En tres años la superficie de los campamentos aumentó en 12 mil por ciento en San Antonio
Arquitecto alertó de los efectos que puede traer este crecimiento desregulado y de la posible presencia de mafias para vender loteos brujos.
La consultora Atisba, con sede en Santiago, elaboró un estudio sobre el crecimiento de los campamentos y de las tomas ilegales en diferentes ciudades del país, entre ellas la comuna de San Antonio.
Para quienes en los últimos meses no hayan recorrido los sectores periféricos, el Camino Viejo a Cartagena y la misma ruta costera entre ese balneario y San Antonio, se van a sorprender del cambio que ha tenido el paisaje, pues cientos de casas y mediaguas se han levantado en los alrededores y límites de ambas ciudades.
Fuerte aumento
El estudio que Atisba realizó en San Antonio en base a un mapa inteligente creado con la información aportada por Google, detectó que entre los años 2017 y 2020 la superficie que ocupan los campamentos y tomas ilegales aumentó en un 12 mil 741 por ciento, o sea que esta comuna pasó de tener 1,2 hectáreas en esa condición a un total de 152,9 hectáreas, es decir, el incremento es de 151,7 hectáreas.
Iván Poduje, arquitecto y urbanista de Atisba, compartió con Diario El Líder los resultados de este análisis y fue tajante en señalar que la temática es preocupante. "Lo que vemos ahora es una explosión de campamentos, es absolutamente inédito y por eso lo estamos analizando, para ver qué es lo que está pasando", afirmó.
Las cifras del estudio indican que en San Antonio hay 24 tomas o asentamientos informales, con 2.836 sitios o casas construidas, las que se han distribuido en los sectores de Pelancura, cerro La Virgen, Fundo Miramar, Nuevo Acceso al Puerto, cerro Bellavista, fundo Miramar y Camino Viejo.
Según él, el crecimiento que han tenido las tomas y campamentos en San Antonio en estos últimos tres años es el más alto si se compara con el Gran Santiago, Valparaíso, Villa Alemana, Viña del Mar y Quilpué.
Además, estas zonas habitadas se han instalado en terrenos fiscales y privados. En San Antonio muchos de los sitios son de más 300 metros cuadrados y hay decenas que solo están cercados y aún no son habitados, lo que genera que haya en ellos una baja densidad de población.
"Esto es completamente anormal", sostuvo Poduje, quien advirtió que este panorama debe ser motivo de preocupación para las autoridades locales y de Gobierno.
"Tener 152 hectáreas de campamento en una ciudad como San Antonio es un desastre desde el punto de vista de la unificación urbana", estimó.
-¿Qué es lo que propone Atisba?
-Lo que estamos proponiendo es, primero, evitar nuevas tomas; segundo, ocupar los sitios fiscales que son cerca de 55 hectáreas, y solo han sido ocupadas aproximadamente 7,5. Entonces proponemos que en vez de que se tomen las hectáreas, se hagan proyectos de barrios de calidad, y que además los privados y públicos se hagan cargo de esto porque estas familias que se han instalado no tienen alcantarillado, agua potable ni luz. Entonces, hay una extensión gigantesca de ciudad y al margen de cualquier planificación. El Estado tiene que ver si va a regularizar esto y si le va poner servicios o si los va a erradicar, que yo creo que es imposible, pero el Estado debe regularizar la situación de los campamentos actuales, evitar que hayan más tomas de terreno y tiene que ocupar sus sitios eriazos para hacer proyectos de barrios de calidad.
Escenarios posibles
El arquitecto aseguró que de no tomar medidas para controlar esta situación podría darse un complejo escenario para San Antonio.
"Si se cumple la hipótesis que tenemos respecto a que en un porcentaje no menor esto obedece a segundas viviendas, que es lo que ha pasado en Caldera y en todo el norte, lo que vemos es que se van a ocupar todas las hectáreas que están disponibles en la parte alta", planteó.
Este último punto, según Poduje, tiene importancia porque gran parte de las tomas está en terrenos con vista al mar, lo que indicaría "que puede haber un porcentaje, a definir, de segunda vivienda".
Esto, según él, facilitaría la aparición de loteos brujos, lo que implica que alguien se toma un terreno para luego venderlo a un tercero. "Eso en Brasil, México y Guatemala es una mafia gigantesca; en Chile nunca habíamos visto eso, pero ya hemos detectado tres o cuatro casos en Viña, pero no sabemos si en San Antonio está pasando", especificó.
La aparición de loteos brujos, de acuerdo al urbanista, involucraría el funcionamiento de una agrupación delictual o mafia que se apodera de un terreno para después venderlo. "Eso lo detectamos en Viña, pero no sabemos si ha pasado en San Antonio. Todo indica, por la topografía, que hay uso de maquinarias, o sea, no todos son campamentos precarios y algunos de ellos tienen plata", argumentó.
"Hay que tener mucho cuidado porque esas mafias, si se extienden, son muy difíciles de parar, por eso es importante que los privados y los públicos se pongan las pilas, protejan los terrenos para que no se los tomen y, a la vez, regularicen la situación actual porque no es razonable que una ciudad que tiene el puerto más importante del país, tenga 152 hectáreas de asentamientos informales que crecieron en solo tres años. Eso es anormal y no es sustentable. Además, de comprobarse, lo que aún no sabemos respecto a que haya una estructura de loteos brujos, estamos ante una cuestión que puede ser muy peligrosa para las propias familias que viven cerca. Es un tema muy delicado que hay que abordar", sostuvo.
Iván Poduje.
"Hay que tener mucho cuidado porque esas mafias, si se extienden, son muy difíciles de parar",