Juan Gilberto Hernández O.

Dice la historia que corría la segunda década del siglo XX cuando en algún predio de este pueblo un grupo de lancheros decidió jugarle un partido de fútbol a la tripulación de un barco con banderas de Estados Unidos atracado en el puerto.

¿Dónde habrán jugado? ¿Quiénes eran? ¿Cuál fue el resultado? Esos datos se perdieron en el tiempo.

Lo que se sabe es que ambos equipos apenas entendían lo que se hablaban, pero el idioma universal del fútbol hizo el resto y, probablemente, ninguno de los jugadores pensó que ese día en aquella polvorienta cancha sanantonina comenzaba a escribirse el relato de uno los clubes más queridos de este pueblo.

Tal fue la fraternidad de aquel lejano partido de fútbol que varios meses después el buque gringo volvió a San Antonio y la tripulación bajó a tierra en busca de sus amigos lancheros. Traían de regalo un juego de camisetas azules y las entregaron como un gesto de agradecimiento por la cordialidad que habían recibido.

Y fue así que los lancheros sanantoninos, en un gesto de amistad y fraternidad con esos navegantes, decidieron fundar un club de fútbol. La institución nació el 23 de julio de 1919 y sus fundadores lo llamaron Club Deportivo Norteamérica, para que los lejanos tripulantes que llegaban a este puerto supieran que en estos cerros tendrían siempre un grupo de amigos.

Ya pasaron 101 años de esa historia y el Club Deportivo Norteamérica, que nació en cerro Arena y que tiene su casa en Placilla, pero cuyo semillero viene del cerro Bellavista, ha logrado convertirse en una querida institución de barrio, en una verdadera familia para quienes han tenido el honor de vestir de azul para defender al club aunque gane.

Y es que si bien los triunfos han sido esquivos con este porfiado conglomerado de futbolistas amateur, el capital más importante para el Norteamérica es el cariño de su gente. Jugadores, hinchas, dirigentes y simpatizantes han construido, con los años, una red de cariño indeleble que se conoce y reconoce.

En ese lejano partido original de principios del siglo XX, uno de los lancheros involucrados fue don José Carrasco Cifuentes, el "Chilote", fundador del Club Deportivo Norteamérica y cuyo apellido pasó a convertirse en una verdadera dinastía para esta institución. Hernán, José, Jorge, Alfonso, Hugo y Luis Armando son algunos de los nombres de la familia Carrasco que en 101 años de historia han dedicado su vida al "Norte".

Tercera generación de presidentes del club, Hugo Carrasco Talciani (39), es el timonel del club en su centésimo primer aniversario y desde esa posición dice que ojalá "que pase luego todo esto para seguir trabajando por nuestra cancha y así, ojalá, el próximo año ya estar jugando en ella. También tenemos la idea de ponerle pasto sintético a la cancha que tenemos en nuestro gimnasio y esos son proyectos que tenemos que retomar".

Según explica el actual presidente, los "nortinos" tienen "una mística familiar que es muy linda y hay que estar aquí, hay que vivir este cariño para entenderlo porque en el caso de nuestra familia estamos todos ligados, no hay nadie que no esté relacionado con el club. Actualmente esto es mucho más que los Carrasco, porque tenemos gente de todos lados, somos muchos en los cerros que amamos este club que llevamos en la sangre".

Jorge "Jerry" Carrasco tiene 76 años y ha dedicado su vida al Club Deportivo Norteamérica. Sobre el cariño que genera el "Norte", él dice que se da porque "somos del pueblo, somos gente que nos identificamos con algo y por eso siempre los muchachos que hemos tenido nos reconocen porque nunca hemos buscado el interés para uno, todo nuestro interés es para la institución. Somos un club de barrio, un club de gente que luchamos por nuestros jugadores y nuestra institución".

Alfonso Carrasco, otro de los patriarcas del Norteamérica y quien fuera hasta el año pasado su presidente, afirma que este arraigo en la gente tiene que ver con que "nosotros hemos hecho raíces en la población con nuestra gente, con este club y quien llega a nuestra institución es parte de nuestra familia porque nosotros somos una familia".

Historia

Y en 101 años son muchas, demasiadas, las historias y anécdotas que ha escrito el Club Deportivo Norteamérica. Sin duda uno de los clubes "bravos" de San Antonio cuya pierna firme y guapeza -igual como la famosa "garra charrúa"- son una marca registrada.

Recordado es el partido que el club jugó en 1943 con el primer equipo de Universidad Católica a estadio lleno en San Antonio, con un histórico marcador de 3 a 3. O su participación del año 1935 en la semana sanantonina con un partido de exhibición ante Unión Española.

Más reciente en el tiempo están los campeonatos obtenidos por la serie Super Senior en 2018 y el título de la Serie de Honor que en 2019 por fin pudo llevar el esquivo trofeo a las arcas del centenario Norteamérica.

Celebración truncada

La emergencia sanitaria minó los planes de celebrar en grande los 101 años como estaba planeado. Pero ni el cariño ni las ganas han mermado la decisión de festejar cuando se pueda, porque como dice Jorge Carrasco los nortinos esperan que "llegue el aniversario porque es el momento en que nos juntamos y nos abrazamos, lo pasamos bien, celebramos. Nuestro aniversario es cuando todos nos encontramos y por eso es triste no poder celebrarlo este año".

Lo mismo piensa Alfonso Carrasco, quien lamenta no poder festejar el aniversario porque "las circunstancias que están pasando no lo permitió y a la distancia esperamos que todos nuestros muchachos y sus familias estén muy bien. Cada uno, los jugadores, los socios, los hinchas, los simpatizantes vamos a tener que celebrar internamente porque teníamos la idea de hacer algo mejor que lo que hicimos para los cien años, pero ya llegara el momento en que nos juntemos de nuevo".

Por lo mismo don Alfonso sostiene que "tenemos que salir entre todos de este problema que estamos pasando y ya que no pudimos hacer la celebración este año, bueno tocará que el próximo año hagamos una celebración doble".

Para Jorge Carrasco, "Jerry" como le dicen todos en el "Norte", la clave está en que "uno se encariña con todos estos chiquillos, por todo el afecto que le tienen a la institución, porque tenemos tanta gente de todas partes, en Bellavista, en cerro Alegre, en otros cerros. Ahí hay cariño y ese es el cariño que nos tienen nuestros jugadores, los socios, los hinchas, la familia que somos en nuestro club de este puerto tan lindo que es nuestro San Antonio".

Ya pasaron 101 años de aquel lejano partido entre lancheros y lejanos navegantes. Un siglo que se ha llenado con las historias de cientos de jugadores, hombres y mujeres, que se vincularon con la camiseta azul ya fuera en la cancha o en el barrio.

Más de un siglo de historias para contar y seguir vibrando cada vez que se escuche el grito de guerra que los azules de Placilla llevan en la sangre: ¡¡Norteamericaííííííííííí´!! ¡¡RRRÁÁÁÁÁ!!

"El aniversario es el momento en que nos juntamos y nos abrazamos, lo pasamos bien, celebramos",

Jorge Carrasco.