Pareja emprende con preparaciones gourmet a la puerta de la casa
El amor llevó a Gabriela Carreño y Franco Venegas a soñar juntos y en grande. Comenzaron con la venta de comida a domicilio y esperan, en un futuro próximo, tener su propio restaurante.
Tomar la decisión de crear un emprendimiento no siempre es fácil, porque son muchas las variables que hay que considerar. Los protagonistas de esta historia llevan años de amor y solo meses desde que cumplieron una de sus metas: emprender con La Cuisine de la Mer, el primer negocio de sus vidas.
Gabriela Carreño Fuentes (23 años) es estudiante de Gastronomía Internacional y Franco Venegas Luco (26), egresado de Ingeniería en Marketing. Están unidos por el amor y los negocios: ella se desenvuelve en el arte de la cocina y él, además de hacer las entregas, realiza la publicidad y papelería del emprendimiento que crearon juntos
Gabriela recuerda que su pasión por la cocina nació cuando era muy pequeña gracias a su bisabuela.
"Siempre veía cómo mi bisabuela, a la que yo llamaba cariñosamente abuelita Nena, cocinaba con tanto amor. En esa época comenzó a crecer en mí este ímpetu por querer aprender sobre este hermoso arte", reconoce.
Desde el inicio de su relación, Gabriela y Franco sintieron la atracción por crear algo en conjunto. Luego de analizar y estudiar las opciones, nació la idea de emprender con un negocio que integrara sus estudios profesionales.
"Decidimos emprender en este rubro, ya que, siendo una pareja joven, quisimos complementar nuestras carreras y plasmarlo en una idea que fue La Cuisine de la Mer. Desde hace tiempo teníamos ganas de tener nuestra pyme y también influenciaron harto los comentarios que hacía gente cercana o los que venían a visitarnos a la casa y me decían que cocinaba rico, que debería vender mis preparaciones, que me iría bien", cuenta la sanantonina.
La carta está basada en comida costera elaborada con productos marinos frescos y de calidad.
"Algunas de nuestras preparaciones son pastel de jaiba, chupe de mariscos, ceviches peruanos, mixto pulpo. Queremos brindarles a cada uno de nuestros clientes platos gourmet a un precio muy asequible y que, al momento de consumir nuestras preparaciones, se sientan totalmente a gusto ya que lo fundamental para nosotros es la aprobación de nuestro público", admite Gabriela, para quien es fundamental la higiene en la cocina, y eso se refleja en sus platos.
"Como toda buena cocina, todo nace desde los sentidos y desde cómo presentas un plato, cómo mejorarlo, qué otras variedades puedes descubrir, entre otros aspectos. Nuestra cocina coquetea con lo gourmet, son platos tradicionales de la gastronomía costera. Queremos que los clientes disfruten de nuestra cocina y vuelvan", explica la joven emprendedora.
-¿Cómo entraste al mundo de la gastronomía?
-Estudié Gastronomía Internacional durante dos años en Inacap, donde aprendí muchas preparaciones y técnicas, pero este año me cambié a la Escuela Culinaria Francesa (Ecole) porque es una institución que tiene convenios con restaurantes en Francia y me exigen hacer la práctica durante seis meses en ese país, donde estoy dispuesta a ir cuando termine de estudiar, que sería en un año y medio más, dependiendo de la contingencia por el covid-19. Mi titularía como Matrise de Cuisine Française.
Un complemento
Mientras Gabriela cocina, Franco se dedica a las relaciones públicas del negocio. "Sin duda la carrera de mi pareja nos viene como anillo al dedo, ya que siempre está tratando de potenciar nuestro emprendimiento, generando las mejores ideas", asegura la joven desde su casa en la localidad de San Juan-El Tranque.
El objetivo de esta pareja es que en un tiempo razonable y con mucho esfuerzo, su emprendimiento se convierta en un restaurante, además de otros proyectos que tienen en mente.
"Queremos tener un local establecido donde las personas puedan darle un break a su día a día probando productos frescos y de calidad gourmet", asevera Gabriela.
"Tenemos muchos proyectos en nuestra vida como pareja, padres y a nivel profesional. Yo quiero seguir perfeccionándome cada vez más en mi carrera, al igual que Franco en la suya, obviamente generando nuevos conocimientos para aplicarlos en La Cuisine de la Mer", complementa.
-¿Se les ha hecho difícil el emprendimiento en la pandemia?
-No se nos ha hecho difícil, ya que hemos tenido desde el día uno la aprobación de nuestros clientes al momento de consumir nuestros productos. Los comentarios han sido muy positivos y agradables.
Estos jóvenes ofrecen sus productos a través de las páginas de Instagram y Facebook que llevan el nombre del negocio. "Ofrecemos nuestras preparaciones mediante una carta que se renueva todos los miércoles y se publica en el perfil de redes sociales", anuncia.
"Los sábado realizamos los pedidos agendados y anotados de quienes solicitan desde el miércoles que subimos nuestra carta hasta el viernes a las 21 horas. Los sábado hacemos entregas desde el mediodía hasta las 14 horas", detalla.
Para beber
También tienen para la venta sangría española, mango y pisco sours, todo preparado con recetas peruanas.
La entrega de los productos es a domicilio sin costo.
-¿Se ha visto afectada tu vida familiar, académica y el negocio por el covid-19?
-Gracias a Dios no nos hemos visto afectados en nuestra vida familiar, pero sí en la académica. Yo estoy tomando clases online pero no me satisface ya que mi carrera es más destreza, habilidad y experiencia manual. Franco tuvo que postergar su práctica profesional y el negocio es a través de las redes sociales. Nos protegemos muy bien con elementos de seguridad personal durante la preparación obviamente y también en el reparto.
Gabriela dice que lo mejor de trabajar desde la casa es que han podido pasar mucho más tiempo con sus pequeños hijos, Santiago y Gaspar.
"Mis hijos son mi mayor orgullo, son mi motor día a día, y por ellos quiero llegar muy lejos para que se sientan orgullosos de mí. Sin duda alguna lo mejor que me pudo pasar en la vida es ser madre de mis dos príncipes, cada día me hacen crecer como persona aprendiendo de su amor tan puro, sintiendo una gratitud enorme hacia ellos", remarca Gabriela, quien agradece el apoyo incondicional de su familia.
"Nos sentimos apoyados al mil por ciento en todo lo que hacemos. Tanto mi familia como la de Franco siempre están dándonos una mano en todo lo que necesitamos. Nos sentimos muy felices y agradecidos por la familia que tenemos", concluye la cocinera.
"Siempre veía cómo mi bisabuela (...) cocinaba con tanto amor. En esa época comenzó a crecer en mí este ímpetu por querer aprender sobre este hermoso arte",
Gabriela Carreño,, emprendedora
"No se nos ha hecho difícil, ya que hemos tenido desde el día uno la aprobación de nuestros clientes al momento de consumir nuestros productos",
Gabriela Carreño
"Mis hijos son mi mayor orgullo, son mi motor día a día, y por ellos quiero llegar muy lejos para que se sientan orgullosos de mí",
Gabriela Carreño