Dominic Thiem se veía como un producto no finalizado en 2018, pese a ser el año de su despegue al alcanzar su primera final de Grand Slam y asentarse dentro de los 10 mejores del tenis mundial. El austriaco buscaba otra perspectiva para su equipo y la encontró en Sudamérica. Nicolás Massú, quien dio la sorpresa en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004 al conquistar las medallas de oro en singles y dobles, apareció como uno de sus entrenadores.
Los resultados positivos fueron inmediatos tras sumarse en febrero de 2019. Thiem ganó su primera corona en un torneo de la serie Masters 1000, y lo hizo en el más prestigioso de todos, venciendo a Roger Federer en la final de Indian Wells. Repitió en la final de Roland Garros, volviendo a caer ante Rafael Nadal. Cerró el año como el número cuatro del mundo tras perder la final del Masters Cup en Londres.
Antes que la pandemia de coronavirus paralizara todo en marzo, Thiem accedió a la final del Australian Open. Sin embargo, no pudo sostener una ventaja de 2-1 en sets ante Novak Djokovic y perdió. Ahora no dejó escapar la cuarta oportunidad.
Luego de derrotar a Alexander Zverev en la final del US Open, Thiem elogió a Massú por su progresión. Y resaltó en peculiar el rendimiento en pistas duras. "Desde que trabajo con Nico, mejoré mucho en cancha dura", dijo tras ganar por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (6) ante Zverev. "Entendí que muchas cosas que hacía funcionan sobre esta superficie. Mi mejor grande hasta este US Open fue en Australia. No creo que sorprenda que mi Grand Slam no haya sido en Francia".
Con Massú a cargo, el juego de Thiem pasó a ser más completo, atacar la red y desplazándose por toda la pista. "Cuando empecé a trabajar con Dominic, mucha gente decía que su primer Grand Slam sería en Francia porque llegó a la final y porque juega mejor (en arcilla), ese tipo de cosas", señaló Massú. "Puede jugar en todas (las superficies), no sólo en arcilla. Puede conseguir los mismos resultados en cada superficie por el juego, los golpes y el talento. Lo tiene todo. Tenía que ajustar unos pequeños detalles".
"Esta era la oportunidad, como se lo hablé antes del partido. Tampoco será la última", dijo Massú. "Va a seguir buscando, y va a seguir teniendo muchos Grand Slams por delante, pero ganarlo te da una calma importante. Hoy tiene la tranquilidad porque ya tiene uno", agregó.