Las confesiones de un cantor popular que se enamoró de San Antonio
Carlitos Fonseca arribó al Litoral de los Poetas en los años 80 y nunca más se fue. Ha recorrido con su guitarra Chile y el mundo, y ahora desde su confinamiento comparte algunos pasajes de su vida y de su gran pasión: la música.
Este sureño cantor llamado Carlos Mario Fonseca Fica (67) llegó a la provincia de San Antonio en la segunda mitad de los convulsionados años ochenta y nunca más se fue. Claro, tuvo que viajar alguna vez a Suecia por cuestiones familiares pero el dato concreto es que se quedó en San Antonio por amor, por convicción y por el canto, esa pasión suya que lo ha acompañado durante toda su vida.
Oriundo de Puerto Saavedra, en las costas de Temuco, e hijo de un padre prodigioso en la música, lo del canto en Carlos Fonseca es prácticamente una herencia genética.
No sabía el joven dirigente sindical de una fábrica santiaguina que sus convicciones políticas lo llevarían a estar encarcelado un año en el campo de prisioneros de Chacabuco, ni tampoco sospechaba que esa experiencia marcaría su vida para siempre.
De casualidad
Relata que arribó de casualidad a la comuna de El Tabo en 1986, cuando se estaba formando el Partido por la Democracia (PPD). Con algunos contactos locales, como el exalcalde Luis García Jofré, se dieron a la tarea de organizar el "Comando por el No". De esa época nacieron sus primeros vínculos con San Antonio, y fue así como entre actos de campaña y actuaciones en eventos populares se fue quedando en la zona.
Cuando conversa de su vida y de su experiencia como ex prisionero político, Carlos Fonseca mantiene los brazos cruzados y la voz baja. Sus luminosos ojos celestes se mueven al compás de los diálogos que va recreando y que relata con una veta de humor que es inherente a su personalidad histriónica y musical.
"Cuando uno es joven es más audaz, más osado y muchas veces no mide las consecuencias. Cuando estuve (preso) en Chacabuco, tenía 20 años y entretenía a la gente con la música y las canciones. De hecho, un día me puse a cantar ciertas canciones medias pasadas para la punta y me detuvieron. O sea, me detuvieron dentro de un campo de concentración, te imaginái lo absurdo de esa situación. O sea, me re retuvieron", recuerda y suelta una carcajada porque por duro que sea ese recuerdo, el cantor ha sabido sacar lo bueno de la vida y encontrar la belleza incluso en medio de las sombras más oscuras.
Canción a san antonio
Precisamente, con su filosofía existencial tiene que ver la canción que le hizo a San Antonio después del terremoto del año 2010. "Una noche no podía dormir entre tanto temblor y réplica que venía, entonces como a las tres de la mañana me levanté y dije tengo que escribir esta cuestión si no se me va a olvidar. Porque a veces hay que hacerlo así nomás y seguir lo que dicta el corazón. Entonces me levanté y escribí la letra y le puse música también. Así nació esa canción".
-¿Y no ha pensado escribir una canción que relate la pandemia, o lo que ha sido la cuarentena en San Antonio?
-Le he escrito canciones a mujeres, a la nostalgia, a San Antonio, pero no le hecho una canción a esta cuestión de la pandemia porque sería como hacerle un homenaje a este bicho de mierda. Porque tendría que ser algo como un canto a la vida, que no sea como lo de Alberto Plaza, por favor no me vayan a confundir (se ríe).
Dejando el humor a un lado, cree que de todas maneras "hay algo que hacer. Por eso cuando salgo, miro, veo lo que está pasando y pienso por dónde me engancho para hacer una canción que no le rinda culto a la pandemia, porque lo que está pasando es un cosa muy desgraciada. Entonces, la canción que le hice a San Antonio tuvo su momento, que igual la que hice agobiado una noche después del terremoto. Por eso, lo que está pasando ahora tendrá que ser una canción llegado su momento".
"Muy fuerte"
A diferencia de lo que expresa su cuerpo cuando habla de su vida, al conversar de la música y las canciones Carlos Fonseca ya no está de brazos cruzados y su voz sube un par de tonos, sus manos gesticulan por todo el aire y sus ojos parecen más grandes.
"Yo creo que es muy fuerte todo lo que está pasando. Pero las cosas son cíclicas y esto va a pasar. Pero más allá de lo que ocurre ahora, me preocupa cómo será la recuperación de las confianzas en un país marcado por el clasismo que es producto de algo que muchos no quieren entender, no lo quieren ver, no se quiere asumir, que es una lucha de clases", confiesa.
"Y aquí lo estamos viendo en estos días donde hay un sector muy poderoso que defiende sus privilegios con dientes y muelas y, por otro lado, estamos nosotros los que tenemos que luchar por tratar de llegar a fin de mes. ¿Te das cuenta de eso? Tratar de llegar a fin de mes", agrega poniendo énfasis en cada una de sus palabras.
Lenguaje universal
El artista plantea que "tenemos un lenguaje universal. Donde he ido, incluso en países donde se hablan otros idiomas, tenemos un lenguaje universal que es la justicia social, porque en todas partes la discusión es la misma: cómo los pobres, los que tienen menos, pueden satisfacer sus necesidades elementales".
-Como cantante, intérprete y autor, ¿tiene alguna canción favorita?
(Lo piensa y titubea un poco antes de responder)
-Cuando pienso en mi canción favorita, pienso en "Mi niña bonita", porque tengo a mi hija Camila y cuando era niñita yo se la cantaba. Es una canción muy bonita que me llenó completamente, además cuando estuvo de moda yo la cantaba y era muy bien recibida la interpretación. También me gusta mucho la música clásica, la ópera, hay unas canciones muy hermosas en La Traviata, pero si tuviera que cantar ahora, altiro, cantaría "Mi niña bonita"".
-Y ya que estamos atravesando momentos tan duros, ¿cómo cree que se supera esta situación?
-Con la amistad sin lugar a dudas. Con la franqueza y con las manos abiertas para recibir al que no tiene nada porque nos encontramos con gente que hasta la esperanza ha perdido.
Subraya que "tenemos que comprender que no podemos vivir aislados, tenemos que apoyarnos unos a otros en las buenas y en las malas, cada uno en lo que pueda, en lo que le alcance. La fraternidad la hemos perdido porque nos inculcaron eso de "arréglatelas como podái", y es justo fraternidad lo que tanto nos falta. Habría que preguntarle a esa gente que decía "si yo no trabajo no como" para excusarse de participar, qué dice ahora en medio de lo que estamos pasando, donde lo único que nos queda es apoyarnos unos con otros. El individualismo es también una pandemia que tenemos que erradicar".
La conversación con Carlos Fonseca fluye bajo una tarde lluviosa de julio a la hora que las calles del puerto se hicieron oscuras y vacías por la cuarentena y por el invierno.
Nos faltó hablar de su rol como fundador del grupo "Raíces del Puerto", de sus participaciones en coros locales y del gran amor de su vida, Anita Becerra, con quien construyó una historia que no alcanza en estas páginas y que tal vez algún día llegaremos a contar.
"Cuando uno es joven es más audaz, más osado y muchas veces no mide las consecuencias. De hecho, cuando estuve (preso) en Chacabuco, tenía 20 años",
Carlos Fonseca
"Le he escrito canciones a mujeres, a la nostalgia, a San Antonio, pero no le hecho una canción a esta cuestión de la pandemia porque sería como hacerle un homenaje a este bicho de mierda".
"Yo creo que es muy fuerte todo lo que está pasando. Pero las cosas son cíclicas y esto va a pasar".