Conflicto por basurales termina con amenazas a dirigenta vecinal
En las Colinas de Llolleo, los vecinos ya no dan más con los desechos amontonados en la calle por otros pobladores de mal vivir.
Hasta amenazas de muerte e intento de agresiones ha sufrido la dirigenta vecinal Nayadet Seguel, de las Colinas de Llolleo, por denunciar o encarar a los malos pobladores que con sus asquerosas conductas han convertido la avenida Juana Dip, frente al block 4, en un verdadero basural.
El problema, según la dirigenta, radica en que "tenemos un chute recolector que es usado no solamente por los vecinos de este sector, sino que también por personas de Las Acacias y Las Colinas 1 que vienen a botar su basura frente a nuestras casas sin importarles que el contenedor esté lleno".
Nayadet lleva más de 10 años viviendo en este sector y, según relata, los vecinos que quieren mantener limpio tienen "mucho tiempo luchando con este problema y hasta se han hecho operativos de limpieza pero el problema es que tenemos muchas personas, muchos vecinos de este mismo sector, que no colaboran en nada. Incluso hay personas que han venido de Tejas Verdes a botar la basura a este tarro".
"Cuando preguntamos por lo que pasó con la recolección de esta semana nos dijeron que hubo un problema con el camión recolector y ese atraso fue suficiente para que toda la calle se convirtiera en un basural. Las personas ven que está lleno, pero de todas formas arrojan ahí sus desperdicios y el olor se hace insoportable, además de las moscas y los ratones que toda esta basura genera", detalló la dirigenta.
De hecho, hasta el miércoles en la mañana la avenida Juana Dip, a la altura del número 1900, era un verdadero basural que los propios vecinos del sector hicieron aparecer ante el atraso del camión recolector.
Mala costumbre
Respecto a la persistencia de este problema, Nayadet Seguel aseguró que "no sacamos nada con que ahora esté limpio porque de aquí al viernes la gente va a tirar su basura en la calle sin revisar siquiera que el contenedor este lleno. De hecho a veces el camión viene a llevarse el chute pero queda el resto de la basura desparramada y la última vez que yo misma le pedí al recolector que por favor dejaran limpio, pero pasó que se llevó el contenedor que estaba instalado y con la basura de alrededor llenó otro contenedor más".
Según denuncia esta dirigenta vecinal, la acumulación de los residuos domiciliarios en plena vía pública no es el único problema ya que "como nuestras casas están en el límite con el fundo de Llolleo no es raro ver personas que llegan con refrigeradores, colchones, lavadoras viejas o sillones y los lanzan hacia la quebrada como si nada. Y da rabia eso porque aquí se han hecho operativos de limpieza con la municipalidad pero hay mucha gente que no tiene conciencia y ensucia sin importarle nada".
De hecho la preocupación de esta vecina por mantener limpio el sector no le ha salido gratis ya que según cuenta "hasta me han amenazado de muerte por denunciar a los que ensucian, han tratado de venir a pegarme a mi propia casa por reclamar contra quienes tiran la basura a la calle sin ningún respeto. El tema es que aquí el camión podría pasar todos los días, pero si los propios vecinos no cuidamos y mantenemos limpias nuestras calles, eso no servirá de nada".
"No sacamos nada con que ahora esté limpio porque de aquí al viernes la gente va a tirar su basura en la calle sin revisar siquiera que el contenedor este lleno",
Nayadet Seguel.