A dos meses de su muerte: el legado del querido verdulero "Juanito" sigue vigente
La semana pasada reabrió la verdulería y el quiosco que Juan Campos Alfaro, fallecido a fines de mayo, comenzó a mediados del siglo pasado en el centro de Llolleo. Su mujer, Rodolfina Ponce, decidió continuar la tradición familiar.
A fines de mayo pasado Llolleo despidió con profunda tristeza a "Juanito", el querido verdulero y suplementero que desde mediados del siglo pasado se convirtió en un baluarte del comercio local.
Juan Campos Alfaro, el comerciante que en el año 1962 partió con un quiosco de diarios en la avenida Providencia, y que en 1980 instaló una verdulería en el mismo lugar, marcó una época en el comercio del centro de Llolleo tanto por su cordialidad y cariño con la clientela, como por su tenacidad que lo llevó a sobreponerse cada vez que las dificultades arreciaron.
Reapertura
Hace dos meses, cuando falleció "Juanito", como le decían todos al verdulero, dijimos que la esquina de Aromos con Providencia ya no sería la misma sin el hombre de la cotona azul. El otoño gris del mundo en pandemia apagó la sonrisa de Juan Campos, pero no derrumbó el legado que infundió en su familia, especialmente en su amada compañera de la vida, Rodolfina Ponce, la "Señora Tina", quien la semana pasada abrió otra vez el negocio.
Tras una mascarilla que le hace más vívidos sus ojos, la "Señora Tina" relata que "hubo mucha gente que no se enteró en su momento y en estos días que abrimos el local nuevamente sentimos el cariño de las personas. Mi marido partió con esta verdulería hace cuarenta años, pero desde antes tenía el quiosco. Eso lo hizo muy conocido y querido aquí en Llolleo por la forma que tenía de relacionarse con la gente".
Con hermosas paltas, manzanas brillantes, jugosas peras y una pequeña amazonía verde de fondo, Rodolfina Ponce repasa los días desde que abrieron nuevamente la verdulería como si en ese repaso una parte suya hubiera vuelto a la vida.
"Estábamos esperando poder abrir el local para estar de nuevo en contacto con la gente. Esto es lo que hemos hecho durante toda la vida y ahora nos toca seguir con el negocio. Estos días han sido muy intensos por el cariño que nos demuestra nuestra clientela, y también de satisfacción porque de alguna manera es como si mi marido siguiera aquí con nosotros", confiesa conteniendo más de alguna lágrima en sus ojos brillantes y felices, pero que no alcanzan a esconder esa veta de tristeza que la acompaña porque su compañero ya no está.
Y claro, "Juanito" el verdulero de Llolleo, el hombre de la eterna cotona azul, el regalón de las caseritas ya no está, pero aquí está su legado porque mientras conversamos con la "Señora Tina" han entrado y salido clientes. Han entrado por frutas y verduras y se han ido dando las gracias, con esa amabilidad y cariño de pueblo que Juan Campos cultivó por más de medio siglo en esta esquina y que aquí mismo sigue vigente.
"Ha sido lindo"
La nueva matriarca de la querida verdulería de Llolleo reconoce que "volver a abrir ha sido muy lindo. Tener que ordenar todo para que la gente pueda elegir lo mejor de lo que tenemos; estar otra vez aquí donde estuvimos juntos una vida es una cosa muy linda".
En su momento Pamela (37), la hija menor de Juanito, dijo que "su legado es el cariño con el que hacía las cosas, su amor por los animales, por la naturaleza y por eso yo me quedo con su capacidad de disfrutar lo simple, lo sencillo de la vida, desde la fruta fresca hasta las flores, los pájaros, el atardecer o compartir en familia, que para él era lo fundamental. Me enseñó que las cosas materiales no son importantes, que lo verdaderamente importante son las personas".
Y esa definición que hizo la hija de Juan Campos Alfaro es la que perdura y que se puede palpar en la verdulería "San Juan", donde han vuelto los aromas y sabores que durante tantos años mantuvo vivos el querido comerciante.
La "Señora Tina" no pudo sujetar la lágrima que se fugó de sus grandes ojos de mujer noble cuando apuntando al frente dijo "en ese quiosco que está ahí nos conocimos. Yo trabajaba un poco más arriba y fue aquí donde empezamos, aquí fue donde estuvimos juntos toda la vida".
"Estos días han sido (...) de satisfacción porque de alguna manera es como si mi marido siguiera aquí con nosotros",
Rodolfina Ponce,, viuda de Juanito
"En ese quiosco que está ahí nos conocimos. Yo trabajaba un poco más arriba y fue aquí donde empezamos",
Rodolfina Ponce