Los amigos que convierten los globos en objetos de decoración
Coral Osorio y Rubén Concha tienen un emprendimiento de animación de eventos y ahora, producto de la pandemia, están realizando arreglos personalizados.
Hace casi cuatro años surgió Globonizarte, un emprendimiento en el que Coral Osorio Herrera (30) y su compañero Rubén Concha Hinojosa (29) ofrecen el servicio de globoflexia, además de entretención y decoración en eventos infantiles.
La globoflexia es una práctica común en el mundo circense y consiste en manipular y modelar los globos hasta que adopten una forma o figura determinada.
Todo comenzó cuando Coral, residente de Las Cruces, asistió a un taller básico de esta técnica, impartido por otro entendido en la materia en Cartagena, que además los impulsó a emprender.
"Recuerdo que el curso era básico y se me hizo fácil aprender. Me enseñaron cerca de cinco figuras, porque de verdad era algo como una iniciación. Al final del taller fui a comprar todos los materiales para seguir practicando y desde ahí ya no paré más", cuenta Coral.
El circo
Estos dos jóvenes siempre han estado muy ligados a la actividad circense, pese a tener carreras completamente distintas a los oficios que desempeñan.
"Somos parte de Santimbanqui Circus en San Antonio, y ahí hemos ido aprendiendo bastante. De alguna forma, casi todo lo que hacemos dentro de Globonizarte es muy parecido a lo que realizamos en el circo. Son experiencias gratas que finalmente nos han enseñado mucho", reconoce Coral.
Una empresa
Al principio estos dos amigos y colegas solo realizaban trabajos a través del boca a boca y de forma muy familiar, principalmente Coral, que se dedicaba a las actividades con globoflexia.
Poco a poco otras personas comenzaron a enterarse de lo que hacían y fueron saliendo otros eventos.
"Participábamos harto en cumpleaños de algún familiar o del hijo de algún amigo, por ejemplo, y les hacíamos las cosas con globo, como los arcos, que es lo más usual. Rubén es activista social, entonces así mismo fuimos participando en algunas fiestas del barrio", detalla la vecina de Las Cruces.
-¿Cómo decidieron convertirse en un emprendimiento formal?
-Como empezamos a participar en otros eventos, de alguna forma más masivos, la gente pedía nuestro contacto y ahí decidimos mandar a hacer tarjetas con nuestros datos y cosas así. Un tiempo después nos salió un evento en una de las empresas portuarias. Ahí notamos que esto iba más allá de lo que hacíamos para la familia y nos quisimos convertir en una empresa. Hemos recibido mucha ayuda en los dos años que tiene nuestro emprendimiento, pero hacemos esto desde mucho antes.
Con mayor demanda por sus eventos, decidieron también ir perfeccionando sus técnicas. Empezaron a participar en otros cursos que les servían para mejorar la calidad de su trabajo.
"Si bien en los cumpleaños de niños nos defendíamos con el típico perrito o la espada en un globo largo, teníamos que ir más allá. Empezamos a hacer la decoración con globos en bautizos, fiestas de aniversario, matrimonios, entre otros, pero también nuestro servicio de animación se amplió. Tenemos un show completo con los niños en los cumpleaños que incluye desde pintacaritas hasta cuentacuentos", explica la joven.
Materia biodegradable
Tanto Coral como Rubén se dedican hace varios años al trabajo con la tierra y a producir menos contaminación a través de la búsqueda de nuevos usos para los restos orgánicos.
"Los desechos orgánicos, que corresponden a cáscaras u hojas de frutas y verduras, son el mayor porcentaje de basura que generamos en nuestros hogares. Con la pandemia, cada vez son más las personas que se preocupan de esta materia y a las cuales buscamos ayudar y guiar", sostiene Coral, quien detalla que el compost que ellos producen es el proceso en el que diferentes materias de origen orgánico se degradan, generando un buen fertilizante natural, libre de químicos.
Agrega que además realizan el vermicompost, también conocido como compostaje con lombrices. "Es un mecanismo en el cual las lombrices se encargan de ingerir estos desechos orgánicos y posteriormente lo que defecan es el compost que también le llamamos humus de lombriz. Es rico en nutrientes, es un fertilizante natural, que además previene las plagas en las siembras".
-¿La gente conoce poco de la materia?
-La verdad sí, pero cada vez crece más el interés y, por lo mismo, antes de hacerlo investigan bastante. Como a la gente esta temática le importa cada vez más, nos sentimos dichosos de poder ayudarlos y guiarlos, es algo de lo que todos deberíamos aprender. A través de estos procesos, se va mejorando la tierra para plantar.
-¿Y esto de reciclar tiene alguna relación con Globonizarte?
-La gente pensaría que no, porque usamos globos. Ahí ocurrió que la gente que nos conocía nos decía que era un tanto contradictorio esto del compostaje con algo como la globoflexia. Pero no, al menos en nuestro caso. Trabajamos solo con globos que son biodegradables y que hemos comprobado que lo son. Hay dos marcas en el mercado chileno y con ellas trabajamos, porque el cuidado del medio ambiente es algo que nos importa profundamente.
Pandemia
Como a casi todo el mundo, la pandemia también golpeó duro el rubro de estos jóvenes. "Ya no contamos con los eventos grandes y de eso estamos conscientes. Tuvimos hace un tiempo un cumpleaños y fue como a distancia, hicimos el show de todos modos, pero no era lo mismo porque los niños no podían interactuar con nosotros", indica la emprendedora.
Ante la nueva realidad, comenzaron a efectuar arreglos de globos personalizados para sorprender a clientes, alternativa que les ha entregado una nueva experiencia.
"Todos sabemos que las familias están un poco más separadas, sobre todo si algún hijo trabaja fuera de la provincia. En el día de la madre pudimos sorprender a muchas que se encontraban en esta situación. Ver sus caras de emoción fue impagable", confiesa.
Los creadores de Globonizarte también decidieron comenzar a impartir cursos de globoflexia. El primero está pensado principalmente para padres.
"Algo que extrañamos mucho es ver a los niños crear. Es impresionante que solo con un globo que tiene la forma de una espada o un perrito, ellos inventan un mundo de posibilidades y echan a volar su imaginación. Por lo mismo queremos enseñarles a los padres, porque les servirá mucho cuando no tengan otra actividad para los más pequeños", afirma.
"Al final del taller (de globoflexia) fui a comprar todos los materiales para seguir practicando y desde ahí ya no paré más",
Coral Osorio
"Tenemos un show completo con los niños en los cumpleaños que incluye desde pintacaritas hasta cuentacuentos",
Coral Osorio
"Trabajamos solo con globos que son biodegradables y que hemos comprobado que lo son",
Coral Osorio