"Era una vez" una profesora sanantonina que cuenta cuentos
Silvia Cantillana invita a visitar su perfil de Facebook e Instagram, donde al menos una vez a la semana sube historias con las que hace viajar a mundos imaginarios.
Dentro de la capacidad de contar historia, una de las características más llamativas de una narradora de cuentos es su capacidad para transmitir la forma de interpretar lo que lee, lo que comparte y de hacer que llegue al público.
Silvia Cantillana Jiménez (36 años), profesora general básica que se desempeña como docente en la comuna de San Antonio, sabe que la voz, los gestos, el movimiento del cuerpo, los accesorios y acompañamientos ayudan a que la historia sea más atractiva, porque si no hay actitud, no dirá nada.
Gran experiencia
"Poder contar historias ha sido una maravillosa experiencia que he podido compartir con mi familia, desde la logística técnica de cómo conectar el teléfono y editar un video, hasta la puesta en marcha de una historia, y si además tienes una hija que te acompaña con su instrumento musical (un fagot) mucho mejor. Cuando la familia ve lo que te hace feliz, y ellos lo comparten y te apoyan, es realmente gratificante", confiesa Silvia Cantillana Jiménez.
Por su trabajo como docente, contar cuentos está dentro de las funciones de esta histriónica profesora, pero su afición va más allá de las aulas del colegio donde se desempeña. Cada semana sube sus historias a las redes sociales de Facebook e Instagram en su perfil denominado "Era una vez".
Recuerda que lo que la motivó a interiorizarse aún más en los cuentacuentos fue la vez que observó a uno en un lanzamiento de un libro y la experiencia como auditora la cautivó.
"Fue alucinante escucharlo, totalmente distinto a lo que yo realizaba en mis clases y quería que mis niños del colegio vivieran lo mismo", expresa Silvia, casada hace 14 años y madre de tres hijos: Emilia, Amanda y Santiago, de 12, 6 y 4 años, respectivamente.
Capacitación
Tras esa experiencia comenzó a averiguar cómo podía capacitarse, hasta que en el Centro Cultural de San Antonio la Fundación Mustakis impartió cursos de cuentacuentos.
"Aquí conocí profesionales de excelencia, profesores y compañeros que hoy de igual manera desarrollan este arte que está más presente que nunca", señala esta profesional en el arte de contar cuentos. Asegura que sus hijos son los más felices "porque siempre me han apoyado en cada desafío que me he puesto tanto en lo profesional como en lo personal".
-¿De dónde nace su gusto y su talento para contar cuentos?
-Siempre me preguntan por qué cuento cuentos. Bueno, dicen que lo que se hereda no se hurta y es curioso porque mi abuelo paterno siempre contaba historias. Tengo muy lindos recuerdos de cuando nos reuníamos porque siempre él nos preguntaba '¿saben ustedes porque en Alhué el Diablo se quedó?'. Todos nos reíamos porque sabíamos que venía una de sus historias.
"Contar cuentos me llena por completo el alma, ver los ojitos de los más pequeñitos tan abiertos de puro asombro, de felicidad, eso es amor puro. Ellos me llenan de energía y cuando a mis hijas le preguntan qué es su mamá, más que decir que es profesora, responden con alegría: 'mi mamá cuenta cuentos'", afirma.
Cuentos en pandemia
La crisis sanitaria cambió, en mayor o menor grado, la vida de todos los habitantes del planeta. Ya nada fue lo mismo desde que se inició la pandemia y en San Antonio no ha sido distinto.
Desde el estallido social, Silvia Cantillana se decidió a invitar cada cierto tiempo a los niños y niñas del sector Puente Arévalo, en San Antonio, donde vive junto a su familia. La idea es que puedan distraerse y participen escuchando y maravillándose con sus cuentos.
"Desde que todo esto comenzó, la vida se modificó abruptamente. Ahora con la pandemia, a los niños se les impuso un nuevo sistema de estudio, todo virtual, y aunque yo ya usaba las redes sociales para poder subir cuentos, decidí dedicarles un tiempo y espacio para contar historias y comenzamos con una acerca del coronavirus. Cada semana vamos innovando con nuevos cuentos que subimos a las redes y algunos días abro mi casa a los vecinos interesados en escuchar historias", expresa.
La aceptación por parte de la comunidad ha sido tan positiva que Silvia continúa realizando funciones de cuentacuentos a través de redes sociales y en el patio de su casa ciertos días a las semana coordinados y avisados con antelación.
Un honor
"Me encanta como muchos se interesaron y me han enviado sugerencias de qué historia contar, tanto de algún cuento en especial o creaciones propias. Eso es un tremendo honor. Fue así como conocí a la escritora local Ingrid Pino con su libro "Cuentos Sanadores"... fue muy grato poder contar una de sus historias. También tengo amigas que han creado y han pensado en mí para contar sus cuentos, eso llena mi alma", recalca.
Los días para subir cuentos en redes sociales o invitar a los vecinos a disfrutar en el patio de su casa no están establecidos, pero al menos sube una historia cada semana a sus redes sociales.
"Siempre hay fechas importantes que los cuenteros nos organizamos para subir nuestras historias. Tratamos de desarrollar el arte de narrar de la mejor manera posible, al menos en mi caso", manifiesta la cuentacuentos sanantonina.
Agrega que en algunas oportunidades se acompaña de su "Kamishibai", un pequeño teatro de papel. "Ahora que estamos en casa, mis hijas me colaboran un montón y se divierten. Durante la última historia mi hija mayor me acompañó con su fagot y los dos más pequeños nos hacían barra.
-¿Me imagino que los niños son los que más disfrutan y participan de este tipo de actividades?
-Lo mejor y más fantástico es que los cuentos son para niñas, niños, adultos, abuelitos y para la toda la familia. No tenemos límite de edad, tanto para poder escuchar las historias como para poder contarlas. El verano pasado realicé un taller en la comuna de Santo Domingo y participaron niños de todas las edades y qué decir de sus acompañantes, todos quisieron ir sumándose en las actividades.
"Siempre me quedo con que las personas pueden pasar, pero los cuentos y las historias quedan por siempre", concluye.
Quienes quieran viajar a mundos imaginarios a través de esta cuentacuentos pueden visitar su perfil en Facebook Era Una Vez o en Instagram una_vez_era.