasado.
"Uno siempre quiere darle lo mejor a sus hijos y para mí ella lo es todo. Mi cuñada está trabajando en su profesión y, por lo mismo, si volviera el tema de las colaciones, tendría que hacerlo yo sola, lo cual me dejaría menos tiempo con mi hija. Por lo mismo, ese proyecto está en pausa, pero dio paso a que me reinventara", detalló.
-¿Y con qué te reinventaste?
-A mí siempre me ha gustado mucho la moda y sus tendencias, por ahí va la cosa. Cuando estaba por salir del colegio, había pensado estudiar diseño de vestuario, pero igual hay un poco de prejuicio, porque al final se termina haciendo arreglos de ropa a la gente y cosas así. Por lo mismo, nunca estudié eso, pero siempre como que me picó el bichito de hacer algo así. Otra cosa que siempre he tenido clara es que podemos vestirnos bien sin gastar tanto. Ahí tomé la decisión de empezar a vender ropa.
-¿Cómo surge todo?
-Yo siempre me he comprado ropa en la feria o en la ropa americana y después la intervengo. No me gusta vestirme igual que todas, porque podemos comprar incluso más barato y así reutilizar. Al principio yo compraba la ropa en la feria, por ejemplo, y después subía las fotos a mi Instagram personal, pero mis amigas o conocidas me empezaron a preguntar dónde encontrar algo igual o a cuánto vendía cada prenda. Lo pensé y dije "aquí está, ahora me voy a dedicar a vender ropa reutilizada e intervenida. Así nació Mininas Top Shop y pude combinar mi pasión por el diseño al hacerle modificaciones a la ropa.
La tienda de ropa reutilizada que también funciona a través de Instagram, ofrece prendas con alguna modificación que ha sido diseñada pos su creadora, como el tie dye, una técnica en la que la ropa se tiñe con distintos colores.
Los tiempos
Una de sus principales dificultades es dividir su tiempo entre su hija, su pareja y ambos emprendimientos.
"Lo que pasa es que soy muy perfeccionista y trabajólica, entonces no les dedico el tiempo necesario siempre a mi hija o a mi pareja. Mi mamá me ayuda mucho con la niña, porque no puede estar cerca cuando yo hago los diseños tie dye porque le puede pasar algo. Por otra parte, trabajo con una modista que me da una mano respecto a ciertas cosas que deben ser cosidas, pero todo es diseño mío. Trato de darme el tiempo para todo y, por lo mismo, hago lo que mejor puedo, porque estoy haciendo lo que siempre quise.
-¿Te gustaría que este fuera tu trabajo de tiempo completo o te gustaría ejercer tu profesión?
-Creo que en este momento Raff Outlet y Mininas Top Shop son mi trabajo de tiempo completo, son lo que más me gusta y para organizarme bien destiné una parte de mi casa para cada tienda. No ejercería en este momento, creo que las cosas han cambiado mucho y, por lo mismo, debería estudiar otras cosas o hacer especializaciones, y la verdad siento que estoy en un buen momento con ambos emprendimientos.
"No quería trabajar en Santiago, mucho menos me veía viviendo allá. Así que volví y quise buscar trabajo aquí en San Antonio",
Carla Álvarez
"A mí siempre me ha gustado mucho la moda y sus tendencias, por ahí va la cosa",
Carla Álvarez