Mónica Jorquera Escobar
Una familia de Santo Domingo tuvo, quizás, el peor día de su vida. Ayer despidieron para siempre al patriarca del grupo familiar, el antiguo jardinero Enrique Cabrera Mendoza (88), quien falleció el sábado afectado por problemas cardiacos.
El amargo cortejo fúnebre se dirigió desde la que fuera la casa de Enrique Cabrera, en la villa Rafael Moreno de Santo Domingo, hacia el cementerio Parque del Sendero de Llolleo. Sin embargo, antes de llegar al camposanto vivieron un momento cargado de lo que describieron como "doloroso y humillante".
La familia Cabrera Mendoza denunció que cuando iban hacia el camposanto fueron retenidos en el cordón sanitario ubicado en el puente Lo Gallardo. Ahí, no los dejaron pasar pese a que seguían de cerca la carroza mortuoria donde iba el cuerpo de Enrique Cabrera, quien en vida fuera uno de los fundadores de la Agrupación de Jardineros de Santo Domingo.
"Con el cuerpo de mi papá ahí detenido en la carroza, no nos dejaban pasar. Les explicamos que todos sacamos los permisos en Carabineros, para poder asistir al funeral, que todos éramos familiares cercanos. Que estaba todo en regla, pero no nos quisieron dejar pasar y el cuerpo de mi papá seguía ahí", relató Soledad Cabrera, hija del difunto.
Además, reveló que los miembros de la familia expusieron la documentación que acreditaba que podían asistir a un funeral, el cual se extrae de comisariavirtual.cl. "Pero no nos dejaban avanzar. Estábamos todos muy mal, muy dolidos por nuestra pérdida y no nos dejaban seguir hacia el cementerio. Fue un descriterio total, sobre todo estando el féretro ahí y con mi madre, que tiene 86 años, muy afectada por todo lo que ocurría".
-¿Qué explicación les dieron para no poder continuar?
-Que pese a que fuéramos en el cortejo, tenían que revisar uno por uno los permisos. Éramos como quince autos y mi mamá, adulta mayor, no podía resistir ni esperar tanto tiempo. Nos empezaron a revisar a todos y se tomaban su tiempo, como para hacernos esperar de puro gusto.
-¿Luego de cuánto tiempo los dejaron continuar?
-No pude analizarlo bien, porque para mí fue una eternidad, pero pienso que cerca de media hora. Mi mamá estaba histérica porque pensaba que no llegaríamos a la hora al cementerio. Y mi nuera, que está embarazada de siete meses y medio, sufrió una descompensación y ahora (tarde de ayer) está en el hospital. Imagínese si le pasa algo malo a mi nieto por este mal rato que nos hicieron pasar.
-¿Cree usted que debieron actuar de otra manera?
-Las personas que tenían ahí de salud, el fiscalizador y una carabinera no sé qué pretendían, si hacerse notar o algo. Era evidente que si íbamos un pequeño grupo de autos detrás de una carroza, con todos apesadumbrados por la muerte de nuestro ser querido, es porque íbamos al cementerio. Actuaron con descriterio y sin ningún motivo para hacerlo.
Además, Soledad contó que al regresar del cementerio los esperaba en el lugar un microbús de Carabineros y personal del Ejército. "Nos empezaron a decir que habíamos incurrido en faltas, que nos iban a cursar sumarios. Hasta dijeron que el señor que conducía la carroza se dio a la fuga. Eso es una falsedad", expresó la mujer.
"Este fue un día terrible para toda mi familia, para los cinco hijos, para mi mamá, para los nietos y bisnietos y con esto fue aún más duro, más insoportable", analizó Soledad Cabrera.
88 años tenía Enrique Cabrera, antiguo jardinero de Santo Domingo.