El difícil día a día de una de las primeras ollas que "hirvió" en San Antonio
Cinco esforzadas y solidarias mujeres de la población Horizontes de Bellavista han entregado más de 3 mil almuerzos en estos duros meses de emergencia sanitaria.
Partió como una idea de un grupo de vecinas los primeros días de mayo, cuando la emergencia sanitaria recién comenzaba. Transcurrido poco más de tres meses, las mismas mujeres siguen en la lucha diaria por mantener el comedor solidario que en todo este tiempo de pandemia ha entregado unos 3 mil almuerzos.
El menú que cada miércoles y sábado se cocina en la sede de la población Horizontes, del cerro Bellavista, siempre dependerá de la solidaridad. Puede ser pollo con arroz, tallarines, lentejas o porotos con rienda, siempre y cuando los aportes lo permitan.
Pero no todo se logra con solidaridad. Cuando se trata de un comedor popular que pretende llevar almuerzo a pobladores en situación vulnerable, también se necesita coordinación y organización. Y ahí es donde entra la voluntad y energía de Marlene Consuegra, vecina del pasaje Atardecer de la mencionada población, quien tan pronto supo de las dificultades económicas de sus vecinos, se puso a trabajar en la organización de la olla común.
Dos veces por semana
"Almuerzo Solidario Horizonte" es el nombre del comedor popular que, según relata Marlene, "dos veces a la semana nos permite llegar con almuerzos para nuestros vecinos que lo están pasando mal".
Recuerda que "partimos con 70 almuerzos los primeros días de mayo, ya a la tercera semana estábamos entregando 100 y las últimas cuatro semanas hemos hecho 180 platos cada vez. Entonces ahí es donde nos damos cuenta que las necesidades de la gente no han disminuido; todo lo contrario, han aumentado".
"No es fácil"
Esta vecina, acompañada de sus socias Carolina, Rosa, Evelyn y Teresa, relata que "no es fácil mantener los almuerzos porque nos hemos tenido que reinventar. Si no fuera por las personas que nos han ayudado, como la señora Ana Becerra, de la Fundación por la Memoria, que semana por medio nos entrega pollo para el almuerzo, estaríamos más complicadas".
Marlene Consuegra admite que "nosotros pensábamos que íbamos a tener una baja en la demanda de almuerzos con lo del 10% que recibieron algunas personas, pero no pasó nada, tenemos la misma cantidad de personas que todavía cuentan con los almuerzos que hacemos dos veces por semana en nuestra sede".
Todos los martes estas cinco y esforzadas mujeres se reúnen en la sede a partir de las siete de la tarde. "Dejamos todo preparado para el día miércoles, que es el día en que estamos ahí repartiendo los almuerzos de nuestra olla común, y lo mismo los viernes en la tarde y el sábado al mediodía. Ahora si alguien quiere aportar a nuestros almuerzos también me puede ubicar en mi casa del pasaje Atardecer 577", pasa el aviso en su calidad de organizadora de esta cruzada.
"Todo lo que hacemos se hace con colaboraciones de personas que nos han estado ayudando, de negocios, de los propios vecinos. La carnicería Pollo Móvil, que está en la calle Pedro Montt, también nos colabora siempre, y así vamos sacando adelante los almuerzos todas las semanas. De hecho, hemos fallado una sola vez que fue el 8 de agosto. Ese día nos faltaron ingredientes para poder hacer un almuerzo, pero todas las otras veces hemos cumplido", señala Marlene con orgullo y satisfacción por el trabajo realizado.
La vecina anuncia que para este sábado "nos estamos organizando para hacer porotos con riendas, pero no tenemos tallarines, así que vamos a tener que recurrir, como todas las veces anteriores, a nuestros vecinos que siempre colaboran. Nos organizamos y pasamos por las casas pidiendo lo que nos falte, como salsa de tomates, fideos o lo que sea que no tengamos, y en esta oportunidad aprovecho de pasar el dato que vamos a necesitar tallarines".
Finalmente, confiesa que "nos ha costado harto, pero seguimos en pie. Y por eso esperamos que los grandes supermercados que tienen muchos recursos ayuden a las ollas comunes y no solamente los negocios pequeños del barrio. El supermercado Carrera nos ayudó con nuestra olla, entonces cómo no va a ser posible que los grandes se pongan en el lugar del resto y colaboren con estos almuerzos que tanto ayudan a tanta gente".
"Nos damos cuenta que las necesidades de la gente no han disminuido; todo lo contrario, han aumentado",
Marlene Consuegra,, organizadora de la olla común
180 almuerzos están entregando estas vecinas dos veces a la semana.